11 DE ABRIL DE 1976. BARACALDO (VIZCAYA) GUARDIA CIVIL MIGUEL GORDO GARCÍA.
Guardia Civil Miguel Gordo García.
A las once de la mañana del 11 de abril de 1976, el Guardia Civil, MIGUEL GORDO GARCÍA, fallecía electrocutado en Baracaldo, al intentar retirar una bandera nacionalista vasca colocada por la banda terrorista ETA en un cable de alta tensión. La ikurriña fue colocada, la noche del sábado 10, en un cable de alta tensión, por medio de una argolla metálica, situado en la calle León, de Baracaldo, frente al edificio de la Compañía Telefónica Nacional de España.
Avisada la Guardia Civil, un grupo de especialistas se dirigió al citado lugar, para retirar la bandera. El miembro de la Benemérita se subió a una plataforma elevadiza, pero cuando estaba manipulando la argolla con un alicate sufrió una fuerte descarga eléctrica. Inmediatamente Miguel Gordo fue trasladado a la Ciudad Sanitaria de la Seguridad Social de Cruces (Baracaldo), donde ingresó cadáver.
Posteriormente, el cadáver del Guardia Civil fue trasladado a media tarde desde la Ciudad Sanitaria al cuartel de la Salve, sede de la Comandancia de la Guardia Civil de Bilbao, en cuya biblioteca quedó instalada la capilla ardiente.
A las ocho de la mañana del día siguiente, con asistencia de los familiares de la víctima, primeras autoridades civiles y militares de Vizcaya, alcalde de Bilbao y otras personalidades y representaciones, se celebró en la 541 Comandancia de la Guardia Civil un funeral de “cónpore insepulto” por el alma del guardia civil Miguel Gordo. l funeral fue oficiado por el capellán de la Policía Armada y de la Guardia Civil de Bilbao, don Jesús Aurelio Aragua, quien, en la homilía, tras hacer una llamada a la resignación cristiana, condenó la criminal acción terrorista que produjo la muerte de Miguel. “Cristo nuestro Señor” —dijo—, “juez supremo de vivos y muertos, que conoce perfectamente lo que se oculta en lo más recóndito del corazón, será quien, en definitiva, dé a cada uno de los hombres lo que se merece”.
Terminada la misa, y tras ser entonado el Himno de la Guardia Civil, él féretro de Miguel Gordo, envuelto en la Bandera Nacional, fue trasladado a hombros de guardias civiles hasta un furgón que trasladó los restos mortales de Miguel Gordo hasta la localidad de Riego de la Vega en León, donde fue cristianamente sepultado.
Miguel Gordo García de 41 años de edad, había nacido en Villambrán de Cea (Palencia), el 23 de abril de 1935. Estaba casado y era padre de un niño de seis años. Ingresó en el cuerpo de la Guardia Civil en Bilbao hacía 16 años y desde entonces estuvo siempre destinado en la Comandancia de la provincia de Vizcaya.
De acuerdo con el Real Decreto 1404/2000, con fecha 19 de julio de 2000, se le concedió la Gran Cruz de la Real Orden de Reconocimiento Civil a las Víctimas del Terrorismo a título póstumo. Además, en resolución fechada el 18 de marzo de 2005 (Real Decreto 308/2005), el Ministerio del Interior le concedía también el ascenso de empleo, con carácter honorífico y a título póstumo.
La muerte del Guardia Civil Miguel Gordo nunca fue juzgada, desconociéndose a día de hoy, quien o quienes fueron los autores de la colocación de la bandera con trampa asesina.
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