14 DE MAYO DE 1982. ÉIBAR (GUIPÚZCOA) ANTONIO HUEGUN AGUIRRE. TAXISTA.
Antonio Huegún Aguirre
A las 7,30 de la mañana del 14 de mayo de 1982, el cadáver del taxista ANTONIO HUEGÚN AGUIRRE, aparecía en un camino vecinal a Arrate, en el término municipal de Éibar (Guipúzcoa)
El cadáver, encontrado por dos caseros eibarreses, que, en un primer momento, pensaron que la víctima estaba durmiendo. Se dirigieron a él en términos jocosos, pero al acercarse comprobaron que estaba muerto. Dieron aviso inmediatamente a la Policía Municipal de Éibar. Antonio Huegún presentaba cinco impactos de bala realizados por la espalda, con salida por el hemitórax derecho. Tenía también la frente hundida, por haber caído boca abajo. En el lugar se encontraron casquillos de las marcas «Gecco» y «ST», munición habitualmente utilizada por ETA Militar.
El cuerpo sin vida de Antonio Huegun, cuando fue encontrado carecía de documentación, llevaba cinco mil pesetas en uno de los bolsillos y se encontraba cubierto por un gran papel.
Sobre la una de la tarde de ese mismo día, a la altura del número 18 de la calle Virgen del Carmen de Eibar, se localizó el taxi que conducía Antonio Huegun, un “Seat 124”.
Tras el asesinato de Antonio, los taxistas donostiarras, al conocer la noticia de su muerte, celebraron una asamblea en Anoeta, y decidieron realizar una huelga general de 24 horas.
Antonio Huegun Aguirre, de 43 años de edad, era natural de un caserío de la localidad guipuzcoana de Aya. Estaba casado y tenía dos hijos, una chica, que trabaja en una farmacia de Lasarte, y un joven de 16 años. No pertenecía a ningún partido político, ni había recibido amenazas de muerte. Llveba dieciocho años viviendo en Lasarte.
A día de hoy, el asesinato de Antonio Huegún continúa impune.
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