19 DE JULIO DE 1984. PORTUGALETE (VIZCAYA). SARGENTO DE LA GUARDIA CIVIL ANTONIO TORRÓN SANTAMARÍA.
sargento de la guardia Civil Antonio Torrón Santamaria
Sobre las 14,40 horas, del 19 de julio de 1984, a la altura del número 2 de la calle Maestro Zubeldíá de la localidad vizcaína de Portugalete, el Sargento de la Civil ANTONIO TORRÓN SANTAMARÍA, era asesinado por dos miembros de la banda terrorista ETA, muy cerca de su domicilio situado en el número 3 de esta misma vía
Dos individuos armados con una pistola estaban esperando a que Antonio Torrón llegase a su vivienda desde el puerto de Santurce, donde prestaba servicio como carabinero.
Los autores del atentado se acercaron a Antonio Torrón, que llevaba una bolsa de plástico con botellas vacías y su arma reglamentaria dentro, y le dispararon una sola vez alcanzándole en la cabeza, lo que le produjo la muerte instantánea
El cadáver quedó tumbado boca abajo sobre la acera, produciéndose momentos de confusión y alarma entre los vecinos que estaban comiendo en sus casas y que oyeron el disparo.
Tras cometer el atentado, los dos individuos huyeron a pie tranquilamente por las calles adyacentes. En el lugar del suceso se encontró un casquillo del calibre 9 milímetros Parabellum , marca «S/F».
Unas quinientas personas asistieron al día siguiente por la tarde al funeral por el Sargento de guardia civil Antonio Torrón Santamaría. Asistió el ministro del Interior, José Barrionuevo, a quien acompañaron el director general de la Guardia Civil, teniente general Sáenz de Santamaría; el delegado del Gobierno en el País. Vasco, Ramón Jáuregui; el viceconsejero de Interior del Gobierno vasco, Eli Galdós; el presidente de la Diputación de Vizcaya, José María Macua; y el gobernador civil de la provincia, Iñaki López, así como otras autoridades, civiles, militares y policiales, así como representantes de partidos políticos.
El féretro con los restos mortales del sargento asesinado entró en la parroquia de Santo Tomás de Villanueva, de Portugalete, envuelto en la bandera nacional a hombros de familiares, amigos y compañeros. Los centenares de personas que permanecían en el exterior de la iglesia prorrumpieron en una gran salva de aplausos y dieron vivas a España, la Guardia Civil y gritos contra ETA.
Una vez en el interior, el oficiante dijo que “Nos consideramos impotentes para poder decir palabras que lleguen al corazón de la gente violenta para que cesen con estas muertes. También nos sentimos impotentes para consolar a esta pobre familia angustiada que se hace preguntas: ¿por qué nuestro padre? ¿Por qué nuestro esposo? Y nosotros nos preguntamos: ¿por qué estas muertes? ¿Por qué estos asesinatos?”.
Finalizado el acto fúnebre, y tras ser entonado el Himno de la Guardia Civil, unas trescientas personas acompañaron al féretro hasta el cementerio de la localidad, donde el Sargento Torrón fue enterrado cristianamente.
Esa tarde, Portugalete se vio cubierto de octavillas sin texto alguno, en las que sólo figuraba un dibujo de un guardia civil que lleva a hombros a través del agua a un vasco, ataviado con una chapela típica. El dibujo hacía referencia al destacado papel desempeñado por la Guardia Civil en las inundaciones de agosto de 1983. Otras octavillas, que fueron lanzadas desde un automóvil, llevaban la frase “Estatuto sí, ETA no” .
Antonio Torrón Santamaría era natural dé Burgos, donde había nacido el 19 de marzo de 1929, llevaba 30 años destinado en Vizcaya. Iba a jubilarse en el próximo mes de marzo de 1985. Estaba casado con Pilar Gómez Herrería y tenía dos hijos, José Antonio, de 29años, y María del Pilar, de 27.
De acuerdo con el Real Decreto 1404/2000, con fecha 19 de julio de 2000, se le concedió la Gran Cruz de la Real Orden de Reconocimiento Civil a las Víctimas del Terrorismo a título póstumo. Además, en resolución fechada el 18 de marzo de 2005 (Real Decreto 308/2005), el Ministerio del Interior le concedía también el ascenso de empleo, con carácter honorífico y a título póstumo.
A fecha de hoy, el asesinato del Sargento Torrón Santamaría continúa impune.
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