19 DE DICIEMBRE DE 1978. GUECHO (VIZCAYA) JOAQUÍN MARÍA AZAOLA MARTÍNEZ,DELINEANTE.
Joaquín Azarola Martínez.
El martes 19 de diciembre de 1978, sobre las ocho de la mañana, tres miembros de ETA asesinaban en Guecho (Vizcaya) al delineante JOAQUÍN MARÍA AZAOLA MARTÍNEZ.
Hacia las 7.30 de la mañana, como cada día, Joaquín Azaola salió de su domicilio, situado en la calle Hispanidad, de Algorfa, y se dirigió hasta un garaje situado muy cerca, en la calle Arene-Azpi, donde se reunía cada mañana con dos compañeros para acudir en el coche de uno de ellos, Gonzalo Olano, a su trabajo en la empresa mecánica La Peña de Urduliz, donde ocupaba un puesto de delineante proyectista.
Al entrar en el garaje Azaola vio cómo un joven encapuchado apuntaba con su arma a sus dos compañeros de trabajo, mientras un segundo, también encapuchado, estaba al volante del coche del señor Olano. Un tercer joven enmascarado se dirigió a él y efectuó hasta tres disparos de pistola que le alcanzaron de lleno en el vientre y pecho.
Joaquín Azaola cayó mortalmente herido mientras los tres jóvenes emprendían la huida en el citado automóvil. Su compañero, el señor Olano, acudió al puesto de Policía Municipal.
Cuando, en compañía de una dotación policial, llegó al lugar de los hechos, Joaquín María de Azaola era ya cadáver. Cerca de la puerta del garaje se encontraron tres casquillos de munición 9 mm. Parabellum, dos de marca Geco y el tercero FN. Trasladado al Hospital Civil de Bilbao sólo pudo certificarse su defunción.
Azarola era considerado por sus amigos como hombre de ideología nacionalista. En 1942 se exilió por primera vez a Francia huyendo de la policía española. En 1972, tras el secuestro del industrial Lorenzo Zabala en el que, al parecer, se le consideraba implicado, huyó nuevamente al País Vasco francés y entró en contacto con ETA y según sus propias manifestaciones se unió a dicha organización terrorista. El 15 de diciembre de 1977 regresó a Vascongadas con pasaporte español, al beneficiarse dela amnistía y solicitó, acogiéndose a ella el puesto que anteriormente ostentaba en la empresa mecánica La Peña, petición que le fue aceptada.
Un información publicada en mayo de 1978 por la revista Interviú con el titular “ETA quiso secuestrar a Juan Carlos” contaba con toda clase de detalles el intento de aquella organización de secuestrar al actual Rey, para solicitar al régimen de Franco su liberación a cambio de 350 millones y la amnistía de cien presos políticos vascos. ETA, según se desprendía de la misma información, esperaba la llegada de Juan Carlos al principado de Monaco en el mes de julio. El entonces príncipe iba a asistir a la inauguración de un nuevo casino en compañía de su mujer e hijos. Varios comandos de la organización iban a participar en un ambicioso proyecto consistente en abordar la embarcación de Juan Carlos en alta mar para secuestrarlo, esconderlo en una villa de Niza y solicitar a Franco su canje. Joaquín María de Azaola formaba parte de uno de los comandos que participaban en la operación.
A medida que la operación, titulada como “operación pesca” avanzaba y se acercaban las fechas de la llegada de Juan Carlos a Montecarlo—siempre según la información de la revista Interviú —, a Azarola se le plantearon serias dudas sobre el desenlace del plan y sobre la utilidad del mismo. Temía que, de no acceder Franco al pago del rescate y al canje, la organización se viera obligada a matar al príncipe y a sus hijos. Tomó entonces la decisión de poner el asunto en conocimiento del comisario general de información de la Dirección General de Seguridad, José Sainz, quien puso en antecedentes del caso a Juan Carlos y a las autoridades españolas. En la información de Interviú se aseguraba que Sainz prometió a Joaquín María de Azaola que no detendría a sus compañeros de organización y nunca en el futuro se les imputaría su participación en la operación de intento de secuestro.
Por el chivatazo de Azarola a la Policía española, Juan Carlos y su familia no acudieron a Mónaco, frustrándose así el intento de secuestro. Al no llevarse a cabo la operación, los miembros de ETA de los tres grupos entre los que se encontraban entre otros Domingo Iturbe Abasolo “Txomin”; Isidro María Garalde, alias “Mamarru”, Miguel Ángel Apalategui Ayerbe, alias “Apala”; José Luis Arrieta, alias “Azkoiti”, José María Arruebarrena Esnaola, alias Tanke; José Antonio Garmendia Artola, alias “El Tupa”, y Jesús María Muñoa Galarraga, regresaron desde Niza y Cannes a sus respectivos puntos de origen en su santuario del País Vasco francés.
En un recuadro titulado “El Rey me debe la vida”, Joaquín Azaola, "Jokin", tras tres años de silencio confesaba a Interviú los motivos por los que hizo fracasar el secuestro.: «Yo estaba seguro de que Franco no iba a ceder y que hubiéramos tenido que matarlos a todos; una vez comenzada la acción no podíamos echarnos atrás. ¿Qué hubiera ocurrido? Pues se cortaba toda posibilidad de evolución hacia la democracia, hubiera habido un cambio radical a la derecha y una represión horrible contra el pueblo vasco. Si nuestro objetivo hubiera sido Franco, como al principio pensé, no habría dudado, pero Juan Carlos... Contando aquellos hechos yo sólo pretendo que el Rey sepa que no fue secuestrado, que debe a un vasco probablemente la vida. A mi”,
Según fuentes cercanas al entorno etarra en el sur de Francia, y que recogió algún diario de tirada Nacional en España, Azaola fue asesinado bajo acusaciones de ser un “chivato de la Policía española”. ETA lo confirmaría en un comunicado enviado a los medios de información el día 20 de diciembre de 1978.
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