16 DE MARZO DE 1991. SAN SEBASTIÁN. CABO PRIMERO DE LA GUARDIA CIVIL LUIS ARAGÓ GUILLÉN.
Cabo primero de la Guardia Civil Luis Aragó Guillén.
El sábado 16 de marzo de 1991 la banda terrorista ETA hacía explotar una bomba accionada a distancia al paso de un vehículo ocupado por cuatro agentes de la Guardia Civil en el barrio de Eguía de san Sebastián, provocando la muerte del Cabo primero de la Guardia Civil LUIS ARAGÓ GUILLÉN e hiriendo a sus tres compañeros y a dos transeúntes.
El atentado se produjo minutos antes de las cuatro de la tarde, cuando hizo explosión una bomba que estaba adosada a una farola, situada junto al aparcamiento del campo municipal de fútbol de San Sebastián “Matigosetegj”, ubicado entre los barrios donostiarras' de Eguía e Inchaurrondo.
Los autores del atentado, accionaron con un mando a distancia el artefacto al paso del vehículo Ford Escort, de color blanco, propiedad de uno de los Guardias Civiles, en el que viajaban los cuatro guardias, quienes iban vestidos de paisano. Los cuatro guardias civiles habían almorzado juntos en un bar cercano al lugar en el que se produjo el atentado. Los agentes se encontraban fuera de servicio en el momento en que sucedieron los hechos y tras finalizar la comida se dirigían al cuartel de Guardia Civil de Inchaurrondo.
La bomba, compuesta por unos ocho kilos de explosivo y metralla, había sido colocada, por dos personas jóvenes pocos minutos antes de la explosión. La explosión desplazó el vehículo unos treinta metros.
El cabo primero Luis Aragó Guillén falleció prácticamente en el acto al quedar atrapado entre los hierros del coche. Los heridos fueron los guardias civiles Pedro Samuel Martín García de 26 años y natural de San Sebastián; Miguel Ángel García Morillas, de 23 años, natural de Algeciras (Cádiz) y José Carlos Casillas Hernández de 21 años y natural de Cerezo de Abajo (Segovia).
Resultaron también heridos de gravedad el niño de doce años Diego Montes, natural de San Sebastián, con heridas de metralla en el abdomen y la boca; y su abuelo, Víctor Montes Centol, de 66 años, con heridas en un pie.
El ministro de Interior, José Luis Corcuera, presidía al día siguiente en San Sebastián los funerales por el cabo primero de la Guardia Civil Luis Aragó Guillén, El cadáver de Luis Aragó, envuelto en la bandera nacional, fue conducido, a hombros de sus compañeros, desde el Gobierno Civil de Guipúzcoa hasta la parroquia, que distaba unos cien metros del edificio gubernamental. La misa fue oficiada por el párroco, Bartolomé Auzmendi Galparsoro. Una vez finalizado el oficio religioso, la Unidad de música del regimiento de infantería de Sicilia interpretó la Marcha “La Muerte no es el final” y el Himno de la Guardia Civil.
Luis Aragó Guillén tenía 28 años y era natural de Murero (Zaragoza), donde su padre, Maximiliano Aragó Cortés, era alcalde. Luis estuvo destinado en el destacamento de Tráfico de la Guardia Civil en Cariñena (Zaragoza) hasta marzo de 1990, cuando fue trasladado a Vascongadas tras alcanzar el ascenso a cabo primero.
De acuerdo con el Real Decreto 1404/2000, con fecha 19 de julio de 2000, se le concedió la Gran Cruz de la Real Orden de Reconocimiento Civil a las Víctimas del Terrorismo a título póstumo. Además, en resolución fechada el 18 de marzo de 2005 (Real Decreto 308/2005), el Ministerio del Interior les concedía también el ascenso de empleo, con carácter honorífico y a título póstumo.
El asesinato del Cabo primero Luis Aragó continúa impune.
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