11 DE DICIEMBRE DE 1997. IRÚN (GUIPÚZCOA) JOSÉ LUIS CASO CORTINES,CONCEJAL DEL PARTIDO POPULAR EN RENTERÍA.
José Luis Caso Cortines. Concejal del Partido Popular en Rentería.
El jueves 11 de diciembre de 1997, un miembro de ETA asesinaba en un bar de Irún (Guipúzcoa) al concejal del Partido Popular en Rentería JOSÉ LUIS CASO CORTINES, disparándole un tiro en la cabeza a bocajarro.
El concejal José Luis caso era asesinado por un encapuchado, cuando se encontraba en el interior de un bar de la localidad guipuzcoana de Irún. El atentado fue perpetrado a las 22.57 horas en el bar Tranche ubicado en la calle de Juan Arana, donde residía el edil asesinado, situada en pleno centro de la ciudad fronteriza. El autor material del disparo emprendió la huida a pie, tras amenazar a las personas que se encontraban en el interior del bar para que no le persiguieran. Un segundo terrorista cubría al asesino desde la puerta y, tras salir del bar, emprendió la fuga junto a él. Ambos corrieron por la calle Juan Arana hasta alcanzar un vehículo, en el que les esperaba una tercera persona. Una vez dentro del coche los tres continuaron la huida por la zona de la avenida de Guipúzcoa.
José Luis Caso sufrió una única herida de bala en la cabeza, “con orificio de entrada en zona parietal derecha y de salida por la parieto-occipital izquierda, con pérdida de masa encefálica”, falleciendo prácticamente en el acto. Su cuerpo permaneció en el lugar del suceso durante más de una hora, hasta que el juez y el médico forense ordenaron el levantamiento de cadáver.
José Luis Caso, pese estar amenazado por ETA, había rechazado la escolta hasta el mismo día de su muerte y se había negado reiteradamente a abandonar Vascongadas. Tras la muerte de Miguel Ángel Blanco, las calles de Rentería se llenaron de pintadas amenazadoras contra José Luis Caso: "Tú serás el próximo", decían algunas, mientras se le representaba en el interior de una diana y con una flecha clavada en la cabeza, todas ellas realizadas por los cómplices y simpatizantes de la banda asesina y amparadas con declaraciones patéticas y malvadas de dirigentes de Herri Batasuna, el partido seguidor de ETA tras la condena de veintitrés miembros de la Mesa Nacional de Batasuna a siete años de cárcel. Uno de ellos, Arnaldo Otegui “el gordo” refirió a los medios de información su amenaza: "Mayor, el Partido Popular y el Gobierno tendrán la contestación que se merecen".
Alrededor de las once y media de la mañana del sábado dia 13 llegó al cementerio el féretro con el cuerpo de José Luis Caso. Tras el rezo de un responso en la capilla, fue inhumado, entre los sollozos y las lágrimas de su madre, viuda e hijos. El párroco rezó un padrenuestro y, luego, fueron depositadas sobre la tumba las numerosas coronas, que la cubrieron por completo, la primera de ellas la de su esposa e hijos, junto a otras enviadas por el Ayuntamiento de Rentería, del que era concejal, diversos Ministerios, la Diputación guipuzcoana y otras de puntos tan distantes como los consistorios de Lugo o Ceuta. El acto finalizó después de que los representantes del Gobierno y del PP presentes abrazaran a los familiares del edil asesinado. Entre los asistentes al entierro se encontraban, el vicepresidente del gobierno Francisco Álvarez-Cascos, los ministros de Agricultura, Loyola de Palacio; Defensa, Eduardo Serra; Sanidad, José Manuel Romay; Medio Ambiente, Isabel Tocino, y Justicia, Mariscal de Gante.
Igualmente, acudieron los presidentes del Congreso, Federico Trillo, y el Senado, José Ignacio Barrero; los alcaldes de Irún, Alberto Buen, y Rentería, Miguel Buen; la compa ñera de Caso en el grupo municipal del PP en Rentería, Concepción Gironza y otras autoridades civiles y militares y de las Fuerzas y Cuerpos de seguridad.
En junio de 2006 la Audiencia Nacional decidió absolver por falta de pruebas a García Gaztelu y a Irantzu Gallastegui, acusados ambos del asesinato del concejal popular, pese a que las huellas dactilares de los dos habían aparecido en un piso en el que la Policía había encontrado el revólver con el que José Luis Caso fue asesinado.
José Luis Caso Cortines, tenía 64 años y era natural de Comillas (Cantabria). Estaba casado y tenía dos hijos y un nieto. José Luis llevaba residiendo en vascongadas desde los 22 años, instalándose en Irún en la década de los años 50. Allí recibieron cristiana sepultura sus restos mortales. José Luis se había jubilado como soldador, tras trabajar durante treinta años en los astilleros Luzuriaga en Pasajes de San Juan, donde se había ganado el aprecio y respeto de sus compañeros, siendo enlace sindical del comité de empresa del sindicato vertical del régimen de 18 de julio.
De acuerdo con el Real Decreto 1404/2000, con fecha 19 de julio de 2000, se le concedió la Gran Cruz de la Real Orden de Reconocimiento Civil a las Víctimas del Terrorismo a título póstumo.
A día de hoy el asesinato de José Luis Caso continua impune.
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