2 DE AGOSTO DE 1980. ÉIBAR (GUIPÚZCOA) MARIO GONZÁLEZ BLASCO.
Mario González Blasco.
En la madrugada del 2 de agosto de 1980, cuando salía de su trabajo en la empresa minera AGRUMINSA, la banda terrorista, separatista, marxista y antiespañola ETA, secuestraba la localidad vizcaína de Gallarta a MARIO GONZÁLEZ BLASCO. Unas horas más tarde aparecería asesinado.
El secuestro de Mario González se produjo poco después de las seis de la mañana, al salir de trabajar del taller del pozo minero Bodovile, donde estaba empleado como soldador. Se subió a su vehículo particular, un Land Rover, acompañado por otro trabajador, con intención de irse a su domicilio, situado en San Salvador del Valle. En ese instante, tres individuos enmascarados y armados con pistolas, asaltaron el vehículo y obligaron a Mario por la fuerza a acompañarles a otro vehículo, con el que huyeron, dejando a su compañero atado y amordazado en un monte.
Una llamada efectuada sobre la una de la tarde al periódico DEIA, anunciaba la muerte de Mario González. Seguidamente se recibió otro comunicado en la emisora de Radio Popular de Bilbao, en que una voz anónima que dijo hablar en nombre de Eta, anunció el secuestro y la ejecución de Mario González, dando la situación exacta de donde se encontraba el cadáver en un barranco del barrio de Aguinaga, en las afueras de Éibar.
Efectivamente, el cadáver de Mario González aparecería, sobre las tres de la tarde, en el camino de Aguinaga, encontrado por vecino, muy cerca del lugar donde había sido hallado, el 2 de febrero de ese mismo año, el cuerpo sin vida de Jesús María Zubicaray Badiola, alias “Ondarru”, de 22 años de edad, militante de EIA (Partido de la revolución vasca) integrado en la coalición Euskadiko Esquerra, asesinato que había sido reivindicado por el Batallón Vasco Español.
Sobre el cuerpo de Mario, pegado con esparadrapo a su camisa, los asesinos dejaron un recorte de una revista en la que aparecía una fotografía de Zubicaray muerto. El cuerpo de Mario presentaba ocho impactos de bala, siete de ellos a la altura del hemitórax izquierdo y uno en el pómulo derecho. Tenía marcas de ligaduras en las muñecas. Según la autopsia había muerto unas siete horas antes de que fuese encontrado su cadáver.
La banda terrorista ETA acusaría a Mario González de tener relación con el Batallón Vasco Español y participar en aquel asesinato del miembro de EIA Zubicaray Badiola.
Mario González Blasco, había nacido en La Arboleda, barrio de la localidad vizcaína de San Salvador del Valle hacia 51 años. Estaba casado y tenía dos hijos. Desde hacía veinticinco años, trabajaba como soldador en la empresa AGRUMINSA de la localidad vizcaína de Gallarta.
De acuerdo con el Real Decreto 1404/2000, con fecha 19 de julio de 2000, se le concedió la Gran Cruz de la Real Orden de Reconocimiento Civil a las Víctimas del Terrorismo a título póstumo.
El asesinato de Mario González Blasco, continúa impune.
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