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HOY 2 DE NOVIEMBRE: ASESINADOS POR EL TERRORISMO MARXISTA. ¡ESPAÑOL RECUERDA Y NO OLVIDES!


2 DE NOVIEMBRE DE 1977 IRÚN (GUIPÚZCOA) SARGENTO DE LA POLICÍA MUNICIPAL JOSÉ DÍAZ FERNÁNDEZ.

Sargento de la Policía Municipal de Irún José Díaz Fernández.


A las 20:15 horas del 2 de noviembre de 1977 la banda terrorista ETA asesinaba en Irún al sargento de la Policía Municipal de esta localidad guipuzcoana JOSÉ DÍAZ FERNÁNDEZ.

Sobre las ocho y cuarto de la noche, el sargento de la Policía Municipal de la plantilla de Irún, José Díaz Fernández, estando de servicio, se trasladó de la Inspección sita en los bajos de la Casa Consistorial a su domicilio en la calle Larrechipi, aproximadamente a unos 300 metros de distancia, con el fin de tomar un bocadillo y regresar nuevamente a su puesto.


Al entrar en el portal de su casa y apenas iniciar la ascensión de las escaleras, fue tiroteado por tres individuos, que habían descendido de un taxi- pocos momentos antes.


Tres disparos le alcanzaron a causa de los cuales resultó muerto casi instantáneamente, siendo trasladado a su domicilio. Uno de sus hijos lo encontró, aún con vida, en el portal, pero falleció poco después.


El Juzgado de Irún ordenó el levantamiento del cadáver, y la iniciación de las correspondientes diligencias.


Inmediatamente de conocido el hecho, se organizó la búsqueda de los autores, que huyeron del lugar del atentado en un taxi, sustraído con anterioridad a su propietario, que apareció a últimas horas de la noche amordazado cerca de Oyarzun, después de que una llamada anónima informase de su paradero a las 22:30 horas, encontrándose con posterioridad su vehículo abandonado en Rentería, montándose por parte de Fuerzas de la Guardia Civil controles de carreteras y fronteras.


Al día siguiente, a las seis de la tarde se celebró el funeral por su alma en la Iglesia de Nuestra Señora del Juncal, oficiado por el párroco Santiago Balenciaga. El féretro envuelto en la bandera nacional fue precedido por quince coronas de flores. Asistieron al mismo, además de la viuda hijis y familiares, el jefe superior de Policía de Guipúzcoa, Eduardo López; el jefe superior de la Policía Municipal de Irún, José Luis Hornilla, y diversos representantes de las policías municipales de otras localidades guipuzcoanas y vizcaínas, así como representantes de la Guardia Civil y Policía Armada.


ETA militar reivindicaba el 3 de noviembre, mediante llamada telefónica a Radio Popular de Bilbao, el atentado contra José Díaz al que acusaría de ser el principal represor de manifestaciones y huelgas en la cuenca del Bidasoa, de cobrar primas especiales por colaboración con la Policía española y de haber dado muerte, veinticinco años antes, a una persona que se trasladaba clandestinamente a Francia en los alrededores del monte San Marcial.


Debido a la ignominiosa ley de amnistía de 1977, el asesinato del Sargento Díaz quedó impune pues sus autores se beneficiaron de ella.


El sargento Díaz Fernández estaba casado y tenía dos hijos. Figuraba en el Cuerpo de Policía Municipal desde hacía más de SO años. Era natural de la provincia de Asturias y anteriormente había pertenecido al instituto de la Guardia Civil, licenciándose en Irún, donde pasó a pertenecer a la Policía Municipal.


De acuerdo con el Real Decreto 1404/2000, con fecha 19 de julio de 2000, se le concedió la Gran Cruz de la Real Orden de Reconocimiento Civil a las Víctimas del Terrorismo a título póstumo.


2 DE NOVIEMBRE DE 1978. IRÚN (GUIPÚZCOA) JOSÉ LUIS LEGASA UBIRÍA. CONSTRUCTOR.

José Luis Legasa Ubiría.


A primera hora de la mañana del 2 de noviembre de 1978, el constructor JOSÉ LUIS LEGASA UBIRIA, natural y vecino de Irún (Guipúzcoa), era asesinado por dos jóvenes armados con pistolas.


Legasa Ubiria, muy conocido en Irún por sus numerosos negocios en el mundo de la construcción, había recibido, meses atrás, una carta por la cual la banda asesina y extorsionadora le exigía el pago del “impuesto revolucionario” establecido por la siniestra organización.


Legasa se aprestó a hacer lo que lo solicitaban los terroristas: pagar. Para ello pasó la frontera, con la cantidad solicitada, y antes de acudir al bar donde se había acordado la «cita con los terroristas, avisó a la policía francesa, la cual detuvo a las personas implicadas en recoger la suma de dinero. Como consecuencia de esta denuncia, fue detenido el conocido militante de ETA, Francisco Javier Aya Zulaica alias “Trepa”, quien sería condenado a tres años de cárcel, por un tribunal de Bayona, ejerciendo como acusación particular contra él, el propio Legasa, Aya Zulaica cumpliría uno de condena, para luego ser deportado. Tras aquel juicio, José Luis Legasa, afirmaría que era el único empresario que se había negado a ceder al chantaje de ETA, y que si todos hiciesen lo mismo "no se financiaría el terrorismo para causar más muertes".


El atentado, que resultaría ser una venganza, se llevó a cabo hacía las nueve y media de la mañana en el barrio irunés de Licuro, concretamente al final de la calle Hendaya en un descampado donde se habían iniciado los trabajos de explanación para futuras instalaciones deportivas que disfrutarían los vecinos de unas viviendas anexas construidas por Legasa. A esa hora, y cuando José Legasa se encontraba examinando los planos de las obras en compañía de su hermano y del encargado de los trabajos se le acercaron dos jóvenes que iban sonriéndose.


Al llegar a la altura de los primeros, uno de los jóvenes, de barba y vestido con un anorak verde, sacó una pistola y efectuó a bocajarro tres disparos contra José Legasa, quien cayó al suelo. Su hermano Miguel, al cerciorarse de lo ocurrido, se arrojó contra la pistola de agresor con el propósito de impedirle disparar. En el forcejeo, el arma se disparó, alcanzando a Miguel, en la parte superior de la pierna, cayendo boca abajo sobre la tierra. Segundos después, el asesino efectuaba dos nuevos disparos contra el cuerpo de José Legasa, que ya se encontraba moribundo. En el lugar de los hechos la Guradia Civil recogió varios casquillos 9 mm. «Parabellum»


Poco después de producirse el atentado, los autores huyeron a la carrera, descendieron por unas escaleras de las viviendas y se subieron a un «Seat 124» de color blanco con el techo negro que tenían estacionado junto a la variante Irún - San Sebastián, tomando dirección desconocida.


El cadáver de José Legasa fue trasladado al depósito municipal de Irún una vez que el juez ordenó el levantamiento del mismo, mientras su hermano Miguel fue trasladado al centro de la Cruz Roja de la localidad, donde se le curó del impacto de bala con orificio de entrada y salida en el muslo.

En su comunicado de reivindicación el 3 de noviembre, la banda terrorista ETA lo justificaba por haberse negado a pagar el "impuesto revolucionario" y por haber propiciado que se detuviese y condenase al "refugiado político Francisco Aya".


José Luis Legasa tenía previsto abandonar Vascongadas y fijar su residencia en otro punto de España. Para ello, había mantenido contactos para vender su empresa constructora.


En 1993 la Audiencia Nacional condenó a Henri Parot a 29 años de reclusión mayor por el asesinato de José Luis Legasa, y a otros tres años de prisión menor por las lesiones sufridas por Miguel, el hermano de la víctima. La Sentencia afirmó :”que Domingo Iturbe Abasolo, alias Txomin, dio órdenes a Henri Parot y su grupo, de que cruzasen a España y asesinasen a José Luis, proporcionándole al asesino francés, según su propia declaración, los datos del vehículo y una fotografía de José Luis Legasa” .


José Luis Legasa Ubiría tenía 49 años. Estaba casado y tenía cuatro hijos. Era contratista de obra y propietario de un garaje.


De acuerdo con el Real Decreto 1404/2000, con fecha 19 de julio de 2000, se le concedió la Gran Cruz de la Real Orden de Reconocimiento Civil a las Víctimas del Terrorismo a título póstumo.


2 DE NOVIEMBRE DE 1978. LEZO (GUIPÚZCOA) RAFAEL RECAOLA LANDA. ALBAÑIL.

Rafael Recaola Landa.


En la noche del 2 de noviembre de 1978, la banda terrorista ETA asesinaba en Lezo (Guipúzcoa) al albañil RAFAEL RECAOLA LANDA.


El atentado se registró, sobre las diez y media de la noche, cuando Rafael Recaola salía de la factoría «Orbegozo», de Lezo, donde había cubierto el turno de dos de la tarde a diez de la noche. Montado en una motocicleta, fue ametrallado por varios miembros de la banda marxista, siendo rematado por uno de ellos el momento de caer al suelo. Cinco proyectiles alcanzaron a la víctima, dos en la pierna, una en el pecho y dos en la cabeza, que le provocaron la muerte instantánea.


Una veintena de casquillos de nuevo milímetros “Parabellum»”, marcas «FN» y “Gecco”, se recogieron por parte de la Guardia Civil en el lugar donde cayó muerto Rafael Recaola.


Rafael Recaola Landa, de 30 años, era albañil de profesión y estaba empleado en la empresa Esteban Orbegozo desde hacía seis años. ETA, en su mensaje de reivindicación de la autoría del asesinato acusó a Rafael Recaola de estar vinculado con la Policía.


De acuerdo con el Real Decreto 1404/2000, con fecha 19 de julio de 2000, se le concedió la Gran Cruz de la Real Orden de Reconocimiento Civil a las Víctimas del Terrorismo a título póstumo.


2 DE NOVIEMBRE DE 1978. GUERNICA (VIZCAYA), JUAN CRUZ HURTADO FERNÁNDEZ, CARPINTERO.

Juan Cruz Hurtado Fernández.


En torno a las 22:45 horas del 2 de noviembre de 1978, ETA volvía a asesinar, esta vez en Guernica (Vizcaya), al carpintero JUAN CRUZ HURTADO FERNÁNDEZ.


L a víctima Juan Cruz Hurtado, de 35 años de edad, vecino de Amorebieta (Vizcaya), se encontraba con su novia Manoli Mosquera, en el “Bar Azul”, de la calle Señorío de Vizcaya de Guernica. A dicha hora, penetraron en el establecimiento dos individuos con la cara tapada y armados con pistolas, que sin mediar palabra, dispararon sobre la pareja. El joven murió en el acto. Su novia, herida por los disparos en el pecho y en una pierna, fue trasladada en estado grave a la residencia sanitaria de la Seguridad Social de Bilbao donde la intervinieron quirúrgicamente. Dentro del bar la Guardia Civil se recogió siete casquillos de bala del calibre 9 milímetros parabellum.


Los asesinos huyeron del lugar en vehículo robado con anterioridad, en un garaje tras amenazar a su propietario.


En el comunicado de reivindicación enviado el 4 de noviembre, y en el que también se hacían responsables del asesinato de Rafael Recaola Landa, cometido poco antes en Lezo (Guipúzcoa), acusaban a Juan Cruz Hurtado de ser de extrema derecha y de colaborar con la Policía, igual que a Recaola Landa. Se decía de ellos que eran miembros ultrafascistas "pertenecientes al grupo parapolicial Guerrilleros de Cristo Rey" y confidentes y colaboradores directos de las fuerzas de la Policía.


En 1982 la Audiencia Nacional condenó a 23 años de prisión a cada uno de los etarras José María Sagarduy Moja, José Antonio Echevarri Ayesta, Juan Carlos Gorrindo Echeandía y Enrique Aguirre Echeita por el asesinato de Juan Cruz Hurtado. Sagarduy Moja, alias Gatza, salió de prisión en abril de 2011 tras cumplir 30 años y 9 meses de prisión, lo que le convirtió en el preso más antiguo de la banda. Detenido en julio de 1980, había sido condenado a un total de 71 años de cárcel por dos asesinatos. José Antonio Echevarri Ayesta, salió de prisión en enero de 2002, después de solo 22 años encarcelado. Juan Carlos Gorrindo Echeandia, condenado a 58 años, obtuvo el tercer grado en 1996.


Juan Cruz Hurtado Fernández, de 25 años, era natural de Villaro (Vizcaya), pero vivía en Amorebieta. Su novia, Manuela Mosquera, de 21 años, era natural de Sevilla, aunque vivía en Guernica.


De acuerdo con el Real Decreto 1404/2000, con fecha 19 de julio de 2000, se le concedió la Gran Cruz de la Real Orden de Reconocimiento Civil a las Víctimas del Terrorismo a título póstumo.


2 DE NOVIEMBRE DE 1979, HOSPITAL DE BASURTO (VIZCAYA) COMISARIO DE POLICÍA ANTONIO MESA PORTILLO.

Comisario de Policía Antonio Mesa Portillo.


El 2 de noviembre de 1979 fallecía en el Hospital de Basurto el comisario de Policía ANTONIO MESA PORTILLO, que no pudo superar las graves heridas sufridas en el atentado terrorista del que fue víctima el 11 de octubre de ese mismo año en Guecho (Vizcaya).


El comisario de Policía, jefe de la Comisaria de Guecho (Vizcaya) Antonio Mesa Portillo y, el inspector Miguel Ángel González, que le acompañaba, habían resultado heridos de consideración en un atentado perpetrado el día 11 de octubre en una céntrica calle del barrio de Algorta en Guecho, a las afueras de Bilbao.


En torno a las 14:35 horas de ese día 11 de octubre, el comisario Antonio Mesa salió de la comisaría de Policía de Guecho acompañado por el inspector Miguel Ángel González Fuentes. Ambos se dirigían a sus respectivos domicilios a comer e iban en el mismo vehículo, un Seat 127, conducido por Miguel Ángel. Cuando el vehículo se detuvo en un semáforo en rojo de la avenida del Ejército, en el barrio de Algorta de la localidad vizcaína, varios miembros de la banda terrorista ETA ametrallaron el coche por su parte derecha, donde iba sentado el comisario Mesa Portillo. Herido al recibir la primera ráfaga de metralleta, Antonio Mesa logró salir del vehículo, respondiendo con varios disparos de su pistola reglamentaria a los agresores, que huyeron por una calleja disparando sus metralletas. Después de efectuar cinco disparos, el inspector cayó al suelo, junto al bar “Gurugú” alcanzado por veinte impactos de bala.


En este momento varios policías que montaban vigilancia por los contornos acudieron en ayuda de los agredidos disparando sus armas contra los terroristas. Uno de los proyectiles disparado por la policía penetró por la ventana de un negocio de hostelería de las inmediaciones y estuvo a punto de alcanzar a una señora de 60 años que lo regentaba. Uno de los clientes tiró al suelo a la mujer, lo que evitó que fuera alcanzada, ya que una caja de cigarros puros que tenía en ese momento en las manos quedó perforada por el proyectil.


El comisario Antonio Mesa Portillo, fue trasladado en estado gravísimo a la Casa de Socorro y posteriormente al Hospital Civil de Basurto.


El inspector Miguel Ángel González Fuentes de 27 años de edad, natural de Orense, que conducía el vehículo ametrallado, presentaba cuatro heridas de bala en la pierna derecha, de carácter menos grave.


Como consecuencia del tiroteo, resultó igualmente herido leve Francisco Andrés Cobreros, vecino de Algorta, que se encontraba en el bar “Gurugú” en el momento del atentado.


El vehículo utilizado por los autores del atentado, un 1200 de Transportes Damper que había sido robado a punta de pistola a las12,30 del mediodía de ese día 11 en la playa de Azkorri.


El inspector González Fuentes, pese a estar herido, condujo el vehículo, que había recibido casi cuarenta impactos de bala, hasta la casa de socorro de la localidad y de ahí, en ambulancia, fue trasladado hasta el Hospital Civil de Basurto. En el lugar del suceso se encontraron 40 casquillos de bala calibre 9 mm. parabeIlum, marca GECCO .


El estado del comisario Antonio Mesa se complicó irremediablemente dos semanas después de ser ametrallado, falleciendo finalmente en el Hospital de Basurto el 2 de noviembre.


En una actuación indigna del Gobierno de la UCD, que le molestaban los asesinados por el terrorismo, la Misa por el eterno descanso del alma del Comisario jefe de la Comisaría de Guecho, Antonio Mesa, se celebró a las 12,45 horas del día siguiente en los pasillos de la primera planta de la Jefatura Superior de Policía de Bilbao, donde se instaló un improvisado altar. Junto a este fue colocado el féretro que estaba cubierto con la Bandera Nacional. En el suelo, apoyadas a las paredes, se colocaron numerosas coronas de flores, enviadas por el Ejército, Guardia Civil, Policía Armada y otras de Comisarias y de diversas unidades policiales. La Misa fue oficiada por un sacerdote de la Iglesia del Carmen de Indauchu.


Asistieron al acto, al que no se permitió la entrada de civiles, además de la viuda, familiares y amigos del fallecido, el Director General de la Policía José Sainz, los Gobernadores civil y Militar de Vizcaya, Coronel de la Policía Nacional, Coronel de la Guardia Civil y otras autoridades. Al término del mismo, el féretro con los restos mortales del comisario Antonio Mesa fue trasladado por vía aérea hasta Sevilla,


Los restos mortales del Comisario Antonio Mesa llegaban al aeropuerto de San Pablo de Sevilla, donde fueron recibidos por las primeras autoridades civiles y militares de la provincia.


En la Jefatura Superior de Policía de la capital hispalense, se instaló la capilla ardiente, desde donde partiría el féretro del comisario Mesa hacia la Iglesia de los Remedios donde, a la mañana del domingo día 5, se ofició el funeral por el eterno descanso de su alma, Al acto religioso asistieron junto a la esposa y madre del comisario asesinado, el presidente de la Junta de Andalucía, gobernadores Civil y Militar de la provincia, jefe superior de Policía, Coronel Jefe de la Policía Nacional, General de la Guardia Civil y otras autoridades sevillanas. Igualmente se hallaban presentes unas dos mil quinientas personas, muchas de ellas amigos y familiares provenientes de Rosal de la Frontera con su alcalde al frente.


Tras la Misa el nutrido cortejo fúnebre, escoltado por motoristas de la Policía Municipal y vehículos de la Policía Nacional, se dirigió hacia el cementerio de San Fernando donde el comisario Mesa recibiría cristiana sepultura, Su tumba se llenó de coronas de flores enviadas por el Ministro del Interior, compañeros de la Brigada, Jefaturas de Policía de Sevilla, de Bilbao, y otras del Ejercito y Guardia Civil


Antonio Mesa Portillo tenía 42 años y estaba casado. Era natural de Rosal de la Frontera (Huelva). Había prestado servicio en la Jefatura de Sevilla y, cuando ascendió a comisario, fue trasladado a Guecho como jefe de la comisaría, puesto en el que estaba destinado desde julio de ese año 1979. Antonio Mesa era, además, licenciado en Ciencias Físicas y en Farmacia. Antes de ingresar en la Policía había sido profesor en la Facultad de Medicina de la Universidad de Sevilla.


En mayo de 1981 su localidad natal le dedicó una calle en una jornada inolvidable para el pueblo onubense. Todo el vecindario de Rosal de la Frontera se echó a la calle y engalanó el pueblo con banderas Nacionales para rendir homenaje a un hijo suyo que dio su vida por España. La corporación presidida por su alcalde, Bartolomé Fernández, recibió a los gobernadores civil y Militar de Huelva que presidieron el acto y en amplia comitiva se trasladaron desde la sede del Ayuntamiento, en la plaza de España, hasta el domicilio de la madre del Comisario Mesa, María Escobar Portillo, a la que acompañaron hasta la nueva calle que iba a llevar el nombre de su hijo asesinado por Eta. María fue la encargada de descubrir la placa de mármol con el nombre de su hijo y cortar la cinta protocolaria con los colores nacionales. El alcalde tuvo unas emotivas palabras de recuerdo del Comisario Antonio Mesa y el Gobernador Civil finalizó el acto dado vivas a España, al Rey, a la Policía Nacional y a las Fuerzas Armadas, que fueron unánimemente coreadas por los miles de vecinos que siguieron el acto.


De acuerdo con el Real Decreto 1404/2000, con fecha 19 de julio de 2000, al comisario Mesa se le concedió la Gran Cruz de la Real Orden de Reconocimiento Civil a las Víctimas del Terrorismo a título póstumo. Además, en resolución fechada el 18 de marzo de 2005 (Real Decreto 308/2005), el Ministerio del Interior le concedía también el ascenso de empleo, con carácter honorífico y a título póstumo

2 DE NOVIEMBRE DE 1986 MONTE GORBEA (GUIPUZCOA) GENARO GARCÍA DE ANDOAIN LARRINAGA, DELEGADO PARA ASUNTOS DE POLICÍA DEL GOBIERNO VASCO.

Genaro García de Andoain Larrinaga.delegado para Asuntos de Policía del Gobierno vasco.


El 2 de noviembre de 1986 la banda terrorista ETA asesinaba en las estribaciones del monte Gorbea a GENARO GARCÍA DE ANDOAIN LARRINAGA, delegado para Asuntos de Policía del Gobierno vasco.


El mando de la Policía Autónoma Vasca, Genaro García de Andoaín moría y un miembro de ETA resultaba herido muy grave en el transcurso de un tiroteo mantenido durante la liberación del industrial alavés Lucio Aguinagalde entre la Ertzantza y los secuestradores.


Aguinagalde, militante del PNV, fue liberado a las dos y media de la tarde en el alto, de Barázar donde se encontraba secuestrado en el interior de una cueva desde el día de su secuestro el 15 de octubre a las puertas de su domicilio en Vitoria. Otro miembro de la organización terrorista ETA fue detenido y un tercer miembro del comando que custodiaba al industrial logró huir por los montes próximos. Según la Policía Autónoma la operación se llevó a cabo después de haberse recibido una llamada anónima sobre movimientos extraños en la zona donde estaba secuestrado el industrial. Seis miembros de la Policía vasca, a cuyo mando iba Genaro Garcia de Andoain intervinieron en la operación del alto de Barázar en la liberación del industrial, por quien los secuestradores etarras pretendían hasta obtener cien millones de pesetas a cambio de su liberación.


Tras un reconocimiento más minucioso de la zona del alto de Barazar se detuvo a una persona que estaba armada y que dijo estar recogiendo setas. En el instante en que los miembros de la Policía Vasca intentaban cachearlo, intentó huir, pero fue detenido. Se trataba de Francisco Cabello Pérez, alias Patxi.. Al llegar a las proximidades de la cueva, se identificaron a gritos y pidieron a los secuestradores que se entregaran. En esos momentos otros dos terroristas –Juan María Gabirondo Agote y Luis Enrique Gárate Galarza– armados con una metralleta y una pistola, abrieron fuego contra los policías, alcanzando con varios disparos a Genaro García de Andoain. Gárate Galarza consiguió huir monte abajo, y Gabirondo Agote fue herido y detenido. El empresario secuestrado fue liberado sin sufrir daños y en buen estado de salud.


El cadáver de García de Andoain fue trasladado al hospital de Basurto, donde le fue practicada la autopsia.


Rafael Vera, secretario de Estado para la Seguridad, confirmó tras la liberación de Aguinagalde que la Ertzaintza había llevado a cabo el operativo al margen de la Policía Nacional.


El 4 de noviembre, la banda terrorista ETA en un comunicado de reivindicación de la acción armada, culpaba al PNV de la muerte de García de Andoain, “por no facilitar "un final satisfactorio al arresto de Aguinagalde y haber puesto en grave riesgo la vida de éste, provocado la muerte de Genaro García-Andoáin”, En la misma nota, la banda veía gravísima la colaboración de la Ertzaintza con las fuerzas de ocupación policiales españolas y acusaba al PNV de intentar convertir a la Policía Autonómica en una fuerza represiva y colonial.


En 1989 la Audiencia Nacional condenó a Juan María Gabirondo Agote, alias Chispas, y a Francisco Cabello Pérez, alias Patxi, a 29 años de reclusión mayor por un delito de atentado con resultado de muerte.


En noviembre de 2013 el etarra Juan María Gabirondo Agote abandonaba la cárcel de A Lama en Pontevedra, saliendo en libertad.


Cabello Pérez abandonaría la cárcel en 2003.


Genaro García de Andoain Larrinaga, de 64 años, era natural de Bilbao y tenía tres hijos. Con 17 años había formado parte del batallón de soldados vascos Arana Goiri. Al finalizar la Guerra de liberación española (1936-1939) estuvo encarcelado hasta 1943. Fue director de Tráfico del Gobierno vasco y, en octubre de 1985, fue nombrado delegado para Asuntos de la Policía.


Genaro García de Andoain fue el segundo mando de la Policía Autonómica asesinado por ETA, tras Carlos Díaz Arcocha, asesinado en Vitoria mediante una bomba-lapa colocada en los bajos de su vehículo el 7 de marzo de 1985.


De acuerdo con el Real Decreto 1404/2000, con fecha 19 de julio de 2000, se le concedió la Gran Cruz de la Real Orden de Reconocimiento Civil a las Víctimas del Terrorismo a título póstumo.



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