1 DE NOVIEMBRE DE 1987. VILLAFRANCA DE ORDICIA (GUIPÚZCOA) CABO PRIMERO DE LA GUARDIA CIVIL ANTONIO MATEO MELERO.
Cabo primero de la Guardia Civil Antonio Mateo Melero.
A las ocho y media de la noche del 1 de noviembre de 1987 la banda terrorista ETA asesinaba en Villafranca de Ordicia (Guipúzcoa) al cabo primero de la Guardia Civil ANTONIO MATEO MELERO,
Antonio Mateo fue asesinado en plena calle, frente al bar Miami, propiedad de sus suegros, mientras paseaba con unos familiares. Una mujer desde un vehículo hizo un gesto a otro terrorista, señalando a Antonio Mateo. El individuo en cuestión se acercó por la espalda al cabo primero de la Guardia Civil y le disparó varios en la cabeza y a bocajarro, lo que le causó la muerte casi instantánea.
Los autores del asesinato, fueron dos jóvenes; el hombre, autor material del asesinato, llevaba una mochila azul y una mujer, que le cubrió desde un vehículo, una furgoneta blanca tipo Mercedes con la que huyeron del lugar del atentado,
Antonio Mateo estaba destinado en la comandancia de la Guardia Civil de Sansomendi, en Vitoria, y había acudido a Ordicia, con su esposa, natural de esta localidad guipuzcoana, para visitar a sus suegros, propietarios del bar Miami en Ordicia. Antonio Mateo fue trasladado, aún con vida, al hospital de la Seguridad Social de Zumárraga, donde ingresó cadáver.
Los funerales por el cabo de la Guardia Civil Antonio Mateo Melero, fueron oficiados en la parroquia de esta localidad guipuzcoana en medio de un ambiente de intensa emoción.
Al acto fúnebre asistieron numerosos vecinos de la localidad, que llenaron la Iglesia, acompañando a la esposa del fallecido, Concepción Barandiarán, su hija Ama Lur, y su madre, que sufrió un desmayo y tuvo que ser sacada del templo durante el oficio. Durante el tiempo que duró la Santa Misa, numerosos bares y comercios de la localidad cerraron sus puertas en protesta por el asesinato. Los restos de Antonio Mateo llegaron a la parroquia de Ordicia sobre las seis de la tarde, procedentes de la capilla ardiente instalada en el hospital de Zumárraga, cubiertos por la bandera española y su tricornio y fueron recibidos por una unidad de la Guardia Civil y la banda de música del Cuerpo, que le rindieron honores.
Tras el funeral, los restos del cabo primero de la guardia civil fueron despedidos con el himno Nacional y el de la Guardia Civil, entre grandes aplausos y vítores de los congregados, que en gran número se trasladaron al cementerio de Ordicia, donde Antonio Mateo recibió cristiana sepultura.
En 1989 la Audiencia Nacional condenó a José Antonio López Ruiz, alias Kubati, a 29 años de prisión mayor por este atentado. Kubati fue detenido pocos días después de asesinar a Antonio Mateo, tras una amplísima operación en la que participaron 1.600 miembros de la Guardia Civil.
Kubati, salió de la cárcel del Puerto de Santa María (Cádiz) en 2013, tras cumplir 26 de los más de 1.200 años a los que fue condenado como responsable de trece asesinatos consumados y otros dieciséis intentos fallidos. Tras su salida de prisión ha ejercido como portavoz del colectivo de presos de ETA, actuando también como portavoz de la iniciativa 'Kalera, kalera', “a la calle, a la calle”.
Antonio Mateo Melero, de 32 años, era natural de Vejer de la Frontera (Cádiz), donde por acuerdo de la corporación municipal una calle lleva el nombre "Cabo Primero Antonio Mateo Melero". Estaba casado con Concepción Barandiaran, natural de Ordicia, y tenía una hija de 7 años que había hecho la Primera Comunión en mayo de ese año.
De acuerdo con el Real Decreto 1404/2000, con fecha 19 de julio de 2000, se le concedió la Gran Cruz de la Real Orden de Reconocimiento Civil a las Víctimas del Terrorismo a título póstumo. Además, en resolución fechada el 18 de marzo de 2005 (Real Decreto 308/2005), el Ministerio del Interior le concedía también el ascenso de empleo, con carácter honorífico y a título póstumo.
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