17 DE ABRIL DE 1979. IRÚN (GUIPÚZCOA) GUARDIA CIVIL JUAN BATISTA GARCÍA.
Guardia Civil Juan Batista García.
Sobre a las tres de la madrugada del 17 de abril de 1979, el guardia civil JUAN BATISTA GARCÍA, era encontrado muy mal herido, por un camionero, en el kilómetro 43,500 de la carretera nacional a Irún, a la altura de Ikazteguieta,
Al bajar del vehículo encontró al guardia civil herido, que le dijo: “Tengo un tiro. Me han disparado. Lléveme a la clínica de San Cosme y San Damián”.
El camionero detuvo un turismo que llegó poco después, y en el que viajaba un joven estudiante de Medicina, que procedió a taponar la herida del guardia. Trasladado a un centro hospitalario de Villafranca, falleció durante el camino.
El guardia Juan Batista García presentaba un impacto de bala en el pecho, a la altura, del esternón, con salida por el costado derecho. Junto al cuerpo del guardia fue encontrada la pistola reglamentaria, con la que habían sido hechos cinco disparos. El coche del guardia, que en el momento del atentado vestía de paisano, estaba aparcado a unos 200 metros de distancia del lugar donde fue hallado su cuerpo.
El guardia civil había estado esa noche visitando a su novia, que residía en la localidad navarra de Leiza, y con la que había permanecido hasta las 2,30 de la madrugada. Fue encontrado en el camino que partía de la carretera nacional a Icastebieta, que era la ruta normal que se debía seguir para regresar a Villafranca desde Leiza.
En relación con la muerte de Juan Batista García, la Guardia Civil hizo pública la siguiente nota; “Sobre las 3,20 horas de hoy, a la altura del kilómetro 341,500 de la carretera nacional número uno, Madrid-lrún, en las proximidades de Ikazteguieta, fue hallado por un usuario de la carretera el guardia segundo, destinado en el destacamento de tráfico de Villafranca, Juan Batista García, gravemente herido por un disparo de arma de fuego con orificio de entrada a la altura del esternón y de salida por el costado derecho, cuya herida le produjo la muerte cuando era trasladado a la clínica «San Cosme y San Damián» de Tolosa”.
Juan Batista García había sufrido un atentado en fechas pasadas al ser desactivado un artefacto explosivo colocado bajo su coche.
La capilla ardiente quedó instalada en el hospital militar de San Sebastián.
Tres días después, la ciudad de las Palmas vivió una con inmensa demostración de duelo, el entierro de Juan Batista Más de 4000 personas asistieron al entierro del Guardia Civil, acompañado a la familia muy conocida y apreciada en el barrio gran canario de Schamann.
Juan Batista, de 25 años de edad, había nacido en las Palmas de Gran Canaria. Estaba soltero pero con novia. Ingresó en la Guardia Civil en agosto de 1975, y fue destinado a Guipúzcoa, en donde sirvió primero en los servicios rurales y posteriormente en la agrupación de tráfico de Tolosa. Tenía la esperanza de ser destinado a Las Palmas dentro de dos días, donde pensaba contraer matrimonio con su novia Asunción, natural de Leiza (Navarra).
De acuerdo con el Real Decreto 1404/2000, con fecha 19 de julio de 2000, se le concedió la Gran Cruz de la Real Orden de Reconocimiento Civil a las Víctimas del Terrorismo a título póstumo. Además, en resolución fechada el 18 de marzo de 2005 (Real Decreto 308/2005), el Ministerio del Interior le concedía también el ascenso de empleo, con carácter honorífico y a título póstumo.
Nadie reivindicó su asesinato, que a día de hoy continúa impune.
17 DE ABRIL DE 1982. PAMPLONA. POLICÍA NACIONAL VICENTE GARCERA LÓPEZ.