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HOY 17 DE OCTUBRE: ASESINADOS POR EL TERRORISMO MARXISTA. ¡ESPAÑOL RECUERDA Y NO OLVIDES!

17 DE OCTUBRE DE 1981. SANTURCE (VIZCAYA) CABO PRIMERO DE LA GUARDIA CIVIL SANTIAGO GONZÁLEZ DE PAZ.

Cabo Primero de la Guardia Civil Santiago González de Paz.


Alrededor de las ocho de la mañana del 17 de octubre de 1981 la banda terrorista ETA asesinaba en Santurce (Vizcaya) al cabo primero de la Guardia Civil SANTIAGO GONZÁLEZ DE PAZ.


El Cabo primero González fue alcanzado por dos disparos efectuados por tres individuos que se dieron a la fuga. Las balas alcanzaron el corazón y la cabeza de la víctima.


Tres individuos, de unos 25 a 30 años de edad: uno de ellos alto, moreno: un segundo, delgado y de pelo negro, esperaban al cabo de la Guardia Civil en las inmediaciones de su domicilio, en la calle Pedro Icaza, donde residía.


Al salir de su dom cilio el guardia civil, vestido de paisano, e ir a tomar su vehículo, dos de los miembros del comando efectuaron contra él unos cuatro disparos, alcanzándole en la cabeza y en el corazón, y muriendo en el acto.


El agente había salido de su domicilio, situado en la calle Pedro Icaza, y se disponía a subir a su vehículo, estacionado a pocos metros del portal, con la intención de dirigirse a su trabajo en el puerto, ya que pertenecía al cuerpo de especialistas fiscales de la Guardia Civil. Cuando acababa de entrar en el automóvil, tres terroristas se situaron en un lateral del mismo y tirotearon a Santiago.


El cabo pudo salir del coche y caminar algunos pasos dando tumbos antes de caer muerto en el suelo de la acera de enfrente. Había recibido tres impactos de bala, uno en la cabeza y dos en el pecho. En el lugar de los hechos se recogieron seis casquillos de bala del calibre 9 milímetros parabellum, marca SF. El cadáver de Santiago González fue trasladado al Hospital Civil de Bilbao, donde se le realizó la autopsia.


Los autores del atentado huyeron de forma precipitada, utilizando un taxi, sustraído en Sestao, a punta de pistola a su propietario, que fue introducido en el maletero del automóvil, donde se encontraba cuando se produjo el atentado


Posteriormente, los etarras abandonaron el taxi en Sestao, de donde su propietario fue rescatado por un transeúnte que oyó ruidos dentro del maletero.


En el lugar de los hechos, se encontraron seis casquillos de bala, calibre 9 milímetros Pa-rabellum , marca «SF».


A mediodía se celebró en la Iglesia de San Jorge de Santurce el funeral por el guardia civil asesinado al que asistieron, además de los familiares de la víctima, el delegado del Gobierno en el País Vasco, Marcelino Oreja; los gobernadores civil y militar de la provincia, el general de Zona de la Guardia Civil, el alcalde de Santurce y representantes del Partido Nacionalista Vasco (PNV), Unión de Centro Democrático (UCD) y PSOE. El féretro, cubierto con la bandera de España y el tricornio del Cuerpo, fue introducido por sus compañeros en el templo, mientras una compañía de la Guardia Civil le rendía honores. Una vez terminado el oficio religioso, el féretro fue sacado de nuevo a hombros mientras una compañía militar interpretaba el Toque de Silencio, el Himno de la Guardia Civil y el Himno Nacional,


A continuación los restos mortales del guardia civil, entre gritos y vivas a España, la Guardia Civil y en contra de los asesinos de Eta, fueron trasladados al aeropuerto de Sondica con destino al aeropuerto tinerfeño de Los Rodeos, donde llegó a última hora de la tarde a bordo de un avión militar. Posteriormente fue trasladado a la Comandancia de la Guardia Civil de Santa Cruz de Tenerife, donde quedó instalada la capilla ardiente. Al día siguiente, domingo 18 de octubre, se ofició una misa de cuerpo presente tras la cual los restos mortales de Santiago González fueron enterrados en el cementerio de Santa Lastenia, de la capital tinerfeña.


Santiago González de Paz tenía 30 años, estaba casado y era padre de dos niños de 5 años y once meses. Había nacido en Santa Cruz de La Palma (Santa Cruz de Tenerife), donde una calle lleva su nombre, e ingresó en el Instituto Armado en 1973. Llevaba casi dos años destinado en Santurce como cabo especialista de la Guardia Civil. Anteriormente estuvo destinado en la localidad guipuzcoana de Motrico.


De acuerdo con el Real Decreto 1404/2000, con fecha 19 de julio de 2000, se le concedió la Gran Cruz de la Real Orden de Reconocimiento Civil a las Víctimas del Terrorismo a título póstumo. Además, en resolución fechada el 18 de marzo de 2005 (Real Decreto 308/2005), el Ministerio del Interior le concedía también el ascenso de empleo, con carácter honorífico y a título póstumo.


El asesinato del cabo primero Santiago González continúa impune.


17 DE OCTUBRE DE 1984. RENTERÍA (GUIPUZCOA) POLICÍA MUNICIPAL VICENTE GAJATE MARTÍN.

Policía Municipal Vicente Gajate Martín.


A las 22:00 horas del jueves 17 de octubre de 1984 la banda terrorista ETA asesinaba a tiros en la localidad guipuzcoana de Rentería al policía municipal VICENTE GAJATE MARTÍN, militante del partido socialista y afiliado al sindicato UGT.


El atentado contra el policía municipal de Rentería, Vicente Gajate, de 33 años de edad y afiliado' a UGT, se produjo cuando regresaba a su domicilio después de realizar su trabajo.

Cuando se acababa de apear de su vehículo, un Seat 1430, Vicente Gajate fue alcanzado por los disparos realizados por varios individuos, que le esperaban en las inmediaciones. El guardia Urbano resultó muerto prácticamente muerto en el acto y su cadáver quedó tendido entre su vehículo y otro aparcado a su lado.


Los autores, del atentado utilizaron en su huida un Seat 124 que habían robado con anterioridad, a punta de pistola, en Lezo. Los etarras amenazaron con sus armas aL propietario del vehículo y lo obligaron a introducirse en el maletero del mismo, donde permaneció durante el asesinato de Vicente Gajate.


Después de cometer el crimen, sus autores abandonaron el coche en Pasajes y fue entonces cuando su propietario pudo salir de su interior y denunciar los hechos en la Inspección Municipal de esta localidad


La Guardia Civil recogió en el lugar del asesinato de Vicente Gajate, la calle San marcos de Rentería seis casquillos de bala del calibre 9 milímetros parabellum.


El ministro de Administración Territorial, Tomás de la Quadra, presidió los funerales por el guardia municipal Vicente Gajate. El asesinato de este afiliado a UGT ha conmocionó las filas socialistas, Destacados miembros del PSOE y de la UGT asistieron a los funerales, Tanto el templo como las calles adyacentes estaban abarrotadas de personas, que recibieron el féretro con fuertes aplausos y gritos de «asesinos, asesinos». La viuda y la madre de la víctima tuvieron que ser sacadas de la iglesia tras sufrir desmayos


La banda terrorista reivindicaría en una nota enviada a los medios informativos que había asesinado a Gajate por colaborar con la Policía, La banda y sus cómplices, en aquellos momentos, incluían al PSOE como colaborador de la policía, utilizando un eslogan "PSOE igual a GAL"


El Ayuntamiento de Rentería otorgaría a Vicente Gajate la medalla de la ciudad municipal por su labor como "defensor de los derechos de este pueblo", y ordenó un día de luto en la ciudad.


El PSOE expresó su más enérgica condena por el «brutal asesinato» dé Vicente Gajate Martín. “Un nuevo crimen, que en está ocasión ha hecho víctima; a un trabajador socialista, que pone en evidencia el sentido criminal de los fanáticos de ETA, que pretenden acabar con la convivencia en paz que anhelan los ciudadanos vascos, así como amedrentar a los trabajadores y al movimiento obrero, que defienden la democracia y sus instituciones.Somos generosos con el que deja las armas, pero seremos, implacables con los asesinos. Estas muertes no se olvidan. A Vicente Gajate le han matado porque realizaba una función de servicio público y porque profesaba unas ideas que no tenía miedo a profesar públicamente”.


En 1986 la Audiencia Nacional condenó a José Ramón Zabaleta Garmendia, Francisco Javier Garmendia Arrieta y Andrés Michelena Galarza, pertenecientes al denominado Comando Pepe Barros de ETA, a 29 años de reclusión mayor a cada uno de ellos por el asesinato de Vicente Gajate. Por la misma sentencia fue condenado, en concepto de cómplice del asesinato, a 18 años de reclusión menor Pedro María Cuesta Garmendia, policía municipal de Rentería y compañero del asesinado. Según los hechos probados de la sentencia de la Audiencia Nacional “Zabaleta y Garmendia se integraron en ETA militar en los primeros meses de 1984. Posteriormente se trasladaron a Francia, donde recibieron cursillos de adoctrinamiento y adiestramiento en el manejo de armas y explosivos. Después regresaron a España y captaron a Michelena Galarza, al que también adiestraron en el manejo de las armas por los dos primeros. Los tres integraron el Comando Pepe Barros, recibieron de la dirección de la banda asesina armamento diverso y explosivos, así como manuales y cuadernos de indicaciones sobre los atentados que tenían que realizar. Para recibir las instrucciones y dar cuenta de sus actividades contaban con un buzón situado en la carretera de Oyarzun a Rentería. Uno de los mensajes ordenaba el asesinato de Vicente Gajate. Los terroristas intentaron asesinar al policía municipal en dos ocasiones anteriores, pero desistieron ante los riesgos y dificultades que se encontraron. Por ese motivo Zabaleta pidió datos sobre las costumbres del policía municipal a su primo, Pedro María Cuesta Garmendia, compañero de Vicente Gajate que, a sabiendas de que su primo pertenecía a ETA, le facilitó los datos que éste le había pedido. El 17 de octubre de 1984, los etarras robaron un coche y esperaron la llegada de Gajate. Mientras Francisco Javier Garmendia Arrieta se quedaba en el coche para facilitar la huida y Andrés Michelena vigilaba y cubría la acción, Zabaleta disparaba cinco veces y por la espalda al policía municipal, causándole la muerte instantánea”.


Vicente Gajate Martín era natural de Salamanca. Estaba casado y tenía dos hijqs. Llevaba cinco años como policía municipal en Rentería y su condición laboral era la de contratado. Estaba afiliada al sindicato UGT y era simpatizante del PSOE, partido al que representó como concejal en la gestora municipal creada antes de las primeras elecciones municipales democráticas


De acuerdo con el Real Decreto 1404/2000, con fecha 19 de julio de 2000, se le concedió la Gran Cruz de la Real Orden de Reconocimiento Civil a las Víctimas del Terrorismo a título póstumo.


17 DE OCTUBRE DE 1987. PAMPLONA. MARÍA CRUZ YOLDI ORRADRE.

María Cruz Yoldi Orradre.


A las siete y veinte minutos de la mañana del 17 de octubre de 1987 una bomba colocada por la banda terrorista ETA en el exterior del edificio de una sucursal de la compañía de seguros La Unión y el Fénix en Pamplona acababa con la vida de la repartidora de periódicos MARÍA CRUZ YOLDI ORRADRE.


La colocación del artefacto explosivo había sido anunciada horas antes mediante confusos avisos a la asociación de ayuda en carretera Detente y Ayuda (DYA), pero la Policía no logró localizar la bomba.


La explosión se registró a las siete y veinte minutos justo cuando María Cruz Yoldi depositaba ejemplares de la prensa del día junto a la entrada de la sucursal. La bomba desplazó el cuerpo de la víctima a más de doce metros de distancia empotrándolo debajo de un vehículo marca Citroën y provocándole múltiples fracturas en todos los huesos del cráneo, amputación de un brazo y graves heridas en tórax y abdomen que, como rezaba el parte médico, resultaban "incompatibles con la vida".


En 1991 la Audiencia Nacional condenó a Bautista Barandalla Iriarte a 27 años de cárcel por el asesinato de María Cruz Yoldi, a 8 por un delito de estragos y a 6 por pertenencia a banda armada. Durante el juicio Barandalla Iriarte reconoció ser miembro del grupo Amaiur de ETA.El grupo Amaiur de ETA, autor del asesinato de María Cruz Yoldi, lo completaban Mikel Castillo Furtado, Alberto Ilundáin Iriarte y Juan Carlos Pérez Ojuel, secretario de organización de Herri Batasuna en el Ayuntamiento de Pamplona, además de terrorista de la banda ETA.


Barandalla fue excarcelado, en junio de 2009, por padecer una enfermedad grave, colitis ulcerosa, lo primero que realizó fue solicitar una pensión vitalicia por «incapacidad permanente para la profesión de albañil» de 276,50 euros mensuales.


Mikel Castillo moriría en la calle Carmen del Casco Viejo de Pamplona en un enfrentamiento con la policía en 1990


Alberto Ilundáin Iriarte, alias Mollejas, fue detenido en septiembre de 2001 cuando circulaba en un vehículo en la región de Loire, cerca de Saboya (Francia), El Tribunal Especial de lo Criminal de París lo condenó a 18 años de cárcel en octubre de 2005 por su participación con otros tres etarras en el robo de 1.650 kilos de dinamita en Grenoble (2001). En noviembre de 2006 fue condenado, también en Francia, a otros 18 años por formar parte de la "columna vertebral" del aparato logístico de ETA. En 2019 fue extraditado a España, ordenando la Sección Tercera de la Sala de lo Penal de la Audiencia Nacional su puesta en libertad al no poder probar su implicación en el asesinato de Maria Cruz Yoldi.

María Cruz Yoldi Orradre, de 63 años, estaba casada -su marido era portero de finca urbana- y tenía seis hijos. Natural de la localidad de Najurrieta (Navarra) desde hacía catorce años repartía ejemplares del Diario de Navarra a suscriptores particulares y a empresas.


De acuerdo con el Real Decreto 1404/2000, con fecha 19 de julio de 2000, se le concedió la Gran Cruz de la Real Orden de Reconocimiento Civil a las Víctimas del Terrorismo a título póstumo.


17 DE OCTUBRE DE 1991. MADRID. TENIENTE DE ARTILLERÍA DEL EJÉRCITO FRANCISCO CARBALLAR MUÑOZ.

Teniente de Artillería del Ejercito de Tierra Francisco Carballal Muñoz.


El jueves 17 de octubre de 1991 la banda terrorista marxista y antiespañola ETA, llenaba de dolor, sangre, metralla y fuego, el barrio madrileño de Aluche, mediante la colocación de tres bombas-lapa adosadas a los bajos de los vehículos de sus propietarios con el resultado de tres heridos graves, uno de ellos una niña de 13 años, Irene Villa, y un muerto.


El teniente de Artillería del Ejército de Tierra FRANCISCO CARBALLAR MUÑOZ resultaba muerto, mientras que un comandante de Infantería, una funcionaría del Ministerio del Interior y una niña de trece años, hija de la anterior, sufrían graves mutilaciones en los tres atentados de ETA que tuvieron lugar es día en Madrid Otra funcionaría del Ministerio de Defensa y una niña de ocho años también resultaron heridas de poca importancia.


La primera de las bombas adosada a los bajos de un automóvil hizo explosión poco antes de las ocho de la mañana en la calle Duquesa de Parcent y causó la muerte del Teniente de Artillería del Ejército de Tierra Francisco Carba llar Muñoz, de 47 años, que se dirigía a su trabajo. Cuando el teniente arrancó su automóvil, un Peugeot 309, se produjo la explosión. Francisco Carballar vivía en esa calle desde hacía veinte años.. Una niña de ocho años, de nombre Cristina Hoyos y vecina del teniente, que estaba en las cercanías del lugar, sufrió heridas de carácter leve debido a la deflagración de la bomba.


Una hora después del asesinato de Francisco Carballar, y a apenas doscientos metros de distancia, una segunda bomba-lapa estallaba en el vehículo de María Jesús González Gutiérrez, auxiliar administrativa del Estado destinada en la sección de expedición del DNI de la comisaría de los Cármenes de Madrid, que circulaba junto a su hija de 13 años, Irene Villa González, por la calle Camarena de la capital.

Atentado contra Irene Villa y su madre.


María Jesús fue trasladada al hospital «Doce de Octubre», donde fue intervenida durante más de cuatro horas: Sufrió la amputación parcial de pierna y antebrazo y heridas múltiples. Su hija Irene fue llevada al hospital militar “Gómez Ulla”, en el que fue operada durante casi tres horas por amputación de ambas piernas.


María Jesús González e Irene Villa.


Según los investigadores de la Policía, la bomba que mutiló a María Jesús e Irene pretendía causar la muerte de un inspector de Policía, pareja de María Jesús, que por entonces estaba divorciada de su primer marido, padre de Irene. Los encargados de la investigación de los atentados repararon, desde el primer momento, en un detalle: tanto la bomba que mató al teniente Carballar como la que mutiló al comandante Villalobos habían sido colocadas con un imán en los bajos de sus respectivos automóviles, concretamente debajo del asiento del conductor. Sin embargo, el artefacto que hirió a María Jesús González y a su hija fue adosado en su Seat 127 pero en la parte correspondiente al asiento del acompañante.


El tercer atentado perpetrado por ETA esa mañana en la capital de España, causó heridas gravísimas al comandante de Infantería Rafael Villalobos Villa, y heridas graves a su hermana María Antonia, funcionaría del Ministerio de Defensa. Rafael Villalobos, sufrió la amputación traumática dé sus dos piernas. Villalobos, de 38 años, casado y con dos hijos, se encontraba de permiso para arreglar asuntos familiares, ya que su madre había fallecido el pasado viernes

El comandante de infantería Rafael Villalobos, Irene Villa, su madre María Jesús González fueron las tres victimas de aquellos injustificables atentados de la banda terrorista ETA en Madrid. En la foto junto al recordado comunicador Antonio Herrero.


Esa cadena de atentados, cometidos en algo menos de cuatro horas en la zona del barrio de Aluche, sembró el pánico y la indignación en Madrid durante toda la mañana. «Hijos de puta», «sanguinarios», «mataniños», «ratas cobardes», fueron algunos de los calificativos que profirieron contra los terroristas etarras, los vecinos en los distintos lugares de los atentados


El ministro de Defensa Julián García Vargas asistió a los funerales del teniente del Ejército de Tierra Francisco Carballar González, oficiados en la capilla del hospital militar «Gómez Ulla». La ceremonia religiosa congregó en las inmediaciones de la pequeña capilla a centenares de personas que no pudieron asistir a la misa debido a su escasa capacidad-


Además del ministro de Defensa y familiares del teniente asesinado, asistieron al funeral el presidente de la comunidad autónoma de Madrid, Joaquín Leguina; el alcalde de la ciudad, José María Alvarez del Manzano; los secretarios de Estado de Defensa y de Administración Militar, José Miguel Hernández Vázquez y Gustavo Suárez Pertierra; el jefe del Estado Mayor de la Defensa, almirante Gonzalo Rodríguez Martín Granizo; y el jefe del Estado Mayor del Ejército de Tierra, teniente general Ramón Porgueres, entre otras autoridades civiles y militares.


Una vez concluida la ceremonia, y tras interpretarse el Himno de Artillería, se impuso al militar asesina do la Cruz al Mérito Militar con distintivo blanco. Posterior mente, los restos mortales de Francisco Carballal fueron trasladado por carretera hasta Santa Olalla (Huelva), donde recibieron cristiana sepultura con la asistencia de mas de un millar de vecinos del pueblo onubense.


Francisco Carballar Muñoz tenía 47 años, era natural de Santa Olalla del Cala (Huelva) estaba casado con María Dolores Cardoso Vargas y tenían cinco hijos con edades comprendidas entre los 22 y los 15 años. Estaba destinado en el RACA XI con base en el acuartelamiento de Fuencarral.


De acuerdo con el Real Decreto 1404/2000, con fecha 19 de julio de 2000, se le concedió la Gran Cruz de la Real Orden de Reconocimiento Civil a las Víctimas del Terrorismo a título póstumo. Además, en resolución fechada el 18 de marzo de 2005 (Real Decreto 308/2005), el Ministerio del Interior le concedía también el ascenso de empleo, con carácter honorífico y a título póstumo.


El asesinato del Teniente Francisco Carballal, a día de hoy, continúa impune.

 
 
 

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