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HOY 13 DE AGOSTO: ASESINADOS POR EL TERRORISMO MARXISTA. ¡ESPAÑOL RECUERDA Y NO OLVIDES!

13 DE AGOSTO DE 1979. PORTUGALETE. VIZCAYA. POLICÍA MUNICIPAL MANUEL FERREIRA SIMOIS,habían


Policía Municipal Manuel Ferreira Simois.


A la una y media de la tarde del día 13 de agosto de 1979, la banda terrorista ETA asesinaba a tiros en Portugalete al policía municipal MANUEL FERREIRA SIMOIS cuando se encontraba regulando el denso tráfico en la confluencia de las calles General Castaños y Gregorio Uzquiano, de aquel día en que Portugalete se hallaba en fiestas.


Hacia las 13:30 horas cuando el tráfico era intenso, el agente ordenó a los ocupantes de un Seat 1430 que venían por la calle Uzquiano, que se detuviesen para dejar paso a los vehículos procedentes de la otra calle del general Castaños. En ese instante uno de los ocupantes, que iba encapuchado, se apeó del vehículo esgrimiendo una pistola en su mano con la efectuaría cuatro disparos, casi a bocajarro, contra el policía municipal. Manuel Ferreira Simois, que resultó alcanzado en el pecho y en la cabeza, cayendo en el centro de la confluencia de las calles gravísimamente herido. Los terroristas arrancaron con rapidez el coche dando un brusco giro de volante, para incorporarse a la dirección contraria a la que circulaban escapando hacia Sestao.


Debatiéndose entre la vida y la muerte Manuel Ferreira fue trasladado hasta la Clínica San Juan de Dios de Portugalete, en donde, a la vista de la gravedad de sus heridas, decidieron enviarlo en ambulancia hasta la Hospital de Cruces en Baracaldo adonde llegaría cadáver. En el lugar de los hechos la Guardia Civil recogió dos casquillos más del calibre 9 milímetros parabellum, marca Geco.


La Guardia Civil localizaría, horas más tarde, el vehículo utilizado en el atentado abandonado en otra calle de Portugalete En su interior se encontraron otros dos casquillos del calibre 9 milímetros parabellum, marca Geco.


La víctima había recibido numerosas amenazas de muerte desde un año antes de ser asesinado, llegándole a enviar por carta un esquela con su nombre. En las paredes cercanas su domicilio habían aparecido pintadas en las que se anunciaba su muerte. Manuel había prestado servicio como guardaespaldas del anterior alcalde de Portugalete. Según sus amigos y vecinos era una persona amable, reservada y discreta, que se sentía profundamente español pero no hablaba de política.


El pleno del Ayuntamiento de Portugalete, reunido el mismo día del atentado, declaró, con el voto en contra de los tres concejales que Herri Batasuna tenía en el consistorio, dos días de luto oficial. Asimismo, en señal de protesta y de repulsa por el brutal atentado, los policías municipales de Portugalete se mantuvieron en huelga durante todo el día 14 de agosto.


El funeral por Manuel Ferreira se celebró al día siguiente en la parroquia de María Madre de la Iglesia de Portugalete, con la asistencia de familiares y miembros de la Corporación municipal.


Manuel Ferreira Simois, de 47 años, era natural de Untas (Orense), pero llevaba quince años residiendo en Santurce. Estaba casado y era padre de ocho hijos. Había ingresado en la plantilla del cuerpo de Policía Municipal de Portugalete en 1969. Uno de sus hijos, Francisco Javier Ferreira Castro, que ingresaría en el Cuerpo Nacional de Policía, sufriría otro atentado, en esta ocasión el 18 de junio de 1994, al colocar la banda asesina una bomba-lapa en los bajos de su vehículo, en Santurce. Francisco Javier prestaba servicio en el cuartel de Basauri y allí llevó su coche con la bomba sin estallar. Al apearse ya dentro del cuartel, debido a un falló mecánico estalló el iniciador que no lograría hacer estallar la bomba. El Policía Nacional, afortunadamente tan solo sufrió quemaduras.


De acuerdo con el Real Decreto 1404/2000, con fecha 19 de julio de 2000, se concedió a Manuel Ferreira la Gran Cruz de la Real Orden de Reconocimiento Civil a las Víctimas del Terrorismo a título póstumo.


13 DE AGOSTO DE 1986. HOSPITAL DE CRUCES DE BARACALDO, VIZCAYA JOSÉ MIGUEL MOROS PEÑA.

José Miguel Moros Peñas.


El 13 de agosto de 1986 fallecía en el Hospital de Cruces de Baracaldo JOSÉ MIGUEL MOROS PEÑA, a consecuencia de las graves lesiones que le causó la explosión de una bomba, que estalló el 27 de junio de 1986, en la empresa Constructora Ugandía donde trabajaba. La empresa, subcontratada por Dragados y Construcciones, era en aquel momento la encargada de realizar el Plan de Saneamiento Integral del Consorcio de Aguas del Gran Bilbao.


José Miguel resultó herido de gravedad a las 7:50 horas del día 27 de junio, al hacer explosión una bomba colocada en una máquina perforadora, utilizada en las obras de construcción de una depuradora en el término municipal de Portugalete, justamente cuando el joven pretendía poner ésta en funcionamiento. La explosión le causó la amputación del antebrazo izquierdo, además de otras heridas muy graves en la cara. La bomba, cuyo mecanismo de relojería falló, se activó con las vibraciones y el calor originados por la puesta en marcha del motor de la máquina.


La colocación de la bomba fue anunciada por una llamada anónima a la Policía Municipal de Santurce a las 23:45 horas del día anterior, que informó de ello a la Policía Nacional y a la Municipal de Portugalete. Un equipo de desactivación de la Policía Nacional inspeccionó las grúas y retiró paquetes sospechosos sin encontrar ningún artefacto. El jefe superior de Policía de Bilbao informó que los policías de Santurce consideraron que se trataba "de una de tantas falsas alarmas", por lo que no se vio oportuno revisar nuevamente la zona a la luz del día.


De la acción se responsabilizó el grupo Iraultza (Revolución), surgido en 1981. Iraultza reivindicó atentados con explosivos contra numerosas empresas instaladas en Vascongadas como apoyo a las movilizaciones obreras, así como contra oficinas de la Administración estatal y empresas y propiedades estadounidenses.


José Miguel Moros Peña, de 18 años de edad, residía en Portugalete, y llevaba dos meses en su primer empleo, trabajando en la empresa Constructora Ugandía.


En el año 2002, el Ayuntamiento de Portugalete rindió homenaje tanto a José Miguel Moros Peña como al policía municipal Manuel Ferreira Simois. Durante el homenaje, los padres de José Miguel, Margarita y Julián, colocaron un ramo de flores en el monumento dedicado a las víctimas del terrorismo en el parque de Ellacuría.


De acuerdo con el Real Decreto 1404/2000, con fecha 19 de julio de 2000, se concedió a Manuel Ferreira la Gran Cruz de la Real Orden de Reconocimiento Civil a las Víctimas del Terrorismo a título póstumo.

 
 
 

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