17 DE MARZO DE 1978. LEMÓNIZ (VIZCAYA) ALBERTO NEGRO VIGUERA Y ANDRÉS GUERRA PEREDA.
Alberto Negro Viguera.
En torno a las tres de la tarde del 17 de marzo de 1978, la banda terrorista, marxista y antiespañola ETA, hacía explosionar una bomba colocada en uno de los tres generadores existentes junto a la vasija del primer reactor de la central nuclear de Lemóniz (Vizcaya) que se encontraba en construcción.
Andrés Guerra Pereda.
La potente deflagración provocó la muerte de los obreros ALBERTO NEGRO VIGUERA y ANDRÉS GUERRA PEREDA, empleados de Ibemo, empresa de montaje contratada por la central. Ambos quedaron materialmente destrozados. Hubo, además, otros catorce obreros que resultaron heridos y cuantiosos daños materiales.
Según la sentencia de la Audiencia Nacional, que condenó en 1981, por colaboración en el atentado, a José Antonio Torre Altonaga, alias “Medius”, a 20 años de reclusión menor, esta recogía “el etarra Torre Altonaga, detenido en diciembre de 1978, trabajaba como electricista para la empresa Elecnor en las instalaciones de la central. Fue él quien investigó durante tres meses, por orden de Argala, la forma de llevar a cabo el atentado. Después, siguiendo indicaciones de Juan Lorenzo Lasa Michelena, alias Txikierdi, se reunió con tres terroristas en la Plaza del Sagrado Corazón. Estos eran Miguel Ángel Goyenechea Fradua, alias Txo, Martín Apaolaza Azcargorta, alias Apolo, y Emilio Martínez de Marigorta Fernández, alias Gasteiz”.
“Estos tres terroristas se hicieron con monos y cascos similares a los utilizados por la empresa Tamoin, que también realizaba trabajos para la central. Haciéndose pasar por trabajadores de la obra y guiados por Torre Altonaga, colocaron los 36 kilos de explosivos en el interior de uno de los generadores de vapor. La bomba se programó para que estallase a las 14:55. Torre Altonaga acabó su turno a las 14:00 horas, y sobre las 14:40 horas llamó a la central desde una cabina telefónica del puente de Plencia para avisar de la colocación de la bomba. Las dos primeras veces se cortó la comunicación. A la tercera pudo avisar, pero la bomba estalló tres minutos después, a las 14:53 horas”.
Ninguno de estos tres miembros de la banda sería juzgado, ni condenado por el asesinato de Alberto Negro y Andrés Guerra, que a día de hoy continúa impune.
ETA, en el periodo de cinco años, perpetró doscientos cuarenta y seis atentados, en su campaña de atentados contra la central de Lemóniz iniciada en 197, que dejaron cinco muertos y catorce heridos, siendo Alberto Negro y Andrés Guerra las dos primeras víctimas mortales de aquellos injustificados e injustificable atentados
Torre Altonaga, alcanzó la libertad en febrero de 1998, tras cumplir algo más de 19 años de condena.
Andrés Guerra Pereda, de 29 años, era ajustador. Estaba casado. Alberto Negro Viguera de 31 años, era encargado de montajes. Estaba casado y tenía tres hijos.
De acuerdo con el Real Decreto 1404/2000, con fecha 19 de julio de 2000, se concedió a Alberto Negro y Andrés Guerra la Gran Cruz de la Real Orden de Reconocimiento Civil a las Víctimas del Terrorismo a título póstumo.