Los tres jóvenes Guardias se encontraban cenando aquel miércoles día 28 de noviembre de 1979 en el interior del bar Ízaro de Azpeitia, (Guipúzcoa), cuando a las 22:30 horas fueron tiroteados por cuatro individuos que previamente habían entrado en el bar a reconocer el lugar, haciendo incluso una consumición, posteriormente volvieron a salir a recoger las armas y tras dar un empujón para separar del grupo a la mujer del último, tras 15 disparos los fueron rematando con un tiro en la cabeza a cada uno de ellos. En el lugar del suceso se recogieron dieciocho casquillos de bala calibre 9mm parabellum
Ángel GARCÍA PÉREZ
Antonio ALES MARTÍNEZ
Pedro SANCHEZ MARFIL
Se dio la circunstancia de su extrema juventud, ninguno sobrepasaba los veinte años de edad: Ángel
García Pérez, de 20 años, procedía de la provincia de Salamanca, (Vitigudino). Estaba
soltero. Antonio Alés Martínez, de 19 años, procedía de la provincia de Cuenca. Estaba soltero.
Pedro Sánchez Marfil, de 20 años, procedía de la provincia de Granada, (Moreda). Su mujer que tras salvar su vida en ese momento, es capaz de dar a luz meses tarde a un niño que nunca conocerá a su padre.
Tras darse a la fuga en un Seat 124 de color azul robado previamente por otro colaborador de los terroristas, la mujer, presa de un gran ataque de nervios sale a la calle sin que la gente que presenció el hecho haga nada por auxiliarla o ayudarla, ni por ella ni por nuestros agentes, que en estos momentos ya sin vida, yacen en el interior del establecimiento.
Esta asistencia llega momentos más tarde por parte de una patrulla de la Guardia Civil que de forma casual pasa por el lugar, los que tras asistir a la mujer y ver que ya no pueden hacer nada por sus compañeros demandan la ayuda de algunos de los testigos que previamente “no habían hecho nada”, obteniendo como respuesta “la callada” de todos y cada uno de los testigos, que bien por miedo o por dios sabe que motivo no facilitan ningún dato siendo imposible iniciar la persecución, Yo, más que de “callada”, califico este hecho de “Canallada”.
Si fue posible, tras asegurar la escena del crimen, la recogida de huellas de los autores, recordemos que previamente habían entrado en el establecimiento, luego hablaremos de este detalle.
Detalle del interior del establecimiento. Portada diario El Alcázar.
La capilla ardiente por el alma de los tres Guardias quedó instalada al día siguiente en el Hospital Militar de San Sebastián, con gran indignación entre los asistentes y entre otras quejas se escucharon las voces de varias mujeres de Guardia Civiles que manifestaron su gran pesar y su pena debido, a que a su parecer el Rey no les ayudaba. Se llegó a asegurar que la autoridad que presidía la ceremonia, Teniente General de la IV Región Militar Antonio Pascual Balmes dijo que no les faltaba razón.
Fue cierto que para ese mismo día había convocada una manifestación de las gestoras pro-amnistía, la cual con buen criterio fue suspendida debido al clima de crispación y malestar por parte de la gente de bien, especialmente de los compañeros de los tres finados.
LOS CULPABLES:
Hablaremos de aquellos indicios recogidos en la escena del crimen, y que en aquel momento no fueron relevantes, pero si lo fueron más tarde, ya que bien detenidos por otros hechos o entregados por la Policía Francesa, la Audiencia Nacional condenó a los etarras:
- Juan María Tapia Irujo a nueve años de prisión como encubridor y colaborador necesario, ya que tras robar el coche aún ocultó al resto del grupo en su domicilio.
- Pedro María Leguina Aurre, (alias Kepatxu), huido hasta 1999 fue condenado a tres penas de prisión de treinta años cada una, por este crimen, partició en otros 14 asesinatos.
- No han sido condenados aún por este acto Miguel Antonio Goikoetxea, (alias Txapela), Ignacio María Gabirondo, (alias Donibane), Carlos Lucio Fernández, (alias Zarra) y una quinta persona aún por identificar, si bien en una sentencia del año 2003 la Audiencia Nacional consideró probado su autoría en estos hechos.
Guardia Civiles Ángel GARCÍA PÉREZ, Antonio ALES MARTÍNEZ y Pedro SÁNCHEZ MARFIL… ¡Estáis PRESENTES!