top of page
calinfernandezbara

HOY 14 DE DICIEMBRE:ASESINADOS POR EL TERRORISMO MARXISTA. ¡ESPAÑOL RECUERDA Y NO OLVIDES!

14 DE DICIEMBRE DE 2000. VILADECAVALLS (BARCELONA) FRANCISCO CANO CONSUEGRA. CONCEJAL DEL PARTIDO POPULAR EN VILADECAVALLS.

Francisco Cano Consuegra.Concejal del Partido Popular en Viladecavalls (Barcelona)


El 14 de diciembre de 2000, pero con el mismo método de la bomba-lapa, la banda terrorista ETA asesinaba en Viladecavalls (Barcelona) al concejal del Partido Popular de la localidad, y fontanero de profesión, FRANCISCO CANO CONSUEGRA.


Como cada mañana, Francisco Cano Consuegra, concejal desde hacía cinco, salió casi de noche de su domicilio en Viladecavalls con destino a la cercana localidad de Tarrasa, donde regentaba un taller de fontanería. Allí dejó su vehículo particular y cogió el de la empresa, una furgoneta Citroën C-15, ignorante de que de madrugada un comando de terroristas asesinos de ETA había forzado la puerta del copiloto para colocar una bomba.


Sin embargo, el artefacto no estalló cuando a las 8 de la mañana Cano puso en marcha el vehículo para dirigirse a varios comercios de Tarrasa, donde tenía que hacer algunas compras. Durante casi tres horas, el concejal realizó los recados paró a desayunar en su bar habitual, el Bar Leonés, en la carretera de Olesa a Montserrat, e incluso llegó a transportar a un amigo, un policía local, que se apeó de la furgoneta en una de las paradas que el vehículo realizó en su ruta por la localidad.


Eran las 10.45 horas cuando la furgoneta gris de Francisco Cano embocó el cruce de la ronda de Ponent y la calle Milans del Bosch. Allí, al bajar una cuesta, el detonador de la bomba se accionó. La explosión retumbó en todo el barrio de Can Boada, de Tarrasa. El estallido rompió por la mitad el vehículo, que quedó convertido en una masa informe de hierros retorcidos y calcinados. Sólo quedó reconocible la parte delantera. La onda expansiva del artefacto esparció los restos de vehículo en un radio de treinta metros.


Las asistencias médicas acudieron de inmediato al lugar de los hechos, donde el concejal ya agonizaba con las piernas casi amputadas, la columna vertebral destrozada y un severo shock cerebral.


Trasladado a la mutua de Tarrasa, los médicos lograron resucitarle tras una parada cardiorespiratoria de unos veinte minutos, que provocó que, en un primer momento, fuentes oficiales le dieran por muerto.


Hacia las 13.15 horas, el parte médico informaba de que el concejal se debatía entre la vida y la muerte. Media hora más tarde, Francisco Cano se convertía en otra víctima más de la asesina banda marxista y antiespañola ETA.


Durante varias horas, especialistas de la Policía estuvieron rastreando la zona e inspeccionando los restos del vehículo protegidos por un cordón policial. Fuentes policiales confirmaron que no se detectó ningún componente electrónico, ni en el amasijo de hierros en que quedó reducida la furgoneta, ni en sus alrededores. El artefacto estaba compuesto por unos cuatro o cinco kilos de un potente explosivo, casi con toda probabilidad cloratita, según explicaron fuentes de la lucha antiterrorista.


Francisco Cano no contaba con protección policial y no vivía obsesionado por su seguridad, aunque era consciente de que existía un riesgo.


Durante todo el día llegaron a Tarrasa representantes de todos los partidos. Javier Arenas, secretario general del PP, y los ministros de Asuntos Exteriores, Josep Piqué, e Interior, Jaime Mayor Oreja, acudieron por la tarde para arropar a los militantes y cargos de su partido.


En noviembre de 2007 la audiencia Nacional dio por probado en una sentencia, “que el día anterior al atentado, 13 de diciembre de 2000, Francisco Cano llegó a su casa por la noche sobre las 20:00 horas. Dejó la furgoneta en la calle y no en el aparcamiento particular de su vivienda. El concejal salió a cenar y regresó a su domicilio entre la 1:30 y 2:00 horas de la madrugada del jueves 14 de diciembre. Fue entonces cuando guardó el vehículo en el aparcamiento. La Citroën C-15 estuvo en la calle algo más de cuatro horas, tiempo que aprovechó, el etarra Fernando García Jodrá para colocar un artefacto explosivo bajo el asiento del conductor, con la ayuda de Lierni Armendaritz y González de Langarika quien, con un destornillador, forzó la puerta trasera del vehículo del concejal popular”. Los dos asesinos serian condenados a sendas penas de 47 años de prisión por un delito de estragos y otro de homicidio terrorista.


Ya en mayo de 2004, la Audiencia Nacional había juzgado a varios miembros y colaboradores de ETA, que operaban con sus vigilancias e informaciones en la zona de Barcelona, entre ellos Zigor Larredonda y Laura Riera. Estos cobardes cómplices, chivatos de la peor especie, serian condenados a 9 años de prisión por haber colaborado, entre otros atentados, en el asesinato de Francisco Cano Consuegra. Zigor Larredonda fue quien recabó información sobre posibles objetivos de la banda en la provincia de Barcelona, entre ellos el concejal del PP. Laura Riera, que trabajaba como auxiliar administrativa en la sección de multas del Ayuntamiento de Tarrasa, fue quien obtuvo de la base de datos de la Dirección General de Tráfico el número de matrícula del vehículo del concejal de Viladecavalls Francisco Cano.


En enero de 2022 Lierni Armendariz González de Langarika, fue trasladada del Centro Penitenciario de El Dueso a la prisión vasca de Martutene. En 2002 fue condenada a 33 años de prisión como responsable del asesinato contra Ernest Lluch. En 2003 fue condenada a 34 años de prisión como autora del asesinato de José Luis Ruiz Casado. En noviembre de 2004 fue condenada a 47 años de prisión como responsable del atentado que acabó con la vida de Miguel Gervilla. En 2004 fue también condenada a 47 años de prisión como responsable del asesinato de Francisco Cano.


En enero de 2023 el despiadado asesino Fernando García Jodrá, fue trasladado a una cárcel de Vascongadas, donde cumple condena por los mismos asesinatos que Lierne Armendariz.


Natural de La Carolina (Jaén), Francisco Cano Consuegra tenía 45 años. Siendo un niño se estableció con su familia en Cataluña. Estaba casado y era padre de dos hijas de 19 y 13 años. Era propietario de un taller de electricidad y fontanería (Fontanería Tapia-Cano) en el que trabajaban catorce empleados.


Era concejal por el Partido Popular desde 1997, tras haber ejercido dos años como edil independiente En el momento de su asesinato llevaba la concejalía de Obras y Servicios de Viladecavalls. Amante del deporte, seguidor acérrimo del Real Madrid y del Tarras club de futbol, había sido también directivo del Egara de Hockey hierba de Tarrasa.


Al día siguiente el arzobispo de Barcelona, Ricardo María Carles oficiaría en la parroquia de San Martín de Sorbet de Viladecavalls, el funeral de “corpore insepulto “por Francisco Cano, que fue presidido por el presidente del gobierno José María Aznar, acompañado por autoridades regionales provinciales, civiles y militares. Fue cristianamente sepultado en el cementerio de Tarrasa. En la tarde del entierro de Francisco cano más de ciento cincuenta mil personas, se manifestaron por las calles de Tarrasa con el lema "Cataluña por la libertad. ETA no".


De acuerdo con el Real Decreto 1404/2000, con fecha 19 de julio de 2000, se le concedió la Gran Cruz de la Real Orden de Reconocimiento Civil a las Víctimas del Terrorismo a título póstumo.

10 visualizaciones0 comentarios

Entradas Recientes

Ver todo

Comentários


Publicar: Blog2_Post
bottom of page