19 DE MARZO DE 1992. LLISSÁ DE MUNT (BARCELONA) CABO PRIMERO ARTIFICIERO DE LA GUARDIA CIVIL ENRIQUE MARTÍNEZ HERNÁNDEZ.
Cabo Primero artificiero de la Guardia Civil Enrique Martínez Hernández.
El 19 de marzo de 1992, un coche-bomba colocado por un comando de la organización terrorista ETA en la localidad barcelonesa de Llissá de Munt, hacia explosión acabando con la vida del Cabo Primero artificiero de la Guardia Civil ENRIQUE MARTÍNEZ HERNÁNDEZ.
Sobre las diez de la noche del 18 de marzo, en el cuartel de la Guardia Civil de la localidad costera de Mongat (Barcelona), se recibió una llamada avisando, en nombre de ETA, del abandono de un Opel Kadett lleno de explosivos entre las localidades de Llissá de Munt y Granollers. Indicaron también que el propietario del vehículo estaba encerrado en el maletero de otro coche al lado del coche-bomba.
Varias patrullas de la Benemérita Institución, así como una unidad de desactivación de explosivos acudieron al lugar indicado. El Cabo Primero TEDAX Enrique Martínez, se disponía a reconocerlo, la bomba hizo explosión. El automóvil estaba cargado con unos 15 kilos de amosal y la deflagración afectó a viviendas situadas en una radio de 60 metros. A Enrique Martínez Hernández la explosión lo alcanzó de lleno resultando mortalmente herido. Trasladado al Hospital General de Granollers, ingresó cadáver poco después de la medianoche del 19 de marzo.
Alrededor de 400 personas asistieron a la tarde de ese 19 de marzo, en la capilla del Gobierno Civil de Barcelona, al funeral por el alma del cabo primero de la Guardia Civil Enrique Martínez Hernández.
En el acto religioso, que fue oficiado por el arzobispo de Barcelona, Ricardo María Caries, estuvieron presentes el consejero de Gobernación de la Generalidad en funciones, Josep Gomis; el director general de la Guardia Civil, Luis Roldan; el alcalde de Barcelona y otras autoridades civiles y militares.
Por aquel atentado, en 2007, la Audiencia Nacional condenaría a los etarras Fernando Díez Torres y José Luis Urrusolo Sistiaga “el hombre de las mil caras” por el asesinato de Enrique Martínez a penas de 44 y 29 años y 9 meses de prisión respectivamente.
En 2012 Fernando Díez Torre quedaba en libertad tras permanecer veinte años en prisión cumpliendo condena por seis asesinatos. La sección segunda de la sala de lo penal de la Audiencia Nacional le había aplicado la "doctrina Parot" en septiembre de 2011, que reseñaba que los beneficios penitenciarios debían descontarse de cada una de las penas a las que fue condenado y no del límite máximo de cumplimiento fijado en 30 años, fijándose como fecha para su excarcelación el año 2022, pero el recluso presentó recurso ante el Tribunal Supremo que fallaría a su favor, aplicado los beneficios de redención sobre el cumplimiento máximo de 30 años.
Tras acogerse a la Vía Nanclares, Urrusolo Sistiaga, el “hombre de las mil caras” salió de prisión el 28 de febrero de 2016, habiendo cumplido 19 años de cárcel de los 900 a los que fue condenado por 16 asesinatos y tras haber redimido pena por estudios y trabajo y después de que el Tribunal Supremo tuviese en cuenta los seis años cumplidos en Francia, donde fue detenido en 1997, para descontarlos de su condena, que tenía el límite máximo en el cumplimiento efectivo de 30 años.
El cabo primero Enrique Martínez Hernández era natural de Linares (Jaén). Tenía 30 años, estaba casado y era padre de una niña de dos años. Estaba destinado como Tedax en Manresa (Barcelona). Fue enterrado en Collserola, en el municipio de Cerdañola del Vallés, después de un multitudinario funeral.
De acuerdo con el Real Decreto 1404/2000, con fecha 19 de julio de 2000, se le concedió la Gran Cruz de la Real Orden de Reconocimiento Civil a las Víctimas del Terrorismo a título póstumo. Además, en resolución fechada el 18 de marzo de 2005 (Real Decreto 308/2005), el Ministerio del Interior le concedía también el ascenso de empleo, con carácter honorífico y a título póstumo.