17 DE OCTUBRE DE 1991. MADRID. TENIENTE DE ARTILLERÍA DEL EJÉRCITO FRANCISCO CARBALLAR MUÑOZ.
Teniente de Artillería del Ejército de Tierra Francisco Carballar Muñoz.
El jueves 17 de octubre de 1991 la banda terrorista marxista y antiespañola ETA, llenaba de dolor, sangre, metralla y fuego, el barrio madrileño de Aluche, mediante la colocación de tres bombas-lapa adosadas a los bajos de los vehículos de sus propietarios con el resultado de tres heridos graves, uno de ellos una niña de 13 años, Irene Villa, y un muerto.
El teniente de Artillería del Ejército de Tierra FRANCISCO CARBALLAR MUÑOZ resultaba muerto, mientras que un comandante de Infantería, una funcionaría del Ministerio del Interior y una niña de trece años, hija de la anterior, sufrían graves mutilaciones en los tres atentados de ETA que tuvieron lugar es día en Madrid Otra funcionaría del Ministerio de Defensa y una niña de ocho años también resultaron heridas de poca importancia.
La primera de las bombas adosada a los bajos de un automóvil hizo explosión poco antes de las ocho de la mañana en la calle Duquesa de Parcent y causó la muerte del Teniente de Artillería del Ejército de Tierra Francisco Carballar Muñoz, de 47 años, que se dirigía a su trabajo. Cuando el teniente arrancó su automóvil, un Peugeot 309, se produjo la explosión. Francisco Carballar vivía en esa calle desde hacía veinte años.. Una niña de ocho años, de nombre Cristina Hoyos y vecina del teniente, que estaba en las cercanías del lugar, sufrió heridas de carácter leve debido a la deflagración de la bomba.
Una hora después del asesinato de Francisco Carballar, y a apenas doscientos metros de distancia, una segunda bomba-lapa estallaba en el vehículo de María Jesús González Gutiérrez, auxiliar administrativa del Estado destinada en la sección de expedición del DNI de la comisaría de los Cármenes de Madrid, que circulaba junto a su hija de 13 años, Irene Villa González, por la calle Camarena de la capital.
Atentado contra María Jesús González y su hija Irene Villa.
María Jesús fue trasladada al hospital «Doce de Octubre», donde fue intervenida durante más de cuatro horas: Sufrió la amputación parcial de pierna y antebrazo y heridas múltiples. Su hija Irene fue llevada al hospital militar “Gómez Ulla”, en el que fue operada durante casi tres horas por amputación de ambas piernas.
Según los investigadores de la Policía, la bomba que mutiló a María Jesús e Irene pretendía causar la muerte de un inspector de Policía, pareja de María Jesús, que por entonces estaba divorciada de su primer marido, padre de Irene. Los encargados de la investigación de los atentados repararon, desde el primer momento, en un detalle: tanto la bomba que mató al teniente Carballar como la que mutiló al comandante Villalobos habían sido colocadas con un imán en los bajos de sus respectivos automóviles, concretamente debajo del asiento del conductor. Sin embargo, el artefacto que hirió a María Jesús González y a su hija fue adosado en su Seat 127 pero en la parte correspondiente al asiento del acompañante.
Irene Villa y su madre María Jesús González, tras el atentado que a punto estuvo de costarles la vida.
El tercer atentado perpetrado por ETA esa mañana en la capital de España, causó heridas gravísimas al comandante de Infantería Rafael Villalobos Villa, y heridas graves a su hermana María Antonia, funcionaría del Ministerio de Defensa. Rafael Villalobos, sufrió la amputación traumática dé sus dos piernas. Villalobos, de 38 años, casado y con dos hijos, se encontraba de permiso para arreglar asuntos familiares, ya que su madre había fallecido el pasado viernes
Cuerpo del Comandante de Infantería Rafael Villalobos. Quedaría mutilado de por vida. Foto Agencia EFE.
Esa cadena de atentados, cometidos en algo menos de cuatro horas en la zona del barrio de Aluche, sembró el pánico y la indignación en Madrid durante toda la mañana. «Hijos de puta», «sanguinarios», «mataniños», «ratas cobardes», fueron algunos de los calificativos que profirieron contra los terroristas etarras, los vecinos en los distintos lugares de los atentados
El ministro de Defensa Julián García Vargas asistió a los funerales del teniente del Ejército de Tierra Francisco Carballar González, oficiados en la capilla del hospital militar «Gómez Ulla». La ceremonia religiosa congregó en las inmediaciones de la pequeña capilla a centenares de personas que no pudieron asistir a la misa debido a su escasa capacidad-
Un año después de aquellos brutales atentados, el comandante de Infantería Rafael Villalobos en silla de ruedas, acompañado por María Jesús González y su hija Irene Villa. Junto a ellos el recordado periodista Antonio Herrero.
Además del ministro de Defensa y familiares del teniente asesinado, asistieron al funeral el presidente de la comunidad autónoma de Madrid, Joaquín Leguina; el alcalde de la ciudad, José María Alvarez del Manzano; los secretarios de Estado de Defensa y de Administración Militar, José Miguel Hernández Vázquez y Gustavo Suárez Pertierra; el jefe del Estado Mayor de la Defensa, almirante Gonzalo Rodríguez Martín Granizo; y el jefe del Estado Mayor del Ejército de Tierra, teniente general Ramón Porgueres, entre otras autoridades civiles y militares.
Una vez concluida la ceremonia, y tras interpretarse el Himno de artillería, se impuso al militar asesina do la Cruz al Mérito Militar con distintivo blanco. Posterior mente, los restos mortales de Francisco Carballal fueron trasladado por carretera hasta Santa Olalla (Huelva), donde recibieron cristiana sepultura con la asistencia de mas de un millar de vecinos del pueblo onubense.
Francisco Carballar Muñoz tenía 47 años, era natural de Santa Olalla del Cala (Huelva) estaba casado con María Dolores Cardoso Vargas y tenían cinco hijos con edades comprendidas entre los 22 y los 15 años. Estaba destinado en el RACA XI con base en el acuartelamiento de Fuencarral.
De acuerdo con el Real Decreto 1404/2000, con fecha 19 de julio de 2000, se le concedió la Gran Cruz de la Real Orden de Reconocimiento Civil a las Víctimas del Terrorismo a título póstumo. Además, en resolución fechada el 18 de marzo de 2005 (Real Decreto 308/2005), el Ministerio del Interior le concedía también el ascenso de empleo, con carácter honorífico y a título póstumo.
El asesinato del Teniente Francisco Carballar, a día de hoy, continúa impune. al igual que los atentados contra María Jesús González, su hija Irene Villa y el Comandante de Infantería Rafael Villalobos.
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