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HOY 18 DE MARZO:ASESINADOS POR EL TERRORISMO MARXISTA. ¡ESPAÑOL RECUERDA Y NO OLVIDES!

18 DE MARZO DE 1980. MADRID. SOLDADO DE INFANTERÍA JOSÉ LUIS RAMÍREZ VILLAR.


Policía Militar José Luis Ramírez Villar


A las nueve y media de la mañana del martes 18 de marzo de 1980 la banda terrorista ETA asesinaba en Madrid al soldado de infantería, destinado en la Policía Militar, JOSÉ LUIS RAMÍREZ VILLAR, en un atentado mediante la explosión de una bomba colocada en una motocicleta aparcada muy cerca del portal de la vivienda del general de división del Ejercito de Tierra Fernando Esquivias Franco, quien era el objetivo de los terroristas y   a quien el soldado José Luis Ramírez, destinado en la Policía Militar, daba protección.


En el momento de hacer explosión el artefacto, el general Esquivias, acompañado de su ayudante, Teniente coronel Manuel Mier Hidalgo y de su chófer, se dirigía a pie hacia el coche oficial, un «Seat 1.430», color negro, matricula ET-0-55.684, que estaba aparcado en la calle Ayala, esquina a General Mola, ya que, debido a unas obras que desde hacía más de un mes se llevaban a cabo en la calle Ayala, era imposible aparcar el coche delante del portal del domicilio del general. En la calle, el escolta que les esperaba, José Ramírez, vestido de uniforme, armado y con el característico casco blanco de la Policía Militar, se situó delante del general y su ayudante.


Al pasar delante de una   motocicleta, Mobilette, de color  rojo, que se encontraba atada con una cadena a una farola, hizo explosión, alcanzando de lleno al soldado Ramírez Villar, que resultaría muerto en el acto. El general Esquivas, su ayudante y el chófer, sufrieron heridas leves.   

Nada más producirse la deflagración, la calle quedó llena de trozos de cristales, procedentes de las ventanas de los edificios próximos, rotos a consecuencia de la fuerte onda explosiva.


El general de División Fernando Esquivas Franco, objetivo de los terroristas, era director de Apoyo al Material en la Dirección General de Apoyo Logístico del Cuartel General del Ejército.


La capilla ardiente quedó instalada por la tarde en el Cuartel General del Ejército, donde al día siguiente, miércoles 19 de marzo, se celebró un funeral presidido por las más altas autoridades militares.


En el patio de armas del Cuartel General de! Ejército se celebró, a las diez y media de la mañana, un funeral «córpore insepulto» por el eterno descanso del soldado de Infantería, José Ramírez Villar. La ceremonia fu e presidida por el jefe del Estado Mayor del Ejército, teniente general Gabeiras Montero, y oficiada por el vicario general castrense.


Junto a la compañía que rindió honores militares con escuadra, Bandera tanda y música, formaron en el patio de armas fuerzas del Cuartel General del Ejército, de Infantería ele Marina, de la policía militar, así como numerosos jefes, oficiales y suboficiales.


A ambos lados del féretro formó una escuadra de gastadores, y junto al altar miembros de la policía militar de los ejércitos de Tierra y del Aire, que daban guardia de honor.


Antes de comenzar la Santa Misa, fue leída una orden del Ministerio de Defensa por el que se concede al soldado muerto la cruz de la orden del mérito militar, con distintivo blanco, de cuarta clase, que fue colocada encima del féretro por el jefe del Estado Mayor del Ejército, teniente general Gabeiras.


Al llegar al patio de armas, el general Esquivias Franco se acercó a los familiares de José Ramírez, a quienes abrazó emocionadamente. Todos los familiares lloraron amargamente durante la misa, y especialmente cuando, al finalizar la ceremonia, el teniente general Gabelras les entregó la cruz del mérito militar,


Los familiares fueron también saludados por el ministro de la Defensa, que estaba visiblemente emocionado, y por el capitán general de la I Reglón Militar, quienes les dieron el pésame.

El vicario general castrense manifestó en una breve homilía; “Una vez más, nos congregamos en este patio para ofrecer el santo sacrificio de la misa, en memoria de un miembro de las Fuerzas Armadas asesinado en un acto terrorista. Vamos a elevar nuestras plegarias para que el Señor acoja en su seno al soldado José Ramírez, que ha muerto en defensa de sus jefes”.


Al finalizar la ceremonia religiosa, fue entonado por los presentes el Himno de Infantería. Seguidamente, y tras la Interpretación del toque de oración, el féretro fue sacado a hombros por policías militares, seguido de los familiares y amigos de José Luis Ramírez, e Introducido en un furgón mortuorio, con numerosas coronas de flores.


Tras estos actos, jefes y oficiales se acercaron a saludar al general Esquivias Franco y a su ayudante, teniente coronel Mier. El general. Esquivias manifestó: "Me siento muy triste y dolorido por la muerte del soldado José Luis Ramírez".


En los alrededores del Cuartel General del Ejército se situaron efectivos de la Policía Nacional, para evitar posibles incidentes. En el paseo de la Castellana, donde desemboca la calle Almirante, un numeroso grupo de mujeres con brazaletes, con los colores nacionales, saludaron brazo en alto el paso de la comitiva fúnebre y gritaron repetidas veces: “Ejército al poder”.


José Luis Ramírez Villar, fue cristianamente sepultado, poco después de las once y media, de la mañana en el cementerio de Carabanchel.


Juan Lorenzo Lasa Mitxelena, dirigente de ETA que había suministrado la información al Comando, y Henri Parot, fueron condenados a 30 años de reclusión mayor por el asesinato de José Luis Ramírez y a dos penas de 25 años por los asesinatos frustrados de Esquivias y Mier.


En 2013. Juan Lorenzo Lasa Mitxelena, Txikierdi, abandonaba la cárcel de Sevilla, tras permanecer 28 años en la cárcel tras haber sido condenado por diferentes asesinados a más de 300 años de cárcel. Txikierdi se sumaba así, a una larga lista de excarcelaciones de presos beneficiados por la derogación de la doctrina Parot por el Tribunal de derechos humanos de Estrasburgo.


Henri Parot, asesino de 82 persona, que le supusieron 26 sentencias condenatorias con las que sumó casi 4800 años de prisión, fue trasladado, en agosto de 2022, del Centro Penitenciario de León a un centro penitenciario en Vascongadas. Ingresó en prisión el 7 de abril de 1990 y cumple una condena acumulada de 41 años por asesinatos, homicidios, atentados, organización terrorista, colaboración con banda armada, estragos, lesiones, falsificación y tenencia de explosivos y armas. Cumplió las 3/4 partes de la condena en mayo de 2018.


José Luis Ramírez Villar era natural de Madrid, tenía 19 años y era estudiante. Ingreso como voluntario en la Policía Militar en octubre de 1979 y estaba destinado en la agrupación de tropas del Cuartel General del Ejército. Le correspondía licenciarse el 13 de junio de 1981.  Gran deportista José Luis Ramírez, jugaba al baloncesto y rugby. Deseaba ingresar en la Policía Nacional.


De acuerdo con el Real Decreto 1404/2000, con fecha 19 de julio de 2000, se le concedió a José Luis la Gran Cruz de la Real Orden de Reconocimiento Civil a las Víctimas del Terrorismo a título póstumo. Además, en resolución fechada el 18 de marzo de 2005 (Real Decreto 308/2005), el Ministerio del Interior le concedía también el ascenso de empleo, con carácter honorífico y a título póstumo.

 

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