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HOY 13 DE OCTUBRE:ASESINADOS POR EL TERRORISMO MARXISTA. ¡ESPAÑOL RECUERDA Y NO OLVIDES!

13 DE OCTUBRE DE 1997. BILBAO. AGENTE DE LA POLICÍA AUTÓNOMA VASCA JOSÉ MARÍA AGUIRRE LARRAONA.

Agente de la Policía Autónoma Vasca José María Aguirre Larraona.


A las cuatro de la tarde del lunes 13 de octubre de 1997, muy cerca del museo Guggenheim de Bilbao,  tres miembros de la banda terrorista ETA tiroteaban por la espalda al agente de la Ertzaintza JOSÉ MARÍA AGUIRRE LARRAONA, cuando  una patrulla de la Policía Autónoma Vasca, sospechó de dos personas vestidas de jardineros y que descargaban flores y maceteros de una furgoneta Fiat Transit de color blanco aparcada enfrente de la entrada principal de la pinacoteca, donde se estaban realizando los preparativos para su inauguración por los Reyes cinco días después, el 18 de octubre.


Tres miembros de ETA que resultarían ser -Kepa Arronategi Azurmendi, Eneko Gogeaskoetxea e Ibon Gogeaskoetxea- “accedieron a las inmediaciones del museo haciéndose pasar por operarios”, según se puede leer  en el auto de procesamiento realizado por el titular del Juzgado número 2 de la Audiencia Nacional, Ismael Moreno, dictado el 18 de febrero de 1998, contra cinco  miembros de ETA Soledad Iparraguirre, que fue quien dio la orden de atentar, Javier Abaunza Martínez, Kepa Arronategi Azurmendi, Eneko Gogeaskoetxea e Ibon Gogeaskoetxea por el atentado frustrado contra el Rey en el Museo Guggenheim de Bilbao.  Continua describiendo los hechos el auto judicial: “Arronategi y Eneko Gogeaskoetxea, en unión del hermano de este último, Ibon, prepararon tres jardineras grandes con diez granadas anticarro y dos minas antipersona en su interior. Los dos primeros las trasladaron en una furgoneta, el 13 de octubre, hasta las inmediaciones del museo, mientras Ibon estaba en un coche próximo por si debían huir precipitadamente. Una vez en el lugar de los hechos, procedieron a colocar una de las jardineras que portaban en la furgoneta en los jardines del Museo Guggenheim, y antes de que llegaran a ubicar las otras dos, son requeridos por miembros de la Ertzaintza para que justifiquen identidad, estancia en el lugar y mercancía o material que transportan. Al comprobar que la matrícula de la furgoneta era falsa, José María Aguirre se acercó a los terroristas. Uno de los etarras, al verse descubierto, respondió disparando al ertzaina, que fue trasladado inmediatamente al Hospital de Basurto en estado muy grave, mientras los tres terroristas huían a pie y dejaban en el interior del vehículo las otras ocho granadas y dos subfusiles.

La fuga de los asesinos de la banda provocó escenas de pánico entre los numerosos ciudadanos que circulaban por una zona especialmente abarrotada por su actividad comercial y dio lugar a una espectacular persecución por parte de las fuerzas del orden. Dos de los terroristas comenzaron a correr hacia el centro de Bilbao por la calle Iparraguirre. Detrás, dos agentes de la Policía Municipal y otro policía motorizado iniciaron la persecución. Los terroristas dispararon, al menos en una ocasión, contra sus perseguidores, lo que provocó que el policía motorizado cayera al suelo. Además intimidaron a varios transeúntes que, durante la carrera, les gritaron "asesinos". La Policía Municipal de Bilbao pudo detener, finalmente, a Kepa Arronategi. Los otros dos Eneko e Ibon Gogeaskoetxea consiguieron escapar robando tres coches a punta de pistola, uno de ellos a una mujer que viajaba con su hija”.


El museo bilbaíno constituyó, desde su construcción,  un objetivo principal de la banda etarra como pudo conocer la Policía Nacional,  a través de una documentación incautada en 1994 a la etarra Soledad Iparraguirre en la que afirmaba que "el Guggenheim era el objetivo y había que tirarlo patas arriba".


En 1999, Kepa Arronategi,  sería juzgado  por la Audiencia Nacional y condenado a 30 años de reclusión mayor por el asesinato del ertzaina Aguirre.


En mayo de 2020 Kepa Arronategi, fue trasladado de la cárcel zaragozana de Zuera  al centro médico Aita Menni de Guipúzcoa, donde cumple condena.


Ibon Gogeaskoetxea fue detenido en febrero de 2010 en la región francesa de Normandía, mientras que su hermano Eneko, que llevaba una plácida vida en Cambridge (Reino Unido), fue detenido en julio de 2011, en una operación conjunta de la Policía Metropolitana de Londres y la Guardia Civil, abierta a raíz de una comisión rogatoria cursada al Reino Unido por el titular del Juzgado Central de Instrucción número 2 de la Audiencia Nacional, Ismael Moreno. En Francia, Eneko ha sido condenado en rebeldía en dos ocasiones: la primera el 10 de junio de 2006, a tres años de prisión, por asociación de malhechores con fines terroristas, y la segunda el 24 de mayo de 2011, a otros tres años de prisión, por estar integrado en la estructura logística de ETA desmantelada en noviembre de 2006. En España tiene también una decena de requisitorias en la Audiencia Nacional por delitos de terrorismo, y figura desde 2001 en la lista de terroristas más buscados de la Unión Europea.


En septiembre de 2020, Ibon Gogeaskoetxea, fue recibido a su llegada a Bilbao "como un auténtico héroe" tras su llegada a la capital vizcaína después de salir de prisión en libertad condicional, tras diez años y medio de prisión. Tras abandonar la cárcel de Mont de Marsan y ser posteriormente entregado a España, fue finalmente puesto en libertad. Gogeaskoetxea había sido trasladado en julio de 2018 a la cárcel de Mont de Marsan, dentro de los acercamientos que llevó a cabo el Gobierno francés.


Por su parte su hermano Eneko fue trasladado en julio de 2022 por orden de la secretaria de instituciones penitenciarias, del Centro Penitenciario de El Dueso en Santoña(Cantabria) a un centro penitenciario de Vascongadas.


Eneko Gogeaskoetxea, ingresó en prisión el 20 de julio de 2012 y cumple una condena acumulada de 30 años por homicidio, tentativas de asesinato, delito contra la Corona y delitos de detención ilegal, de atentado, de estragos, coacciones, lesiones, depósito y tenencia de armas y falsificación. Cumplirá las 3/4 partes de la condena en diciembre de 2033.


José María Aguirre Larraona, tenía 35 años. Era natural de Zalla (Vizcaya), estaba casado con Maite Mollinedo y era padre de un hijo. La plaza donde cayó asesinado lleva hoy su nombre y ahí tuvo lugar un homenaje diez años después de su asesinato, en octubre de 2007. Asimismo, el Ayuntamiento de Zalla ha dedicado a su memoria una plaza céntrica de la localidad.

 

De acuerdo con el Real Decreto 1404/2000, con fecha 19 de julio de 2000, se le concedió la Gran Cruz de la Real Orden de Reconocimiento Civil a las Víctimas del Terrorismo a título póstumo. Además, en resolución fechada el 18 de marzo de 2005 (Real Decreto 308/2005), el Ministerio del Interior le concedía también el ascenso de empleo, con carácter honorífico y a título póstumo.

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