12 DE NOVIEMBRE DE 1979. OYARZUN (GUIPÚZCOA). FERNANDO RODRÍGUEZ ESPÍNOLA.GUARDA FORESTAL.
Fernando Rodríguez Espínola.
A la una menos cuarto del mediodía del 12 de noviembre de 1979 la banda terrorista ETA asesinaba al guarda forestal FERNANDO RODRÍGUEZ ESPÍNOLA,
El guarda forestal, perteneciente al cuerpo de guardería de ICONA, resultó muerto en un atentado en la localidad guipuzcoana de Oyarzun. El atentado tuvo lugar a la una menos veinte de la tarde, en el bar «Iru-Bide», donde se encontraba en ese momento el guarda forestal.
Los disparos fueron hechos desde la puerta, por dos Individuos, que posteriormente huyeron en un coche marca «Seat», en cuyo interior se encontraban otros dos. Sin mediar palabra los dos terroristas le apuntaron a la cabeza y dispararon contra él a muy poca distancia. Fernando fue alcanzado por un disparo en la cabeza y varios más en otras partes del cuerpo, falleciendo prácticamente en el acto.
En el lugar fueron recogidos por la Guardia Civil 7 casquillos de bala calibre 9 milímetros parabellum, marca «FN». Fernando solía almorzar habitualmente en el bar “Iru-Bide”.
En el momento en el que se produjo el atentado, había bastante gente en el bar, algunos en las mesas jugando a cartas, y otros en la barra, tomando consumiciones.
Sobre las dos de la tarde apareció abandonado, junto a la estación de ferrocarril de Rentería (Guipúzcoa), el vehículo utilizado por los autores del atentado. El vehículo un «SEAT 124», de color blanco, matrícula Z-6647-J, era propiedad de I.J.P., vecino de Zaragoza y viajante de profesión.
Fue sustraído a su propietario sobre las doce menos cuarto del mediodía en el momento en que aquél se disponía a recogerlo en la explanada de un hlpermercado de la cadena Mamut. Dos Individuos, encapuchados y armados, se le acercaron y, tras Intimidarle, le obligaron a introducirse en el Interior del vehículo. Allí le obligaron a leer un periódico, con el fin de que no observara al conductor, y le trasladaron a un monte cercano a la localidad de Oyarzun, donde le dejaron atado a un árbol. En dicho lugar esperaba un tercer individuo, que se marchó en el automóvil junto con los otros dos desconocidos. El dueño del coche logró asirse de sus ataduras y presentó denuncia del hecho.
La banda terrorista ETA militar justificó su asesinato acusándole de ser confidente de la Guardia Civil. Fernando había recibido amenazas por ser de derechas y profundamente español, aunque no hizo caso a las mismas y siguió haciendo su vida con normalidad.
Fernando Rodríguez Espinóla había nacido en Constantina (Sevilla), tenía 53 años y estaba soltero. Durante varios años había sido corresponsal del diario donostiarra «El Diario Vasco», si bien desde hacía cuatro meses lo era del periódico de la misma ciudad «La Voz de España». Llevaba 24 años como guarda forestal en el Ministerio de Agricultura, los últimos quince en la zona de Oyarzun.
Cuando se cumplieron treinta años del asesinato de Fernando, el Ayuntamiento de Constantina puso su nombre a una calle de la localidad. El acto, que tuvo lugar el 30 de julio de 2009, contó con la presencia de una hermana y dos sobrinas de Fernando,
De acuerdo con el Real Decreto 1404/2000, con fecha 19 de julio de 2000, se le concedió la Gran Cruz de la Real Orden de Reconocimiento Civil a las Víctimas del Terrorismo a título póstumo.
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