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HOY 2 DE SEPTIEMBRE:ASESINADOS POR EL TERRORISMO MARXISTA. ¡ESPAÑOL RECUERDA Y NO OLVIDES!

2 DE SEPTIEMBRE DE 1990. BILBAO. GUARDIA CIVIL JOSÉ MANUEL ALBA MORALES Y  CIVIL LUIS ALBERTO SÁNCHEZ GARCÍA.


Guardia Civil José Manuel Alba Morales.


Alrededor de las seis de la mañana del 2 de septiembre de 1990 un comando de la banda terrorista ETA asesinaba en el  muelle de Uribitarte del puerto de Bilbao al Guardia Civil JOSÉ MANUEL ALBA MORALES y al civil LUIS ALBERTO SÁNCHEZ GARCÍA mediante la explosión de un coche-bomba.

Luis Alberto Sánchez García.


El atentado tuvo lugar poco después de las seis de la mañana al estallar un coche bomba que había sido desplazado, marcha atrás, por la rampa que unía la alameda de Mazarredo y el muelle de Uribitarte, lugar en el que estaban instalados los locales del servicio fiscal de vigilancia aduanera de la Guardia Civil. El automóvil, un Ford Fiesta con matrícula de Bilbao, robado la noche anterior a punta de pistola, a una pareja, que tras producirse el atentado serían encontrados en el Monte Umbe de Guecho, atados a un árbol con grilletes, candados y una cadena,  contenía un explosivo compuesto por 60 kilos de «amonal» con abundante metralla. Los autores del atentado empujaron el vehículo por la rampa.


Al percatarse de que por la rampa de acceso al muelle se desplazaba marcha atrás un vehículo sin conductor, en dirección al puesto del Benemérito Instituto, el joven  Luis Sánchez García, intentó detenerlo, en el momento en que se produjo la explosión. José Luis García se encontraba en el lugar intentado recargar la batería de su automóvil particular, tarea en la que era ayudado por  dos operarios que se encontraban de servicio en el depósito municipal de vehículos, situado en las inmediaciones del puesto de la Guardia Civil.


Luis Alberto Sánchez García, que al igual que las restantes víctimas fue trasladado por una ambulancia de la Asociación de Ayuda en Carretera, falleció sobre las ocho y media de la mañana en el centro de reanimación del hospital bilbaíno de Basurto.


La explosión alcanzó también de lleno al Guardia Civil, José Manuel Alba Morales, que se encontraba realizando tareas de vigilancia en el muelle junto a otro compañero del cuerpo que, afortunadamente, resultó ileso. Trasladado al hospital de Basurto, José Alba ingresó ya cadáver.


Los dos empleados municipales  Julio Javier Fernández Fernández, de 24 años, sufrió heridas y contusiones generalizadas y una lesión en la región escrotal, de la que tuvo que ser intervenido quirúrgicamente. Anselmo Amézaga Régulez, también de 24 años de edad, presentaba una herida en el hombro derecho con pérdida de sustancia, abrasión en un pie y erosiones en cuero cabelludo.


El coche-bomba quedó completamente destrozado  y la onda expansiva causó un gran socavón en el asfalto e importantes daños materiales tanto en los edificios próximos como en los automóviles aparcados en un radio de doscientos metros. Era la primera vez en que la banda asesina separatista, marxista y antiespañola empleaba el método de lanzar un coche bomba contra un objetivo inmóvil. Al año siguiente, lo volvería a hacer contra la casa-Cuartel de la Guardia Civil de la localidad barcelonesa de Vic, ocasionando 10 muertos (cinco de ellos menores)​ y 44 heridos.


Una vez practicada la autopsia, la capilla ardiente con los restos mortales del Guardia Civil fue instalada en las dependencias del gobierno civil de Vizcaya.


El funeral por el eterno descanso del Guardia Civil José Manuel Alba se celebró el 3 de septiembre en la Iglesia de los Padres Agustinos de Bilbao, presidido por el ministro del Interior José Luis Corcuera junto a autoridades civiles y militares. Una vez finalizada la Misa y tras ser entonado el Himno de la Guardia Civil, el féretro de José Manuel Alba, envuelto en la bandera Nacional, fue trasladado al aeropuerto de Fuentarrabía, desde donde partió en dirección a Córdoba, donde sería enterrado en el cementerio cordobés de San Rafael, en una ceremonia a la que asistieron varios miles de personas.


Durante el acto, numerosas personas asistentes corearon gritos a favor de la Guardia Civil, dieron Vivas a España y lemas contra ETA. Al entierro asistieron el delegado general del Gobierno en Andalucía, Alfonso Garrido; el alcalde de Córdoba, Herminio Trigo, y otras autoridades civiles y militares.


El féretro con los restos de José Manuel Alba Morales llegó al aeropuerto de Córdoba a primera hora de la tarde, procedente de Bilbao. La capilla ardiente de José Manuel Alba fue instalada en la Comandancia de la Guardia Civil de Córdoba, desde donde el cuerpo fue trasladado a la iglesia de la Trinidad para oficiar una misa por su alma.


Tras el oficio, el cortejo fúnebre se dirigió al cementerio de San Rafael, donde la víctima recibió cristiana sepultura


Al entierro de Luis Alberto Sánchez asistieron concejales de Herri Batasuna en el Ayuntamiento de Bilbao y militantes de ese grupo, pues Alberto Sánchez, según el concejal de HB en el Ayuntamiento de Bilbao, Josu Barandika, estaba ideológicamente próximo a la coalición proetarra Herri Batasuna.


En 1995, la Audiencia Nacional absolvería, al no poder probar la participación en los asesinatos del Guardia Civil Alba Morales y del paisano Sánchez García, a cuatro miembros de la banda terrorista ETA, Jesús María Mendinueta Flores, Joseba Iñaki Zugadi García, Fernando del Olmo Vega e Inmaculada Pacho Martín para los que la Fiscalía solicitaba 360 años por este atentado, “al no poder probar que tuvieran ninguna participación concreta y directa en dicho atentado”.


En el año 2006  el  sanguinario  Juan Carlos Iglesias Chouzas, alias Gadafi, condenado a más de 1.200 años de cárcel en los veinte juicios celebrados contra él,  fue juzgado en la Audiencia Nacional, como autor directo del atentado junto a Juan María Ormazabal, alias Turco -etarra fallecido en un enfrentamiento con la Ertzaintza en agosto de 1991 en el que el terrorista asesinó al ertzaina Alfonso Menchaca  y un tercer terrorista no identificado.


Iglesias Chouzas se encuentra cumpliendo  condena  en una prisión de Vascongadas, por asesinatos, atentados, estragos, terrorismo, depósito de armas y explosivos, detención ilegal y robo con violencia, que llegará a sus tres cuartas partes en febrero de 2031.


El Guardia Civil José Manuel Alba Morales, era natural de Zaragoza, tenía 22 años, estaba casado, sin hijos, con su esposa embarazada. Aunque había ingresado en el cuerpo en 1987, llevaba destinado en Bilbao tan solo tres meses, desde el pasado día 1 de junio, adscrito a los servicios especiales  de vigilancia fiscal de la Guardia Civil, Ese 2 de septiembre era su último día de trabajo antes de irse de vacaciones a Cordoba, donde residía casi toda su familia.


Luis Alberto Sánchez García, de 28 años, era natural de Baracaldo (Vizcaya). Era simpatizante de Herri Batasuna, y concejales de esta coalición proetarra en el Ayuntamiento de Bilbao asistieron al funeral celebrado en la Iglesia de Cristo Rey de la capital vizcaína.


De acuerdo con el Real Decreto 1404/2000, con fecha 19 de julio de 2000, se concedió al Guardia Civil José Manuel Alba, la Gran Cruz de la Real Orden de Reconocimiento Civil a las Víctimas del Terrorismo a título póstumo. Además, en resolución fechada el 18 de marzo de 2005 (Real Decreto 308/2005), el Ministerio del Interior le concedió también el ascenso de empleo, con carácter honorífico y a título póstumo.

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