13 DE AGOSTO DE 1986. HOSPITAL DE CRUCES DE BARACALDO, VIZCAYA JOSÉ MIGUEL MOROS PEÑA.
José Miguel Moros Peña.
El 13 de agosto de 1986 fallecía en el Hospital de Cruces de Baracaldo JOSÉ MIGUEL MOROS PEÑA, al no poder superar las gravísimas heridas y lesiones que le causó la explosión de una bomba, colocada, el viernes 27 de junio de 1986, por la organización terrorista marxista y separatista Iraultza “Revolución”, en una obra de la empresa Constructora Ugandía donde trabajaba.
La bomba, compuesta por 600 gramos de clorátita, se activó al poner en marcha el motor de la grúa donde estaba colocada, según fuentes policiales. Las mismas fuentes indicaron que falló el mecanismo de relojería para activar la bomba el jueves por la noche, motivo por el que no hizo explosión cuando estaba previsto y se activó por las vibraciones y el calor originado por la puesta en marcha del motor de la grúa. Estas fuentes indicaron que el motivo del atentado contra una grúa de las que efectuaban obras del plan de saneamiento integral del consorcio de aguas del Gran Bilbao, que incluía la construcción de una planta depuradora en Galindo, contra cuya construcción se han manifestado numerosas veces los vecinos de Sestao,
Según la Policía Nacional, la bomba fue colocada el jueves 26 por la noche por uno o varios desconocidos y sobre las 23,45 horas un comunicante anónimo avisó a la policía municipal de Santurce de su existencia. Agentes de este cuerpo avisaron a los de la policía municipal de Portugalete, quienes, a su vez, avisaron a la comisaría de policía Nacional de esa localidad, cuyos inspectores y un equipo de desactivación, se personaron en la obra revisando las grúas, sin encontrar ningún artefacto. El jefe superior de Policía de Bilbao informó que los policías de Santurce consideraron que se trataba "de una de tantas falsas alarmas", por lo que no se vio oportuno revisar nuevamente la zona a la luz del día.
El grupo Iraultza (Revolución), surgido en 1981 se responsabilizaría de la colocación de la bomba, Iraultza reivindicaría varios atentados con explosivos contra numerosas empresas instaladas en Vascongadas como apoyo a las movilizaciones obreras, así como contra oficinas de la Administración estatal y empresas y propiedades estadounidenses.
José Miguel Moros Peña, vecino de Portugalete, tenía 18 años de edad, llevaba dos meses trabajando en dicha obra con la Constructora Ugandía.
En el año 2002, el Ayuntamiento de Portugalete rindió homenaje tanto a José Miguel Moros Peña como al policía municipal Manuel Ferreira Simois, asesinado en 1979.
A día de hoy, el asesinato José Miguel Moros Peña, continúa impune.
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