HOY 21 DE JUNIO:ASESINADOS POR EL TERRORISMO MARXISTA. ¡ESPAÑOL RECUERDA Y NO OLVIDES!
- calinfernandezbara
- 20 jun 2024
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21 DE JUNIO DE 1978 TOLOSA (GUIPÚZCOA) POLICÍA MUNICIPAL ANTONIO GARCÍA CABALLERO.

Antonio García Caballero.
A las diez de la noche del miércoles 21 de junio de 1978, un comando de la banda terrorista, marxista y antiespañola ETA, ametrallaba en la localidad guipuzcoana de Tolosa al policía municipal ANTONIO GARCÍA CABALLERO.
Antonio García se dirigía desarmado y vestido de civil a su domicilio, situado en el barro de Bidebieta de la localidad. A unos quinientos metros del Ayuntamiento, tres etarras que le esperaban, hicieron fuego de ametralladora contra él, siendo alcanzado por numerosos disparos que le causaron la muerte en el acto. Tras el ametrallamiento, los terroristas se dieron a la fuga en un vehículo SEAT 850, que había sido robado a su propietario en el alto de Orio, a quien dejaron amordazado y maniatado en las proximidades de Usurbil. En el barrio de Soravilla de Andoain, fuerzas de la Benemérita encontrarían posteriormente abandonado el vehículo utilizado en el atentado, En el interior del vehículo, la Guardia Civil encontró catorce casquillos de 9 milímetros parabellum, marca Geco.
Antonio había sido amenazado de muerte en varias ocasiones por la banda y su entorno de colaboradores. Un grupo de ellos, jóvenes en su totalidad, unos días antes del asesinato, el 17 de junio, rociaron con gasolina su vehículo particular, produciéndole cuantiosos daños.
A las diez de la mañana del viernes 23 de junio, dos días después de su asesinato, se celebró en la Iglesia de Santa María de Tolosa el funeral de cuerpo presente por el alma del guardia municipal Antonio García Caballero.
Momentos antes del funeral se instaló la capilla ardiente en el ayuntamiento de Tolosa, donde se encontraba la esposa, padres y algunos de los ocho hermanos del guardia municipal asesinado.
Al funeral asistieron la gestora municipal de Tolosa en pleno, un representante del gobernador civil, directivos del «PC» y «CC.OO.», a la cual estaba afiliado, y unos 60 guardias municipales de la provincia, quienes llevaban brazaletes negros, así como varios centenares de personas.
El féretro, que estaba cubierto por una bandera de Extremadura, y sobre la que se leía “Trabajadores de Extremadura”, fue colocado en un catafalco al pie del altar mayor, rodeado por guardias civiles y compañeros del cuerpo de Tolosa.
La ceremonia fue oficiada por el coadjutor de la parroquia, Juan María Olaechea, quien condenó en su homilía, sin paliativos, cualquier tipo de violencia.
Terminado el funeral, el féretro fue sacado a hombros por sus compañeros y trasladado hasta la plaza del Ayuntamiento, donde antes de ser colocado en el furgón se rezó un responso.
Posteriormente, el cadáver del guardia municipal fue trasladado por carretera a Don Benito, en Badajoz, donde se ofició otro funeral y tuvo lugar la inhumación en el cementerio de la localidad.
En protesta por aquel asesinato, la Policía Municipal de Tolosa, realizó un comunicado donde se hizo un llamamiento a todos los policías municipales de España a secundar una huelga, Por ello, la policía municipal de San Sebastián, en su turno de mañana, no realizó sus servicios, al encerrarse los ciento cuarenta miembros con que contaba la plantilla en su cuartel. La Policía Armada tuvo que cubrir sus servicios.
También la policía municipal de Bilbao realizó paros parciales de media hora, en protesta por aquel asesinato. A las ocho de la mañana, y durante media hora, pararon los motoristas de la policía. Más tarde lo hicieron los guardias de la circulación y a partir de las dos de la tarde el resto de funcionarios. Por otro lado, numerosos guardias municipales de la práctica totalidad de los ayuntamientos de Guipúzcoa y Vizcaya, lucieron en su uniforme una cinta negra en señal de luto por la muerte del guardia municipal de Tolosa.
La banda terrorista difundía un comunicado donde reivindicaba el asesinato de Antonio García Caballero, acusándole de ser "confidente de las fuerzas represivas".
En 1983 la Audiencia Nacional condenó a los etarras José Ignacio Goicoechea Arandia, José Luis Elustondo Oyarzábal y Joaquín Zubillaga Artola, a sendas penas de 24 años de reclusión mayor por el asesinato del policía municipal.
Antonio García Caballero, había nacido en la localidad pacense de Rueca. Tenía 32 años, estaba casado y era padre de dos hijos. Desde 1970 era Policía Municipal en Tolosa, trabajando como conductor de la grúa municipal. El agente vivía en una casa de huéspedes de Tolosa, pues su familia residía en Rueca.
De acuerdo con el Real Decreto 1404/2000, con fecha 19 de julio de 2000, se le concedió la Gran Cruz de la Real Orden de Reconocimiento Civil a las Víctimas del Terrorismo a título póstumo.





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