15 DE JULIO DE 2000. MÁLAGA JOSÉ MARÍA MARTÍN CARPENA, CONCEJAL DEL PARTIDO POPULAR EN EL AYUNTAMIENTO DE MÁLAGA.
José María Martín Carpena. concejal del partido Popular de Málaga.
Pasaban pocos minutos de las 21,30 horas de la noche del 15 de julio de 2000, cuando en la calle Rosas de la barriada Nueva Málaga de la capital andaluza, un miembro de la banda terrorista, marxista, separatista y antiespañola ETA, asesinaba al concejal del Partido Popular en el consistorio malagueño, JOSÉ MARÍA MARTÍN CARPENA cuando este abandonaba su domicilio acompañado por su mujer y de su hija, de 14 años.
En el aparcamiento, frente al número 5 de la calle, le esperaba el conductor del coche oficial que debía conducirles a una entrega de premios.
Una persona de mediana estatura, de unos 25 años, con camisa y gorra oscuras, se acercó por el lateral del vehículo y abrió fuego contra el concejal.
Martín Carpena, según relatarían después su esposa y el chófer, sobrevivió al primer impacto, se dio cuenta de lo que ocurría y trató de huir. El asesino, entonces, le vació el cargador por la espalda. Al menos uno de los disparos le alcanzó en la nuca.
El cuerpo del concejal recibió cuatro impactos de bala en la cabeza y cuello. El delegado del Gobierno precisó en el lugar del crimen se recogieron seis casquillos del calibre 9 milímetros parabellum, la munición habitual de ETA.
La capilla ardiente quedó instalada en el Ayuntamiento de Málaga adonde se acercaron varios miles de vecinos de la ciudad, gente anónima, que quiso darle su último adiós. El alcalde José María De Latorre y concejales, transportaron a hombros el féretro hasta la capilla ardiente.
Sobre el féretro, envuelto en la bandera de la ciudad, se colocó la medalla de oro de Málaga y la insignia de oro del PP. Los compañeros del edil con el alcalde a la cabeza, firmaron una nota en la que advertían de que “no nos vamos a someter nunca a los dictados de la violencia asesina”
El presidente del Gobierno, José María Aznar, llegó pasadas las cinco y media de la tarde acompañado de su esposa, Ana Botella. Fue recibido por los ministros del Interior, Jaime Mayor Oreja, y de Administraciones Públicas, Jesús Posada, así como el secretario general del PP, Javier Arenas, el delegado del gobierno en Andalucía, José Torres Hurtado y el alcalde de la ciudad.
Tras los actos en el consistorio, el presidente del Gobierno José María Aznar encabezó la comitiva que se dirigió a pie por la Alameda hasta la cercana catedral, donde el obispo Antonio Dorado ofició las honras fúnebres por el alma de José María Martín, cuyo féretro fue introducido en el templo por quienes fueran sus compañeros de corporación. Antes de la homilía, la madre del concejal muerto no pudo reprimir un último gesto de cariño hacia su hijo y besó el ataúd cubierto con la enseña de la ciudad. Tanto ella como la viuda y la hija del concejal necesitaron el brazo de familiares y amigos para no desfallecer a la salida de la catedral, donde el público, congregado dio constantes gritos de "¡Asesinos!, ¡Asesinos!" y "Vascos sí, ETA no", “ETA al paredón”, mientras la comitiva recorría los quinientos metros que separaban el Ayuntamiento de la Catedral.
El Obispo de Málaga destacó en su homilía la sencillez del concejal y formuló en voz alta las preguntas que —dijo— “se repiten ante cada nuevo atentado sin que aún nadie dé con la respuesta”. “¿Hasta cuándo? ¿Por qué estos crímenes? ¿Cuándo vais a dejar de causar tanto dolor?”, preguntó a los terroristas.
Los restos mortales de José María Martín Carpena fueron trasladados al Parque Cementerio de Málaga, donde recibieron cristiana sepultura en la intimidad por deseo expreso de su familia
El Gobierno municipal de Málaga concedería a título póstumo a José Maria Martín Carpena la Medalla de Oro de la ciudad. En septiembre de 2000 el consistorio aprobó que el Palacio de los Deportes Ciudad de Málaga pasara a tomar el nombre del concejal popular asesinado.
En diciembre de 2001 la Audiencia Nacional condenó a Igor Solana Matarrán y a Harriet Iragi Gurrutxaga a penas de 30 años de reclusión por el asesinato de Martín Carpena. Solana e Iragi, miembros del grupo Andalucía de ETA, fueron detenidos el 16 octubre de 2000 en Sevilla justo después de asesinar al coronel del Ejército y médico Antonio Muñoz Cariñanos.
A finales de octubre del año 2000, durante la toma de declaración a Jon Igor Solana Matarrán y Harriet Iragi Gurruchaga celebrado en la Audiencia Nacional, por parte del Juez Guillermo Ruiz Polanco y donde los etarras se negaron a declarar, Gurruchaga, en tono chulesco y desafiante, amenazó al juez diciéndole: “tú serás el próximo”. “Cuéntaselo a tus compañeros en el funeral" del magistrado Querol”, El general Tocado Querol Lombardero había sido asesinado por ETA en Madrid, ese mismo día 30 de octubre. El juez le respondió de forma admirable, a pesar de que sería sancionado, del siguiente modo:” Si yo no fuera juez y usted no estuviera esposado y con el brazo en cabestrillo, le daría dos hostias".
En noviembre de 2022, el indigno ministro Marlasca, a través de su secretaría General de Instituciones Penitenciarias, traslado al sanguinario Harriet Iragui Gurruchaga del Centro Penitenciario de Logroño a un Centro Penitenciario de la Comunidad Autónoma de Vascongadas. Fue condenado en 2001 por la Audiencia Nacional a 30 años de prisión como autor del asesinato de José Martín Carpena. En 2002 fue condenado a 45 años como autor del asesinato de Luis Portero García. En 2002 también fue condenado a 53 años de prisión como responsable del atentado que acabó con la vida de Antonio Emilio Muñoz Cariñanos. Ingresó en prisión el 20 de octubre de 2000 y cumple una condena acumulada de 30 años por asesinatos y delitos de homicidio, atentado, estragos, tenencia de explosivos, falsificación, robo, asociación ilícita y calumnias. Cumplió las 3/4 partes de la pena en mayo de 2023.
En agosto de 2022, Igor Solana Matarrán llevó el mismo camino, siendo trasladado de la prisión de Zuera (Zaragoza) a una cárcel de Vascongadas. Este asesino ya se había beneficiado de un trato de favor por Instituciones Penitenciarias, al permitirle tener un hijo en prisión con su pareja, la también etarra Eider Pérez, y de forma insólita dejarles acudir juntos al Registro Civil, escoltados por la Guardia Civil que pagamos todos los españoles. Ingresó en prisión el 20 de octubre de 2000 y cumple una condena acumulada de 30 años por asesinatos, homicidios, atentados, incendios y estragos y quebrantamiento de condena. Cumplió las 3/4 partes de la condena en abril de 2023.
José María Martín Carpena, tenía 50 años de edad, había nacido de Málaga, estaba casado con Elvira Calvente y tenía una hija de 17 años. Diplomado en Administración de Empresas, Martín Carpena era funcionario del Instituto Nacional de la Seguridad Social en el Ministerio de Asuntos Sociales. Presidente de las juntas de distrito de Carretera de Cádiz y Puerta de la Torre, era concejal desde el 21 de abril de 1997. En las elecciones municipales de 1999 ocupó el número quince de la candidatura que encabezó la que entonces era ministra de Sanidad, Celia Villalobos. Era también miembro fundador de la Cofradía de Nueva Esperanza, vinculada a la Parroquia de San Joaquín y Santa Ana, donde acudía con regularidad a misa. Martín Carpena carecía de escolta, a pesar de que su nombre había aparecido en papeles incautados al grupo Andalucía de ETA.
De acuerdo con el Real Decreto 1404/2000, con fecha 19 de julio de 2000, se le concedió la Gran Cruz de la Real Orden de Reconocimiento Civil a las Víctimas del Terrorismo a título póstumo.
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