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HOY 16 DE AGOSTO. ASESINADOS POR EL TERRORISMO MARXISTA. ¡ESPAÑOL RECUERDA Y NO OLVIDES!

16 DE AGOSTO DE 1975. MADRID. TENIENTE DE LA GUARDIA CIVIL ANTONIO POSE RODRÍGUEZ.



Teniente de la Guardia Civil Antonio Pose Rodríguez.


Eran aproximadamente las dos y media de la tarde del 16 de agosoto de 1975.cuando el teniente de la Guardia Civil, destinado en la Agrupación de Tráfico de Madrid, ANTONIO POSE RODRÍGUEZ regresaba su domicilio en la colonia de la Virgen del Rosario, barriada del Batán, cuando junto al paso subterráneo de la calle de Villavaliente, fue alcanzado por los disparos de un grupo de individuos que tras la acción se dieron rápidamente a la fuga hacia la carretera de Extremadura.


El teniente acababa de aparcar su coche y cruzando el paso de peatones se dirigía hacia el número uno de la calle de Villavaliente, donde en el piso segundo derecha tenía su domicilio. El tráfico a esa hora de la tarde, era casi nulo en la barriada del Rosario, que esos días se encontraba casi desierta debido a las vacaciones veraniegas y del largo puente de fin de semana- Por ello, nadie pudo ver con detenimiento la acción.

Un vecino, del número 3, al darse cuenta de lo sucedido bajó inmediatamente y tras comprobar la extrema gravedad del que se creía herido, lo tapó con una colcha blanca, y luego llamaba a las fuerzas del orden. Unas cien personas se congregaron inmediatamente. Una de las primeras en llegar fue la esposa del teniente tiroteado, a la que, sin embargo, no le permitieron sus convecinos acercarse.


La Dirección General de la Guardia Civil facilitaría a las 19,00 horas la siguiente nota oficial:” Hoy, a las 14,30, ha sido asesinado alevosamente el teniente de la Guardia Civil don Antonio Pose Rodríguez, por cuatro individuos jóvenes' que le esperaban apostados en las proximidades de su domicilio, en el Batán de esta capital.

Los autores del criminal atentado se dieron a la fuga seguidamente y arrojaron octavillas del FRAP reivindicando el hecho.

El oficial agredido fue trasladado urgentemente al Hospital Militar Gómez Ulla, donde a causa de la gravedad de las heridas recibidas nada se pudo hacer por salvar su vida. Había nacido en Almonacid de Zorita (Guadalajara), el 22 de noviembre de 1925. Estaba casado, sin hijos, y se hallaba destinado en la Plana Mayor de la Agrupación de Tráfico”


El Teniente Pose Rodríguez venía siendo observado desde el 21 de julio de ese año de 1975, cuando tuvo la desgracia de cruzarse con un miembro del F.R.A.P que resultaría ser José Luis Sánchez-Bravo, quien al regresar a su domicilio, en compañía de su mujer, observó que en el número 1 de la calle Villavaliente entraba el Teniente de la Agrupación de Tráfico de la Guardia Civil Antonio Pose Rodríguez, que vestía uniforme. Interesado por sus movimientos, en días sucesivos observó que tal hecho era una costumbre del mencionado teniente, realizándola siempre a la misma hora. Esta observación hizo concebir a José Luis Sánchez-Bravo la idea de llevar a la práctica el asesinato del miembro del Benemérito Instituto que comunicaría a su amigo Ramón Gracia Sanz.


Conociendo esa información, y según se reflejaría en la sentencia que condenaría a Sánchez Bravo y a su compañero terrorista y gran amigo Ramón García Sanz, “el día 1 de agosto de 1975 Sánchez-Bravo se entrevistó con Fernando Proenza González, alias “Manolo” camarero de profesión, coordinador del FRAP en Madrid, al que dio cuenta del plan elaborado, que mereció la conformidad de éste y accedió a participar en el mismo. Sánchez-Bravo dijo que si le daban autorización, él sería quien lo llevara a la práctica”, como de forma literal se reflejó en la sentencia que los condenaría.


El 2 de agosto, Sánchez-Bravo se entrevistó con otro miembro del FRAP, Manuel Cañaveras de Gracia –el cual, en esas fechas, era el responsable de la secretaría de agitación y propaganda del Comité Provincial de Madrid. La entrevista la preparó Concepción Tristán López, militante también del Partido Comunista y responsable de la secretaría de agitación y propaganda de la Zona Norte de Madrid. En dicha entrevista Sánchez-Bravo al recibir de Cañaveras una escopeta, indicó que se debía cortar el cañón del arma y que necesitaba de varias personas para realizar el plan, ofreciéndose el propio Cañaveras para ejecutarlo. Sánchez Bravo entregaría posteriormente la escopeta a Ramón García Sanz. Del plan de asesinato del Teniente Pose, fue informada María Jesús Dasca Penelas, máxima responsable de la infraestructura del grupo terrorista, quien dio su conformidad para la realización de la acción.


El día 15 se reunieron en una cafetería, Concepción Tristán, Sánchez Bravo y Cañaveras, manifestando la primera que la acción debía realizarse cuanto antes. Más tarde Cañaveras y Sánchez Bravo acudieron a una cita con otro miembro del comando de los FRAP José Fonfría Díaz, alias “Ricardo”, profesor de instituto, que se encontraba en compañía de otro individuo llamado Pujol, que no fue nunca identificado. Dieron encargo a Fonfría de robar un coche, para preparar la huida, tras la muerte del teniente, quedando citados Cañaveras y Fonfría el 16 de agosto en un comercio. Asimismo se citaron, para la una de la tarde de dicho día 16, Sánchez Bravo, García Sanz, Cañaveras y Proenza en la confluencia de las calles Ortega y Gasset y Conde de Peñalver.


El mismo día 16 de agosto de 1975, según la sentencia del tribunal que les juzgó, “el integrante del FRAP Ramón García Sanz compró dos cajas de cartuchos del calibre 12, dirigiéndose con otro de los terroristas integrantes del comando, Manuel Cañaveras de Gracia -quien le había entregado el arma- a una vaguada cercana a la carretera de Fuencarral a El Pardo, para probar la escopeta contra un árbol. Regresaron a Madrid y se separaron”

A la una de la tarde se reunieron Cañaveras, Sánchez Bravo, Fonfría y Proenza, quedando algo apartado García Sanz. Sánchez Bravo distribuyó los lugares que debían ocupar cada uno durante el asesinato y la misión que tenían que desempeñar. En esta reunión dijo Fonfría que no había podido conseguir el coche, y le indicaron que les acompañara, pues para algo serviría.

Se trasladaron a las inmediaciones de la víctima escogida, encontrándose en un bar Cañaveras, Fonfría, García Sanz y Proenza, al que llegaron sobre la una y media y permanecieron hasta las dos. Dieron una pequeña vuelta por los alrededores y se colocaron encima de la ropa que vestían otra camisa que llevaban preparada, explicando Cañaveras a Fonfría que iban a matar a un jefe de la Guardia Civil. García Sanz extrajo de una bolsa que llevaba la escopeta y los cartuchos, y unas octavillas atribuyendo el hecho al FRAP para que Proenza las arrojara al suelo tras cometido el asesinato.

Una vez ocupado cada uno de los integrantes del grupo el lugar asignado, García Sanz, se apostó con la escopeta tras un coche al lado del lugar donde solía estacionar el suyo el teniente de la Guardia Civil. Sobre las dos y media, Proenza dio una voz de “ahí viene” al ver que llegaba el señor Pose Rodríguez. Cuando apareció el automóvil, y estando fuera del mismo el citado teniente, Proenza hizo la señal convenida y García Sanz sacó la escopeta y apuntando al señor Pose cuando se encontraba a unos dos metros de distancia, completamente ajeno a lo que se tramaba y sin posibilidad de defensa, le disparó un solo tiro que le alcanzó en el hemitórax izquierdo y le produjo heridas gravísimas en pulmón y corazón, a consecuencia de las cuales falleció por muerte instantánea.

García Sanz recogió la bolsa en la que guardó el arma, salió corriendo, dejando abandonados tres cartuchos que no recogió por el apresuramiento, y huyendo a través del paso inferior del paseo de Extremadura, junto a Proenza. Los dos tomaron un taxi y fueron al otro extremo de Madrid, separándose luego. García Sanz se dirigió a su domicilio, en donde fue hallada la escopeta y cajas de cartuchos. Fonfria, al escuchar el disparo se marchó del lugar, dirigiéndose al domicilio de su suegra, donde estaba invitado a comer”. “Posteriormente –sigue diciendo la sentencia- celebraron una serie de entrevistas entre ellos y con el denominado “Pujol”, al que dieron cuenta de lo realizado. El día 17 Sánchez Bravo dio cuenta a Concepción de la acción realizada, la cual le felicitó y le encargó trasmitiera la felicitación al resto del comando”.


En la mañana del lunes 18 de agosto tenía lugar el traslado del cadáver del teniente de la Guardia Civil Antonio Pose Rodríguez, desde la capilla ardiente, instalada en el salón de honor de la Dirección General de la Guardia Civil al cementerio nuevo de Carabanchel, donde sería sepultado.

Alrededor de las diez de la mañana llegó a la Dirección General de la Guardia Civil el Ministro del Ejército, teniente General Francisco Coloma Gallegos, que acompañado del Director General del Benemérito Cuerpo, Teniente General Vega Rodríguez, pasó revista a una compañía que con bandera, escuadra, banda y música, le rindió honores.


El ministro del Ejército, que ostentaba la representación del presidente del Gobierno, ocupo un sitial destacado a los pies del féretro, que se hallaba cubierto con la bandera nacional y sobre ésta el tricornio y el sable del finado. Detrás del teniente general Coloma Gallegos se hallaban los ministros de Información y Turismo, León Herrera Esteban, y de Comercio, Luis Cerón Ayuso.


En otros lugares destacados se encontraban el teniente general Fernández Vallespín, jefe del Alto Estado Mayor; capitán general de la Primera Región Militar, teniente general Ángel Campano López: subsecretario de la Gobernación, Luis Peralta España; director general de la Guardia Civil, teniente general Vega Rodríguez; director general de Seguridad, señor Dueñas Gavilanes; alcalde de Madrid, representado, por el teniente de alcalde señor Pérez Pillado; ministro secretario, general del Movimiento, representado por el lugarteniente General de la Guardia de Franco, Luis Soriano: y otras autoridades civiles, militares y familiares del oficial asesinado que ocuparon también lugares destacados en el lado de la Epístola. Dieron guardia de honor al féretro turnos de oficiales de la Guardia Civil, que se fueron relevando desde que se instaló la capilla hasta el momento del traslado.


Celebró el funeral el coronel, teniente vicario de la Primera Región Militar, reverendo padre Jaime Tovar Patrón. El salón de la capilla ardiente se hallaba totalmente lleno de fieles, entre los que se encontraban comisiones de los tres Ejércitos, de la Guardia Civil, Policía Armada y Cuerpo General de Policía y otras entidades castrenses y civiles.


En la homilía, el celebrante tuvo palabras de recuerdo para el teniente Pose Rodríguez, cuyo ejemplo dijo “debe servir de estímulo a quienes tienen sobre sí la honrosa misión de velar por la paz de España”. Terminada la Misa fue- ron leídos sendos decretos del Ministerio del Ejército y de la Gobernación por los cual se otorgaban, a título póstumo, al teniente Antonio Pose Rodríguez la Cruz del Mérito Militar, con distintivo blanco de segunda clase, y la Cruz del Mérito Policial, cuyas insignias depositaron sobre el féretro el ministro del Ejército y el subsecretario de la Gobernación, respectivamente.


El ministro del Ejército, después de imponer la condecoración, pronunció unas palabras en las que exaltó el ejemplo de servicio a España que ofrecía el holocausto del teniente Pose Rodríguez.

Dijo que estaban anunciadas unas medidas determinadas, “que debemos esperar para poner fin a estas acciones terroristas” y concluyó declarando que “todos los españoles debemos gratitud a estos héroes que, con el ejemplo de sus virtudes, y de su vida, constituyen el hito más alto del auténtico patriotismo”.


A continuación, el féretro fue izado a hombros de oficiales de la Guardia Civil y llevado en esta forma hasta el patio central de la Dirección General. A l aparecer el ataúd, el gentío que se hallaba congregado en el patio irrumpió en vítores a la Guardia Civil y en gritos de ¡Justicia! ¡Justicia! ¡Justicia! Seguidamente, la compañía que había rendido honores desfiló ante el féretro, la presidencia familiar y las autoridades, repitiéndose las demostraciones do adhesión a la Guardia Civil y a las fuerzas del orden.


Finalmente, el féretro, cubierto con la bandera nacional, fue depositado en el furgón automóvil y éste, precedido de cinco coches portadores de coronas de fiares y después de rezado un responso por el padre Tovar Padrón, emprendió el camino del cementerio nuevo dé Carabanchel donde recibieron cristiana sepultura.


En la calle Guzmán el Bueno, al aparecer el furgón fúnebre, el gentío congregado allí repitió las manifestaciones de adhesión a la Guardia Civil y a las fuerzas del orden público.


El día 2 de septiembre, la Dirección General de Seguridad facilitaba la siguiente nota oficial sobre la detención de miembros del F. R. A. P., entre ellos los presuntos asesinos del teniente de la Guardia Civil don Antonio Pose Rodríguez: “El día 16 del pasado mes de agosto fue asesinado en Madrid el teniente de la Guardia Civil don Antonio Pose Rodríguez. El crimen fue reivindicado por los llamados «Grupos de Combate y Autodefensa del F.R.A.P.», organización clandestina controlada, dirigida e inspirada por el Partido Comunista de España marxista-leninista.

Tras activas gestiones funcionarios del Cuerpo General de Policía consiguieron identificar al “comando” autor de la muerte del señor Pose Rodríguez y, posteriormente, detener al ejecutor material del hecho, así como a otros dos elementos del F.R.A.P. que participaron en el mismo, uno de ellos como responsable del grupo y que fue, además, el que facilitó a la organización los informes que permitieron llevar a cabo el criminal atentado.

Dicho “comando” estaba integrado por; José Luis Sánchez Bravo Solías,(sic), alias “Hidalgo”, ya detenido como responsable del grupo, convicto y confeso del hecho. Manuel Cañaveras de Gracia, alias “Ramiro”, también detenido como miembro del «comando» de asesinato y persona que proporcionó la escopeta homicida, que ha sido ocupada. También convicto y confeso de estos hechos. Ramón García Sanz, alias “Pito”, capturado y autor material del crimen, convicto y confeso del mismo.

La acción que llevaron a cabo los citados, así como las anteriores perpetradas contra miembros de las fuerzas armadas y de orden público, es consecuencia de la orden dada por el Partido Comunista (M.-L,), en marzo del corriente año y con carácter de urgencia, a toda su militancia para que ésta pasase, orgánicamente, información acerca de guardias civiles, policías armados, inspectores del Cuerpo General de Policía, militares o jueces para proceder de forma inmediata a la eliminación física, de los mismos!”.

“Sin embargo, las investigaciones practicadas y la acción policial subsiguiente han permitido desmantelar dichas organizaciones terroristas mediante la detención de los «cuadros» del partido y del F.R.A.P. y la ocupación de material diverso”. La brillante acción policial fue coordinada por el Comisario Roberto Conesa.


Tras unos sumarísimos consejos de guerra, celebrados en el acuartelamiento de El Goloso, los días 11, 12 y 18 de septiembre de 1975, tres miembros del FRAP, José Humberto Baena Alonso, José Luis Sánchez-Bravo Sollas, y Ramón García Sanz, fueron condenados a muerte, el primero por el asesinato del Policía Armado Lucio Rodríguez Martin, y los otros dos por el asesinato del Teniente de la Guardia Civil, Antonio Pose Rodríguez. Los tres serían fusilados el día 27 de septiembre en Hoyo de Manzanares (Madrid).


De acuerdo con el Real Decreto 1404/2000, con fecha 19 de julio de 2000, se concedió al teniente Pose Rodríguez la Gran Cruz de la Real Orden de Reconocimiento Civil a las Víctimas del Terrorismo a título póstumo. Además, en resolución fechada el 18 de marzo de 2005 (Real Decreto 308/2005), el Ministerio del Interior le concedía también el ascenso de empleo, con carácter honorífico y a título póstumo.

16 DE AGOSTO DE 1979. SONDICA. VIZCAYA ANTONIO LÓPEZ CARRERA, ANTIGUO MIEMBRO DE LA GUARDIA DE FRANCO.

Antonio López Carrera.


El jueves 16 de agosto de 1979, la banda terrorista ETA asesinaba a tiros en la localidad vizcaína de Sondica a ANTONIO LÓPEZ CARRERA, antiguo miembro de la Guardia de Franco.


Esa noche Antonio y su mujer habían salido a cenar con unos amigos a un restaurante en Sondica, algo que hacían una vez por semana. Tras terminar de cenar, regresaron a su domicilio. Cuando ya estaban cerca, la mujer se dio cuenta de que se había olvidado un jersey, por lo que Antonio volvió al restaurante a recogerlo, mientras ella subía al domicilio. Una vez recogido el jersey, Antonio emprendió de nuevo la vuelta a su casa, pero en el camino le esperaban tres terroristas de la banda ETA en un Renault 7 que habían robado media hora antes. Fue ametrallado por la espalda y alcanzado por siete disparos de bala del calibre 9 milímetros parabellum, muriendo en el acto.


Según el propietario del automóvil utilizado por los terroristas, éstos le interceptaron en la carretera de Guecho y le ordenaron que bajara del coche. Posteriormente, lo ataron a un árbol con cadenas y le quitaron el Documento Nacional de Identidad. Lo abandonaron allí advirtiéndole que no diera cuenta del hecho a la Policía hasta pasadas dos horas.


En 1982, la Audiencia Nacional condenó como autores del atentado a José María Astola Iruretagoyena, Juan Bilbao Moro y Luis Alberto Pastor Landa a 26 años de cárcel. En 2010 Jon Bilbao Moro, tras cumplir casi 28 años de condena salió en libertad.


Antonio López Carrera, más conocido como Gento, tenía 66 años. Había nacido en Camposanto (Cantabria) y tenía cuatro hijos, tres de los cuales estaban ya casados. Llevaba residiendo unos cuarenta años en Vizcaya. Hasta su jubilación había trabajado en la factoría de Astilleros Españoles en Olabeaga. Había pertenecido a la Guardia de Franco y había recibido amenazas del entorno etarra.


De acuerdo con el Real Decreto 1404/2000, con fecha 19 de julio de 2000, se le concedió la Gran Cruz de la Real Orden de Reconocimiento Civil a las Víctimas del Terrorismo a título póstumo.


16 DE AGOSTO DE 1985. BENICASIM (CASTELLÓN DE LA PLANA) CLÉMENT PERRET.

Clement Perret,


A las tres y cuarto de la tarde del viernes 16 de agosto de 1985, miembros del grupo Argala de ETA asesinaban en Benicasim (Castellón de la Plana) al empresario francés CLÉMENT PERRET. Dos etarras se presentaron en el restaurante que regentaba junto a su hermano Gilbert en la localidad castellonense y, tras localizarle, abrieron fuego contra él. Perret recibió trece impactos de bala que le provocaron la muerte en el acto, y Miguel Palanques Sanahuja, camarero de 19 años, resultó herido de bala en una pierna.


Una moto de gran cilindrada ocupada por dos individuos que resultarían ser los miembros de ETA Henri Parot, y Jacques Esnal, aparcó delante del Aeroclub El Pinar donde se encontraba situado el restaurante que regentaba la familia Perret desde hacía varios años.


Esnal y Parot entraron en el restaurante, por puertas diferentes. Al ver a Clement Perret sirviendo en ese momento una de las mesas, dispararon contra él, que hizo caer al suelo a la víctima, donde fue rematada por los dos terroristas, que con rapidez huirían ante la salida de Gilbert Perret hermano de Clement, que se hallaba en la cocina y a pesar de ser tiroteado varias veces perseguiría a uno de los asesinos Parot, hasta un vehículo con matrícula francesa, donde le esperaba un tercer terrorista, sin conseguir darle alcance. Esnal pudo subirse a la motocicleta y huir a toda velocidad en dirección a Castellón, En la acción resultaría herido el camarero Miguel Palomeque, que se encontraba junto a Clement en el momento de su asesinato.


Al día siguiente, la banda terrorista ETA reivindicó el asesinato de Perret a través de un comunicado telefónico en catalán y en euskera, al diario catalán Avui y al vasco Egin. La banda terrorista anunciaba, además, la continuación de su campaña de atentados contra organismos del Estado español, especialmente el estamento militar y sus servicios de inteligencia.


Clément Perret y su hermano Gilbert, además de Jean Pierre Chérid, habían sido citados en varios medios de comunicación españoles en abril de 1985 como presuntos integrantes de los Grupos Antiterroristas de Liberación (GAL). Según estas informaciones los tres habrían pertenecido a la Organisation de l´Armée Secrète (OAS), banda que se opuso a la descolonización de Argelia.


Tras salir en la prensa esas afirmaciones, no contrastadas y realizadas con mucha inconsciencia y maldad, pues el gobierno civil de Castellón negaría la militancia en los Gal de los hermanos Perret, estos fueron ya objeto de la banda a través de numerosas amenazas de muerte, buscando incluso la banda asesina en París información sobre refugiados franceses que viviesen en España.


Tras el asesinato de Clement, su hermano Gilbert culpó a aquellos medios, todos “progresistas de izquierdas” del asesinato de su hermano al facilitar como lo hicieron, numerosa información sobre las residencias y propiedades de los hermanos Perret.


En 1992 la Audiencia Nacional condenó a Henri Parot como autor del asesinato a la pena de 29 años de reclusión mayor. En 1997 el Tribunal Criminal de París condenó a cadena perpetua a Jacques Esnal y Jean Parot. El primero fue considerado autor material, mientras que el segundo era el conductor del vehículo en el que huyeron del lugar de los hechos. Este mismo tribunal condenó en rebeldía en 1998 a cadena perpetua a José Luis Arrieta Zubimendi, alias Azkoiti, por complicidad en el asesinato del empresario francés.


El caso de Arrieta Zubimendi fue uno de los más polémicos en las relaciones entre Francia y España en la lucha antiterrorista. Azkoiti fue puesto en libertad vigilada por las autoridades francesas en febrero de 1993, cuando Francia ya había concedido su extradición a España. El etarra aprovechó para huir y a finales de los noventa se situó de nuevo en la dirección de la banda terrorista. En octubre de 1994 se dictó contra él orden de busca y captura. José Luis Arrieta Zubimendi murió de un ataque al corazón en la clandestinidad en Toulouse en el año 2001.


El grupo Argala de ETA, a las órdenes de Francisco Múgica Garmendia alias “Pakito”, también llamado Itinerante y francés, se creó en 1978 y fue desarticulado en marzo de 1990. La nacionalidad francesa de sus integrantes y su movilidad dificultaron su captura. Se les considera responsables de numerosos atentados, principalmente en Madrid y Zaragoza, que provocaron la muerte de treinta y siete personas y lesiones a decenas.


Clément Perret, de 45 años de edad, había nacido en Aix-en-Provence (Francia) el 13 de diciembre de 1939. Estaba casado y residía en Benicasim (Castellón de la Plana).

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