11 DE SEPTIEMBRE DE 1985. MADRID. EUGENE KENNETH BROWN.
Eugene Kenneth Brown.
Tras dos días de agonía, al no poder superar las gravísimas heridas que le produjo un atentado con coche bomba, perpetrado el 9 de septiembre por el comando Madrid de la banda terrorista, separatista, marxista y antiespañola ETA, al paso de un microbús de la Guardia Civil, por la madrileña plaza de la república Argentina, fallecía el 11 de septiembre de 1985, en el hospital de la Cruz roja de la capital de España, el ciudadano norteamericano EUGENE KENNETH BROWN.
En el momento en que el microbús del Benemérito Cuerpo, que iba a realizar el relevo del servicio de vigilancia de la Embajada soviética, pasaba se hallaba por la plaza de la república Argentina, un coche Peugeot 505, matrícula M-1716- FB, que se encontraba aparcado junto a un semáforo y en cuyo interior había un potente artefacto, fue explosionado a distancia y alcanzó de lleno al microbús, especialmente en su parte delantera derecha. El microbús llevaba un coche Renault 4 M L de escolta con tres Guardas Civiles a bordo.
El coche de escolta no pudo actuar, ya que se quedó parado en un semáforo antes de entrar en la plaza de la República Argentina y el microbús consiguió que el coche-bomba, no le alcanzase de lleno, gracias a la pericia y rapidez del conductor del autobús, Antonio Medina Gordillo, que evitó que se consumase una masacre de guardias civiles, al acelerar y pasar en ámbar el semáforo de la plaza.
El microbús fue a estrellarse contra un árbol. Después de la gran explosión, que causó rotura: de cristales en los edificios cercanos, se oyeron repetidos disparos de metralleta, realizados por los terroristas y repelidos por los propios guardias civiles que viajaban en el microbús, muchos de ellos heridos.
Los disparos de metralleta efectuados por la Guardia Civil partieron de los guardias que iban en el microbús, uno de los cuales disparó contra un coche que salió precipitadamente de la plaza de la República Argentina. Otros dos guardias que estaban de vigilancia juntó a la sede de la embajada de la Unión Soviética, en la calle de Matías Montero, dispararon a su vez contra un vehículo que pasó por allí a gran velocidad.
El artefacto utilizado en el coche - bomba contra un microbús de la Guardia Civil contenía unos diez kilos de explosivo
El coche utilizado por los terroristas en su huida había sido robado horas antes del atentado, según fuentes de la Jefatura Superior de Policía. A las 6,10 horas, un hombre y una mujer tomaron un taxi en la plaza de Lima y pidieron al conductor que les llevara al Puente de los Franceses. Una vez allí, un tercer joven se subió al vehículo y, posteriormente, amordazaron al conductor y le obligaron a introducirse en el maletero, según declararía el taxista en la Brigada Regional de Información. El taxista, fue encontrado después del atentado en la calle Conde Peñalver, número 4, maniatado en el interior del maletero.
En el atentado resultaría herido el ciudadano norteamericano Eugene Kenneth Brown, quien en esos instantes realizaba por la mencionada plaza, una sesión de footing. Eugene, directivo de la filial española de la multinacional Johnson & Johnson, había llegado a Madrid el día 6, a fin de mantener una reunión con directivos españoles de la empresa. Se encontraba hospedado en el Hotel Eurobuilding y tenía previsto regresar a su país la misma tarde en que se produjo el atentado que le dejaría muy mal herido en el pecho y abdomen y estado de coma profundo.
Además de a Eugene Brown, la explosión hirió de diversa consideración a otro civil, Alfonso Trillo Bernabéu, y a dieciséis de los veinticuatro guardias civiles que ocupaban el autobús: Miguel Ángel Chapado Manzanas, Luis Corchado Gibello, Juan Antonio Corredor Pérez, Jacinto Delgado Córdoba, Enrique González Martín, Pedro Jiménez González, Ángel Larios Rivero, Antonio Malfeito Inchausti, Antonio Medina Gordillo, Jesús Pérez Rodríguez, José Pérez Rodríguez, Raimundo Plata Pampanas, Marcos Rey Patón, José Carlos Sánchez Martín, Alfonso Sánchez Rodríguez y Manuel Varela Reyes.
En el año 2000 la Audiencia Nacional condenó a Ignacio De Juana Chaos a 489 años de cárcel, a Inés Del Río Prada a 478 años y a Juan Manuel Soares Gamboa a 299 años por delitos de atentado, asesinato consumado, diecisiete asesinatos frustrados y estragos, entre otros. En 2007 fue condenada también por el mismo atentado, la etarra Belén González Peñalva, alias Carmen, a 467 años de cárcel, tras ser extraditada desde Francia en noviembre de 2005.
Una vez arrepentido, Soares Gamboa, relataría con toda clase de detalles, los pormenores de aquel atentado que costó la vida a Eugene Kenneth y a punto estuvo de originar una tremenda matanza de Guardias Civiles.
Para preparar el atentado, de la plaza de la República Argentina, contaría Soares, tras recibir numerosa información sobre un microbús del Instituto Armado que pasaba todas las mañanas por la plaza de la República Argentina, facilitada por los etarras Inés Del Río Prada y Esteban Nieto, robaron en San Sebastián, un Peugeot 505 al que cambiaron las placas de matrícula por otras falsas Ese automóvil sería estacionado en un aparcamiento público en la plaza de Callao por el propio Soares Gamboa, quien al día siguiente, 8 de septiembre, recogería, ya cargado de explosivos, dirigiéndose a un colegio mayor de la Ciudad Universitaria, donde había quedado con González Peñalva y De Juana Chaos. Ambos llegaron en un taxi a cuyo conductor habían encerrado en el maletero. De Juana se puso al volante del coche-bomba, mientras que Soares Gamboa y González Peñalva le siguieron en el taxi, aunque González Peñalva se apeó del taxi en la calle Princesa por miedo a ser reconocida. El coche-bomba sería estacionado en la calle Carbonero y Sol, junto a la plaza de la república Argentina por la que tendría que pasar el autobús de la Guardia Civil.
A la mañana del día siguiente, el comando etarra acudió a la proximidades de la plaza y sería el sanguinario De Juana quien al ver el autobús de la Guardia Civil llegar al lugar donde se encontraba el coche bomba, activaría por control remoto la deflagración del artefacto, compuesto por entre 8 y 12 kilos de explosivo y 2 más de tornillería como metralla.
Inés del Rio fue la etarra, que, en contra de la llamada “doctrina Parot” que le había sido aplicada por la justicia española, apeló, junto a sus abogados, en última instancia al Tribunal Europeo de Derechos Humanos, que se pronunció de manera definitiva el 21 de octubre de 2013 fallando a favor de Inés del Río y ordenando su puesta en libertad de manera inmediata, algo que ocurrió el día siguiente.
En 1999, la Audiencia Nacional decretaba la libertad del etarra Esteban Esteban Nieto, condenado a más de tres mil años de cárcel por diversos atentados, al padecer una enfermedad grave, irreversible e incurable de la cual falleció.
Belén González Peñalva, enfermaría de cáncer en 2009, permitiéndosele seguir cumpliendo condena en régimen de prisión atenuada. Falleció en el Instituto Oncológico de San Sebastián el 16 de noviembre de 2017.
Juan Manuel Soares Gamboa, decidió en 1995 entregarse a la justicia española, Permaneció en prisión hasta el año 2003, en el que obtuvo el tercer grado después de haberse arrepentido y haber colaborado en el esclarecimiento de varios atentados de sus antiguos compañeros de armas.
El sanguinario Ignacio de Juan Chaos, condenado judicialmente por su participación en 25 asesinatos a casi 3.000 años de prisión, de los que cumplió 18 años de acuerdo al Código Penal bajo el que fue juzgado. Se encuentra fugado desde 2008, y en búsqueda y captura por orden de la Audiencia Nacional.
Eugene Kenneth Brown, había nacido en Pensilvania, tenía 45 años. Residía en Nueva Jersey, estaba casado y tenía dos hijos.
Comments