17 DE ENERO DE 1976. BEASAÍN (GUIPÚZCOA) GUARDIA CIVIL MANUEL VERGARA JIMÉNEZ,
Guardia Civil Manuel Vergara Jiménez.
A las cuatro menos cuarto de la tarde del sábado 17 de enero de 1976, la banda terrorista ETA asesinaba en Beasaín al Guardia Civil MANUEL VERGARA JIMÉNEZ.
El suceso se produjo cuando un “Land-Rover” en el que viajaba una patrulla de la Guardia Civil, llegó a la altura del kilómetro 422 de la carretera nacional 1, de Madrid a Irún, divisó una, bandera separatista, una ikurriña en lo alto de una finca situada sobre un túnel, entre los municipios de Villafranca de Ordicia y Beasaín, a unos cuarenta kilómetros de San Sebastián.
Tras detener el vehículo, el guardia de segunda, conductor, Manuel Vergara Jiménez, procedió a la retirada de la bandera, momento en el que se produjo la explosión que le causó la muerte. La onda expansiva de la explosión lanzó su cuerpo a casi veinte metros de distancia. La explosión de la bomba causó, además, heridas leves a otros dos miembros de la Benemérita, entre ellos al cabo jefe de la patrulla que se encontraba junto a Manuel.
La muerte se produjo, instantáneamente y los compañeros recogieron el cuerpo sin vida Manuel Vergara Jiménez y lo trasladaron al cuartel de la Guardia Civil de Villafranca de Ordicia.
El guardia civil muerto había finalizado sus estudios hacía dos años y posteriormente realizó los cursos de conductor y pasó a la Comandancia en que prestaba sus servicios.
La oficina de Prensa de la Dirección General de la Guardia Civil facilitaría la siguiente nota informativa: “A las 13,50 horas de hoy, un grupo de fuerza móvil de la Guardia Civil que prestaba servicio en las proximidades de Villafranca de Ordicia (Guipúzcoa), observó que en una finca, a la altura del kilómetro 422 de la carretera radial 1, se hallaba colocado un mástil con una bandera separatista vasca.
Al proceder a su retirada, hizo explosión una carga que se encontraba conectada con el mástil, causando la muerte instantánea del Guardia Civil Manuel Vergara Jiménez, perteneciente a la plantilla del puesto de Villafranca”.
Apenas tres meses antes tres guardias civiles habían perdido la vida en el santuario de Aránzazu por un procedimiento similar.
En un ambiente de profunda tristeza tuvieron lugar los funerales por el alma del Guardia Civil Manuel Vergara celebrados en la iglesia de Santa María de la Asunción del Viso del Alcto (Sevilla) A la Misa de “corpore insepulto” asistieron el general Jefe de V Zona de la Guardia Civil General Atarés Peña, así como las primeras autoridades civiles y militares de la provincia y otras representaciones.
Los restos mortales de Manuel Vergara fueron trasladados del cuartel de la Guardia Civil de Villafranca de Ordicia a la Iglesia de la Asunción. Delante del féretro portado a hombros de compañeros, iban varios Guardias Civiles portando coronas de flores y detrás los familiares, sus padres. él, Manuel Vergara Guardia Civil y su hermano Francisco, también miembro de Instituto armado, amigos y autoridades.
El féretro fue instalado en un catafalco y cubierto con la bandera Nacional, al pie del altar mayor; La Misa funeral fue oficiada por el párroco y cinco sacerdotes. Finalizada la Misa con un templo completamente lleno de fieles, los restos Manuel Vergara fueron sacados al atrio donde sus compañeros y el público en general entonaron el Himno de la Guardia Civil; Se dieron numerosos gritos de “Arriba España” “Viva la Guardia Civil; Un nutrido grupo de personas, que habían acudió al funeral entonaron el “Cara al Sol” Seguidamente los restos de Manuel Vergara partieron hacia El Viso del Alcor en Sevilla donde tendría lugar el sepelio.
El sepelio de los restos mortales del Manuel Vergara fue presidido en El Viso del Alcor por el director general de la Guardia Civil, teniente general Campano López, acompañado en el duelo oficial por el capitán general de la Segunda Región Aérea, Teniente General Martínez-Vara del Rey; general jefe de la División de Infantería Mecanizada “Guzmán el Bueno” número 2, Otero Saavedra, que representaba al capitán general de la Segunda Región Militar, ausente de Sevilla, gobernador civil y otras autoridades civiles y militares. En el duelo familiar figuraban los padres y el hermano del Guardia Civil muerto.
Á la una de la tarde partió el cortejo de la casa-cuartel. Iba precedido de treinta coronas llevadas por jóvenes de ambos sexos, guardias civiles, policías armados y soldados. Detrás, el féretro envuelto con la bandera nacional y llevado a hombros de amigos, compañeros, comisiones de los tres Ejércitos, de la Guardia Ovil y Policía Armada. Y el pueblo entero, varios millares de personas, de El Viso del Alcor y pueblos limítrofes, en medio de un silencio que solo dejaba oír las pisadas sobre el adoquinado de las calles.
En la plaza del cardenal Spínola, junto al monumento a los Caídos y junto a la Iglesia de Santa María, fue oficiada la Misa. Finalizada la misma se dio lectura a dos disposiciones de los Ministerios del Ejército y Gobernación, por los que se concedía a Manuel Vergara Jiménez, la Cruz del Mérito Militar con distintivo blanco y la Cruz del Mérito Policial con distintivo rojo, que el Director General de la Guardia Civil, Teniente General Campano, prendió sobre la bandera Nacional que cubría el ataúd del malogrado servidor del orden.
El Teniente General Campano, pronunciaría a continuación unas vibrantes palabras. “España entera condena este crimen alevoso y cobarde” "Este no es el camino que conduce a la paz y a la convivencia de los españoles" “Al odio que entrañan estas acciones la Guardia Civil responderá con amor y con su indeclinable afán de mantener el orden en nuestra querida Patria España”.
Finalizado su parlamento se entonaron el Himno de la Guardia Civil y el “Cara al Sol”, dando el Gobernador Civil lo gritos de ritual, finalizando con un Manuel Vergara Jiménez, contentado al unísono como ¡Presente!, por la multitud.
Seguidamente familiares, autoridades y vecinos se encaminaron al cementerio de la localidad donde Manuel Vergara fue cristianamente sepultado.
Manuel Vergara Jiménez tenía 21 años (cumplía años el 23 de enero) y era natural de Viso del Alcor (Sevilla). Había ingresado en la Guardia Civil dos años antes, en febrero de 1974, cuerpo al que también pertenecían su padre y su hermano, destinados en Rota. Llevaba nueve meses destinado en el cuartel de Villafranca de Ordicia.
De acuerdo con el Real Decreto 1404/2000, con fecha 19 de julio de 2000, se le concedió la Gran Cruz de la Real Orden de Reconocimiento Civil a las Víctimas del Terrorismo a título póstumo. Además, en resolución fechada el 18 de marzo de 2005 (Real Decreto 308/2005), el Ministerio del Interior le concedía también el ascenso de empleo, con carácter honorífico y a título póstumo.
La acción terrorista que costó la vida a Manuel Vergara nunca se investigó, sobre todo a raíz de la legalización por parte del ministro del Interior Rodolfo Martín Villa de esa bandera partidista y espuria, creada en 1894 por los hermanos separatistas y odiadores de España. Luis y Sabino Arana.
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