10 DE ENERO DE 1980. VITORIA. COMANDANTE DE CABALLERÍA JESÚS VELASCO ZUAZOLA, JEFE DEL CUERPO DE MIÑONES DE ÁLAVA.
Comandante de Caballería Jesús Velasco Zuazola, Jefe del Cuerpo de Miñones de la Diputación Foral de Álava.
El 10 de enero de 1980 la banda terrorista ETA asesinaba en Vitoria al comandante de Caballería JESUS VELASCO ZUAZOLA, Jefe del Cuerpo de Miñones de la Diputación Foral de Álava, una Policía foral que hunde sus raíces en la Edad Media.
Dos ráfagas de metralleta causaron la muerte al jefe de cuerpo de Miñones de Álava, el comandante de Caballería, Jesús Velasco resultó muerto en él acto al alcanzarle varios proyectiles en el vehículo que, como cada mañana a la misma hora, sobre las nueve, le conducía a la Diputación Foral de Alava, donde tenía su despacho.
A las ocho de la mañana, varios individuos robaron a punta de pistola un taxi de color blanco, matrícula de Vitoria, en la parada de la Plaza del Matadero. Dejaron en libertad al taxista, tras quitarle el Carnet de Identidad y decirle que no diera aviso a la Policía.
A las nueve menos cuarto, como solía hacer habitualmente, el comandante Velasco dejó a dos de sus hijas Begoña e Inés, en el colegio de las Ursulinas.
A las nueve menos cinco, conduciendo su automóvil, un «Ford Fiesta», llegó a la Plaza de Lovaina, situada a unos 100 metros del colegio de sus hijas. A la entrada de la calle Ramiro de Maeztu, se detuvo en un paso de cebra, debido a que en ese momento se encontraban cruzando un individuo y varios niños. En ese momento se acercó por su izquierda el taxi en el que iban tres individuos. Uno de ellos se apeó y disparó contra Jesús Velasco con una pistola automática.
Los disparos entraron frontalmente por el parabrisas del coche y por las ventanillas del conductor, alcanzando a Jesús Velasco, que resultó herido de suma gravedad. En el lugar de los hechos han sido recogidos 11 casquillos de 9 milímetros Parabellum, marca «SF», algunos de ellos en el interior del vehículo. Tras cometer el atentado, los cuatro integrantes del comando huyeron en el taxi robado, que fue abandonado en la Prolongación de la calle Ramiro de Maeztu, llamada Domingo Beltrán, a un kilómetro, aproximadamente, del lugar del atentado.
El comandante Velasco fue trasladado en un coche particular a la Residencia «Ortiz de Zárate”, donde ingresó cadáver. Presentaba numerosos impactos, que le destrozaron la cabeza. Una de las balas le entró por la frente, y en el pecho fue alcanzado por una ráfaga.
En el momento de cometerse el atentado, el comandante Velasco Iba de uniforme. Nunca había sido amenazado, y no solía llevar escolta. Habitualmente hacía el mismo recorrido.
La capilla ardiente de Jesús Velasco quedó instalada en la sala de juntas de la Diputación Foral de Álava. El féretro que contenía el cuerpo del comandante jefe de los Miñones de Álava fue introducido a hombros en el Palacio Foral por miembros del cuerpo de Miñones.
Con asistencia del ministro de la Defensa, Agustín Rodríguez Sahagún, fue enterrado en Vitoria el jefe de la Policía Foral Alavesa, Jesús Velasco Züazola,
Tras concluir la Santa Misa por el alma del comandante asesinado, celebrada en la Catedral Nueva de Vitoria, el féretro que contenía el cuerpo de Jesús Velasco, envuelto en la bandera Nacional, fue conducido desde la Diputación hasta el cementerio de Santa Isabel a hombros de miembros del cuerpo de Miñones y por militares, compañeros de promoción. Detrás del féretro Iban la viuda, las cuatro hijas, otros familiares, numerosos militares y público en general. el féretro de Jesús Velasco fue introducido en un panteón del cementerio de Santa Isabel. Su esposa, una vez que el féretro quedó colocado, en la tumba, gritó ¡Viva España!, que fue unánimemente respondido por todos los asistentes al entierro, donde no hubo representantes del PNV. El asesinato del comandante Velasco causó una enorme conmoción y pesar. Su viuda dejaría claro que su marido había sido asesinado por su condición de militar y español.
A la salida del cementerio y cuando el ministro de la Defensa se Introdujo en el coche oficial de la Capitanía General de Burgos, un nutrido grupo de personas que se encontraban en los alrededores, entre ellos un hermano de la víctima, gritaron: “Sahagún, cuenta esto en Madrid; dile a Suárez como vivimos aquí”. Algunas de las personas llegaron a dar puñetazos y a aporrear la carrocería del vehículo.
En 1981 la Audiencia Nacional condenó a Moisés Izar de la Fuente Martínez de Arenaza y a Pedro Manuel González Alonso a 6 años de prisión menor en concepto de cómplices del asesinato. En 1994 fue condenado José Ramón López de Abechuco Liquiniano a 18 años de reclusión mayor. Abechuco fue quien confirmó al grupo Araba de ETA la información sobre la víctima recopilada por Izar de la Fuente y González Alonso.
En 1998 fue condenado a 28 años de reclusión mayor Ignacio Aracama Mendia alias “Macario” como cooperador necesario en el atentado. Otro de los acusados, José Lorenzo Ayestarán Legorburu, alias “Fanecas”, huyó a Venezuela y no pudo ser juzgado por el asesinato de Jesús. Ayestarán Legorburu fue detenido en Francia en febrero de 2010.
Tras pasar casi 30 años entre rejas por su implicación en los crímenes de Eugenio Lázaro y de Jesús Velasco Zuazola, entre otros delitos, José Ramón López de Abechuco Liquiniano, salió en libertad en julio de 2018.
En febrero de 2021 Aracama Mendía fue trasladado a la prisión alavesa de Zaballa. En abril de ese mismo año alcanzaría la libertad. Fue expulsado de ETA en 2005.
En julio de 2022 José Lorenzo Ayestarán Legorburu fue trasladado del Centro Penitenciario de Asturias a un centro penitenciario en Vascongadas. Ingresó en prisión el 14 de marzo de 2014 y cumple una condena acumulada de 30 años por asesinatos y delitos de atentado, depósito de armas, tenencia de explosivos y daños. Cumplirá las 3/4 partes de la condena en marzo de 2035.
Jesús Velasco Zuazola había nacido en Vitoria el día 2 de enero de 1933. Estaba casado con Ana Vidal Abarca López y era padre de cuatro hijas. Llevaba al frente de la Jefatura del Cuerpo de Miñones de Álava desde hacía seis años. Era un vasco muy español por los cuatro costados, muy apreciado en la capital alavesa.
Su esposa Ana Vidal-Abarca López era vicepresidente de Alianza Popular de Álava y había sido candidata a las elecciones del 15 de junio de 1977 por Alianza Popular en Álava y en la consulta del 1 de marzo de 1979, lo había hecho en la candidatura de Unión Foral del País Vasco. Tras el asesinato de su esposo, se fue a vivir junto a sus hijas a Madrid, donde en 1981 fundaría la Asociación de Víctimas del Terrorismo junto a otras dos mujeres: Sonsoles Álvarez de Toledo e Isabel O´Shea. Ana María, un auténtico ejemplo de lucha contra la impunidad de los asesinos etarras y sus cómplices, falleció el 15 de junio de 2015. El 7 de julio del mismo año el Gobierno español le concedió a título póstumo la Orden del Mérito Constitucional,
De acuerdo con el Real Decreto 1404/2000, con fecha 19 de julio de 2000, se concedió al comandante Velasco Zuazola la Gran Cruz de la Real Orden de Reconocimiento Civil a las Víctimas del Terrorismo a título póstumo. Además, en resolución fechada el 18 de marzo de 2005 (Real Decreto 308/2005), el Ministerio del Interior le concedía también el ascenso de empleo, con carácter honorífico y a título póstumo.
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