18 DE MARZO DE 1993. SAN SEBASTIÁN. CABO PRIMERO DE LA GUARDIA CIVIL EMILIO CASTILLO LÓPEZ DE LA FRANCA.
Cabo Primero de la Guardia Civil Emilio Castillo López de la Granja.
A las 14:00 horas del 18 de marzo de 1993, el Cabo primero de la guardia civil EMILIO CASTILLO LÓPEZ DE LA FRANCA resultaba muerto y otro miembro del Benemérito Instituto, Victoriano Álvarez Álvarez herido de gravedad en San Sebastián al recibir los impactos de bala efectuados por dos individuos a cara descubierta, pertenecientes a la banda terrorista ETA, cuando los agentes esperaban, en un vehículo particular, ante un semáforo en rojo.
El atentado se produjo a las 14.05 horas horas en el cruce de la avenida de Ategorrieta, de San Sebastián, donde el vehículo en el que viajaban los agentes, un Ford Orion de color blanco, se detuvo ante un semáforo, para desviarse hacia el barrio de Inchaurrondo. Los dos guardias, adscritos al servicio fiscal de la Guardia Civil en el puerto de Pasajes, regresaban de su trabajo y se dirigían a comer al cuartel de Inchaurrondo, donde residían.
En ese momento, dos jóvenes, uno rubio de melena y otro moreno de pelo corto y con gafas de sol, que antes habían estado sentados en un jardín próximo al cruce y que caminaron tranquilamente hasta la parte derecha del vehículo antes de disparar sus pistolas contra los ocupantes. Al recibir los tiros, el conductor y propietario del turismo, Emilio Castillo, abrió la puerta y cayó al suelo, mientras que el coche avanzó unos metros. Los terroristas huyeron a pie por la Calzada Vieja de Ategorrieta, donde se subieron a otro vehículo para darse a la fuga
Emilio murió poco después de llegar a la Residencia Sanitaria Nuestra Señora de Aránzazu. Victoriano Álvarez resultó gravemente herido en el abdomen y ambas piernas.
Al día siguiente, a las doce de la mañana, se celebró el funeral por el alma de Emilio en el Gobierno Civil de San Sebastián, donde había sido instalada la capilla ardiente la tarde del día anterior. El ministro del Interior, José Luis Corcuera, presidió el funeral por el alma de Emilio Castillo, y visitó a la familia del agente herido en el mismo atentado, Victoriano Álvarez. La ceremonia religiosa fue oficiada en el salón del trono del Gobierno Civil de San Sebastián, ante la insistencia de Bartolomé Auzmendi, párroco de la iglesia de la Sagrada Familia, donde tradicionalmente se celebraban los funerales de los miembros de la fuerzas de seguridad asesinados en atentados, de oficiar el funeral en euskera y castellano., algo que no quería a familia del cabo Primero asesinado, que quería la ceremonia solo en español.
Al oficio asistieron la esposa, hermanos y un cuñado del cabo primero Castillo —los padres no asistieron al acto—, quienes permanecieron abrazados y sentados en un banco a la derecha del féretro, situado junto al altar. La ceremonia fue concelebrada por tres sacerdotes, el capellán de la Guardia Civil del cuartel de Inchaurrondo y dos párrocos de San Sebastián, uno de ellos, el propio Bartolomé Auzmendi, de la iglesia de la Sagrada Familia.
Finalizado el funeral fue entonado el Himno de La Guardia Civil. Tras ello, el féretro fue llevado hasta el aeropuerto de Fuenterrabía desde donde partió hacia la base Militar de Getafe y de ahí, por carreta a Ciudad Real donde fue cristianamente sepultado.
En 1999 la Audiencia Nacional, por el asesinato de Cabo primero Emilio Castillo, condenaría a los miembros de ETA Agustín Almaraz Larrañaga, alias “Patxi y José Ignacio Alonso Rubio, alias “Iñaki” a 48 años de prisión. En la condena por ese asesinato se les uniría en el año 2000, el también etarra Sergio Polo Escobes, a quien la Audiencia Nacional le impondría una pena de 46 años de cárcel.
En agosto de 2020, tras más de 25 años de cárcel, el etarra Iñaki Alonso salía en libertad de la prisión de Córdoba y era recibido por un grupo de familiares y amigos.
En enero de 2021 Sergio Polo Escobes, fue trasladado del Centro Penitenciario de Herrera de la Mancha a la prisión alavesa de Zaballa, ingresó en prisión el 14 de marzo de 1999 y cumple condena por los delitos de terrorismo, colaboración con banda armada, asesinatos y tenencia de armas y explosivos. Se encuentra pendiente de que la Audiencia Nacional se pronuncie sobre el tiempo máximo de cumplimiento de su pena.
En agosto de 2021, Agustín Almaraz Larrañaga, alias “Patxi”, condenado a 48 años de prisión por el asesinato del guardia civil Emilio Castillo López de la Franca; a otros 30 años por matar a los policías Rafael Leiva Loro y Domingo Durán el 13 de enero de 1995 en Bilbao y a 29 de años por el asesinato de Ángel María González Sabino el 2 de junio de 1993 en San Sebastián, salía en libertad de la prisión de Basauri (Vizcaya) tras pasar 25 años de condena por varios asesinatos.
Emilio Castillo López de la Franca, de 31 años, había nacido en Ciudad Real. Estaba casado con Julia Aparicio y era padre de una niña de dos años. Él y su compañero Victoriano Álvarez, natural de Benbibre (León), llevaban año y medio en Guipúzcoa, asignados al Servicio Fiscal del puerto de Pasajes.
De acuerdo con el Real Decreto 1404/2000, con fecha 19 de julio de 2000, se le concedió a Emilio la Gran Cruz de la Real Orden de Reconocimiento Civil a las Víctimas del Terrorismo a título póstumo. Además, en resolución fechada el 18 de marzo de 2005 (Real Decreto 308/2005), el Ministerio del Interior le concedía también el ascenso de empleo, con carácter honorífico y a título póstumo.
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