2 DE NOVIEMBRE DE 1986. MONTE GORBEA (GUIPÚZCOA) GENARO GARCÍA DE ANDOAIN LARRINAGA, DELEGADO PARA ASUNTOS DE POLICÍA DEL GOBIERNO VASCO.
Genaro García de Andoain Larrinaga.
El 2 de noviembre de 1986 la banda terrorista ETA asesinaba en las estribaciones del monte Gorbea a GENARO GARCÍA DE ANDOAIN LARRINAGA, delegado para Asuntos de Policía del Gobierno vasco.
El mando de la Policía Autónoma Vasca, Genaro García de Andoaín moría y un miembro de ETA resultaba herido muy grave en el transcurso de un tiroteo mantenido durante la liberación del industrial alavés Lucio Aguinagalde entre la Ertzantza y los secuestradores.
Aguinagalde, militante del PNV, fue liberado a las dos y media de la tarde en el alto, de Barázar donde se encontraba secuestrado en el interior de una cueva desde el día de su secuestro el 15 de octubre a las puertas de su domicilio en Vitoria. Otro miembro de la organización terrorista ETA fue detenido y un tercer miembro del comando que custodiaba al industrial logró huir por los montes próximos.
Según la Policía Autónoma la operación se llevó a cabo después de haberse recibido una llamada anónima sobre movimientos extraños en la zona donde estaba secuestrado el industrial. Seis miembros de la Policía vasca, a cuyo mando iba Genaro García de Andoain intervinieron en la operación del alto de Barázar en la liberación del industrial, por quien los secuestradores etarras pretendían hasta obtener cien millones de pesetas a cambio de su liberación.
Tras un reconocimiento más minucioso de la zona del alto de Barazar se detuvo a una persona que estaba armada y que dijo estar recogiendo setas. En el instante en que los miembros de la Policía Vasca intentaban cachearlo, intentó huir, pero fue detenido. Se trataba de Francisco Cabello Pérez, alias Patxi.. Al llegar a las proximidades de la cueva, se identificaron a gritos y pidieron a los secuestradores que se entregaran. En esos momentos otros dos terroristas –Juan María Gabirondo Agote y Luis Enrique Gárate Galarza– armados con una metralleta y una pistola, abrieron fuego contra los policías, alcanzando con varios disparos a Genaro García de Andoain. Gárate Galarza consiguió huir monte abajo, y Gabirondo Agote fue herido y detenido. El empresario secuestrado fue liberado sin sufrir daños y en buen estado de salud.
El cadáver de García de Andoain fue trasladado al hospital de Basurto, donde le fue practicada la autopsia.
Rafael Vera, secretario de Estado para la Seguridad, confirmó tras la liberación de Aguinagalde que la Ertzaintza había llevado a cabo el operativo al margen de la Policía Nacional.
El 4 de noviembre, la banda terrorista ETA en un comunicado de reivindicación de la acción armada, culpaba al PNV de la muerte de García de Andoain, “por no facilitar "un final satisfactorio al arresto de Aguinagalde y haber puesto en grave riesgo la vida de éste, provocado la muerte de Genaro García-Andoáin”, En la misma nota, la banda veía gravísima la colaboración de la Ertzaintza con las fuerzas de ocupación policiales españolas y acusaba al PNV de intentar convertir a la Policía Autonómica en una fuerza represiva y colonial.
En 1989 la Audiencia Nacional condenó a Juan María Gabirondo Agote, alias Chispas, y a Francisco Cabello Pérez, alias Patxi, a 29 años de reclusión mayor por un delito de atentado con resultado de muerte.
En noviembre de 2013 el etarra Juan María Gabirondo Agote abandonaba la cárcel de A Lama en Pontevedra, saliendo en libertad.
Cabello Pérez abandonaría la cárcel en 2003.
Genaro García de Andoain Larrinaga, de 64 años, era natural de Bilbao y tenía tres hijos. Con 17 años había formado parte del batallón de soldados vascos Arana Goiri. Al finalizar la Guerra de liberación española (1936-1939) estuvo encarcelado hasta 1943. Fue director de Tráfico del Gobierno vasco y, en octubre de 1985, fue nombrado delegado para Asuntos de la Policía.
Genaro García de Andoain fue el segundo mando de la Policía Autonómica asesinado por ETA, tras Carlos Díaz Arcocha, asesinado en Vitoria mediante una bomba-lapa colocada en los bajos de su vehículo el 7 de marzo de 1985.
De acuerdo con el Real Decreto 1404/2000, con fecha 19 de julio de 2000, se le concedió la Gran Cruz de la Real Orden de Reconocimiento Civil a las Víctimas del Terrorismo a título póstumo.
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