12 DE OCTUBRE DE 1975. VILLARREAL DE ÁLAVA,GERMÁN AGUIRRE IRASUEGUI,
TAXISTA.
Germán Aguirre Irasuegui.
Minutos antes de llegar a la medianoche del domingo 12 de octubre de 1975, la banda terrorista ETA asesinaba en Villarreal de Álava, a quince kilómetros de Vitoria, al taxista GERMÁN AGUIRRE IRASUEGUI, disparándole tres tiros en la nuca.
Faltaban escasos momentos para que finalizara el Día del Pilar cuando los habitantes de Villarreal de Álava escucharon ocho fuertes detonaciones. En un primer momento creyeron que se trataba de salvas practicadas por agentes de la Guardia Civil, como homenaje a su patrona, tal y como había sucedido en años anteriores. Sin embargo, los guardias civiles del cuartel de Villarreal no habían realizado ningún disparo, a causa del luto que había sido decretado a nivel nacional para ese día entre los miembros de la Benemérita por el asesinato el 5 de octubre de tres guardias civiles en el santuario de Aránzazu. Rápidamente, los agentes del Instituto Armado iniciaron una búsqueda para localizar al autor de los disparos y encontraron el cuerpo de Germán Aguirre a menos de quinientos metros del cuartel, en la zona de los lagos artificiales de Álava.
Germán Aguirre había recibido tres disparos en la nuca que le habían provocado la muerte instantánea, y yacía tumbado en el suelo cerca de su propio vehículo. El taxi, un SEAT 132 de color rojo, se había internado en una zona cerca del embalse de Santa Engracia, a través de un camino sin salida que conducía directamente al agua. Por este motivo los agentes de la Guardia Civil sospecharon desde el primer momento que los asesinos de Germán Aguirre le habrían obligado a tomar esa dirección bajo amenazas.
En torno a las ocho de la tarde, Germán Aguirre había sido contratado por un supuesto enfermo para que le llevara en su taxi hasta Villarreal, en Álava. Inicialmente las sospechas recayeron sobre ese cliente, por lo que los compañeros de Germán Aguirre fueron interrogados al respecto por la Guardia Civil, para intentar aportar datos sobre aquél, durante la madrugada del lunes 13.
A lo largo de la noche se ordenó el traslado del taxi al cuartel de la Benemérita en Villarreal. Horas después, por la mañana, en el lugar donde había sido encontrado el cadáver todavía podía verse un gran charco de sangre. La investigación fue dirigida desde el primer momento por el teniente coronel Antonio Tejero Molina, jefe de la Comandancia de la Guardia Civil en Vitoria.
Al día siguiente del crimen, en torno a las ocho de la tarde, tuvieron lugar los funerales de cuerpo presente por el alma de Germán Aguirre en la Iglesia parroquial de San Juan Bautista, en Mondragón.
Los asesinos de ETA no emitieron ningún comunicado sobre el asesinato de Germán, por lo que en medios alaveses se especuló con todo tipo de teorías sobre las motivaciones del crimen, entre las que se encontraba el que hubiera sido un ajuste de cuentas. Sin embargo, diecisiete años después del asesinato de Germán, en 1992, le fue incautada documentación al etarra José Luis Álvarez Santacristina, alias Txelis, que justificaba el asesinato del taxista por considerarlo confidente policial.
Germán Aguirre Irasuegui tenía 35 años en el momento de su asesinato. Nacido en Vergara, vivía en Mondragón y trabajaba allí como taxista desde hacía ocho años. Estaba casado y junto a su esposa, natural de Aramayona (Álava), era padre de dos niños, de 10 y 11 años.
De acuerdo con el Real Decreto 1404/2000, con fecha 19 de julio de 2000, se le concedió la Gran Cruz de la Real Orden de Reconocimiento Civil a las Víctimas del Terrorismo a título póstumo.
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