2 DE MAYO DE 1980. ZARAGOZA. JESÚS ARGUDO CANO. VIGILANTE JURADO.
Jesús Argudo Cano.
La tarde del 2 de mayo de 1980, el vigilante jurado JESÚS ARGUDO CANO se encontraba a las puertas las oficinas de la General Motors en Zaragoza prestando sus servicios. Pasadas las 19.00 horas, varios individuos entraron en el edificio y dispararon contra él un solo tiro que le entró por el cuello y salió por la clavícula. Jesús quedó tendido en la silla y murió al ser trasladado al hospital Miguel Servet.
El vigilante jurado custodiaba la oficina principal de la empresa en la capital Zaragozana, donde tenía su despacho el director general de GM, Theodor R. Faber, contra quien presumiblemente intentaban atentar los criminales y que en ese instante no se encontraba en su despacho.
Según el atestado policial “tres jóvenes encapuchados y armados entraron en la sede de General Motors, empresa norteamericana recién instalada en Zaragoza. Subieron a la séptima planta y, mientras uno sujetaba la puerta del ascensor, otro encañonaba a tres dirigentes de G.M. que en ese momento se disponían a entrar en las oficinas. El tercero, sin mediar palabra, se dirigió al vigilante jurado, que se encontraba sentado en un sillón frente al ascensor y le disparó un tiro en la parte izquierda del cuello, causándole la muerte".
Dos grupos terroristas reivindicaron el asesinato: el Frente Revolucionario Antifascista y Patriota (FRAP), que se encontraba completamente desarticulado por la Policía, y un desconocido Frente Revolucionario Antifascista Vasco Aragonés (FRAVA), hipótesis de su autoría, todavía poco clara.
Jesús Argudo Cano, de 58 años de edad, era guardia civil en situación de retirado, tenía tres hijos y llevaba 15 días en su nuevo empleo. El Juzgado número 3 de Zaragoza dio carpetazo al caso un mes después sin haber hallado indicios determinantes sobre la autoría del atentado. En 2018 la Audiencia Nacional lo reabrió, aunque fue archivado un año más tarde.
La familia de Jesús Argudo no consiguió que le fuera reconocida la condición de víctima del terrorismo hasta 1999.
Según los datos e información conseguidos por un hijo de la víctima, el FRAVA (Frente Revolucionario Antifascista Vasco Aragonés) reivindicó cuatro atentados desde 1978 hasta 1980, con dos muertos, Jesús Argudo y un policía municipal en Madrid, el secuestro del empresario catalán Jesús Serra que fue liberado en Candasnos y una acción con un cóctel molotov contra un cuartel de la Policía Local, en enero de 1979. Sin embargo ha comprobado que muchas diligencias de aquellos sucesos se han perdido.
En 2018 la Fiscalía de la Audiencia Nacional autorizó reabrir la investigación. En las primeras resoluciones del 23 de abril de 2019 se concluye que "pese a las diligencias practicadas por la fuerza actuante desde el mes de abril de 2018 hasta la actualidad, no se han obtenido siquiera indicios que permitan concluir quiénes fueron los autores materiales del asesinato de Don Jesús Argudo Cano”
De acuerdo con el Real Decreto 1404/2000, con fecha 19 de julio de 2000, se le concedió a Jesús Argudo la Gran Cruz de la Real Orden de Reconocimiento Civil a las Víctimas del Terrorismo a título póstumo.
A día de hoy su asesinato continúa impune, al no poder esclarecerse quien o quienes fueron los autores.
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