18 DE ENERO DE 1979. SIERRA DE SAN CRISTÓBAL (CÁDIZ). SOLDADO DE ARTILLERÍA EDUARDO MARTÍN VICTORIO.
Soldado de Artillería Eduardo Martín Victorio.
Los GRAPO reivindicaban el asesinato del soldado destinado en el parque de artillería de Sevilla, EDUARDO MARTÍN VICTORIO, que apareció muerto el día 18 de enero de 1979, en una cueva de la sierra gaditana de San Cristóbal. Un comunicante anónimo telefoneó en la noche del día 20 a la redacción del diario jerezano La Voz del Sur y dijo textualmente: “GRAPO reivindica el asesinato del soldado en la sierra San Cristóbal. Ajuste de cuentas. Tercero en Andalucía.”
Eduardo Martín desapareció el miércoles día 17 de enero cuando se encontraba de centinela en las proximidades de un polvorín situado en la sierra de San Cristóbal. Su cadáver apareció en un lugar muy próximo, con un disparo en la cabeza y despojado de su fusil CETME, sus ochenta cartuchos y sus botas militares.
El cadáver del infortunado soldado fue trasladado a Madrid, de donde era natural y donde vivía su familia. Sus padres se desplazaron a Jerez para acompañar el traslado del cadáver, que fue cristianamente sepultado en la capital de España.
Por aquel asesinato fueron detenidos Antonio González, Joaquín del Río y José Antonio Arriel, residentes los tres en un complejo psiquiátrico del Puerto de Santa María, quienes manifestaron que ellos habían encontrado a Eduarda ya muerto en la cueva y que se llevaron el CETME, los cartuchos y sus botas, pero que no le habían asesinado. Declararían que habían destruido una carta que el soldado había escrito a modo de despedida a sus familiares.
Se recuperaron setenta y dos cartuchos, el CETME y las botas militares que los detenidos habían escondido en un lugar cercano a la cueva donde apareció el cadáver de Eduardo Martin, junto a ocho casquillos del CETME, lo que corroboraba que quien o quienes le asesinaron lo habían hecho con su fusil reglamentario. Los tres detenidos fueron devueltos al centro psiquiátrico sin cargos.
A pesar de que el asesinato fue reivindicado por alguien que decía ser del GRAPO, el ministerio del interior no considera en sus listas a Eduardo Martín como víctima del terrorismo, por lo cual no fue galardonado a título póstumo con la Gran Cruz de la Real Orden de Reconocimiento Civil a las Víctimas del Terrorismo.
Aquel enigmático y confuso asesinato nunca se investigó.
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