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HOY 21 DE MARZO: ASESINADOS POR EL TERRORISMO MARXISTA. ¡ESPAÑOL RECUERDA Y NO OLVIDES!

21 DE MARZO DE 1981. BILBAO. TENIENTE CORONEL DEL EJERCITO DE TIERRA  RAMÓN ROMEO ROTAECHE.


Teniente Coronel de Artillería Ramón Romeo Rotaeche.


El 21 de marzo de 1981 el Teniente Coronel de Artillería del Ejército de Tierra RAMÓN ROMEO ROTAECHE, fallecía en la Clínica Virgen Blanca de Bilbao,   al no poder  superar las gravísimas heridas que le provocó un atentado cometido dos días antes por un etarra, cuando salía de la basílica de Begoña, tras escuchar Misa.


El atentado se produjo cerca de la diez de la mañana del 19 de marzo, cuando el teniente coronel salía de la basílica de Nuestra Señora de Begoña, tras escuchar Misa, pues a pesar de ser día laborable, era la festividad de San José. Ramón Romeo, que vestía de paisano, bajó la escalinata de la basílica en dirección a su domicilio.


Dos etarras, un hombre y una mujer, le esperaban. La mujer se acercó por la espalda al Teniente coronel y le disparó en la nuca, cayendo el jefe militar al suelo, golpeándose con las baldosas, dejando un gran charco de sangre. en medio de los gritos de varias de las personas que salían de la basílica, la asesina y su cómplice, huyeron  a la carrera de lugar del atentado. Ramón Romeo.


Una ambulancia de la Cruz Roja, que pasaba casualmente por el lugar,  trasladó al teniente coronel Romeo, en estado gravísimo,  a la Clínica Virgen Blanca, situada a apenas un centenar de metros de la basílica. En la clínica  recibió varias transfusiones de sangre, siendo sometido posteriormente  a una delicadísima operación en la cabeza. El parte médico confirmó el estado gravísimo del herido, que presentaba  laceración cerebral y estallido de la bóveda craneal, con desgarros en las meninges y seno longitudinal superior. En la operación le fue extraído el proyectil, de calibre 9 corto, que se había alojado en el lóbulo frontal izquierdo. A la noche de ese día el teniente coronel Romeo entraría en coma profundo del que ya no saldría, falleciendo a las 8,25 de la maña del día 21 de marzo.


A las nueve y media de esa mañana se ofició en la capilla del citado centro sanitario una misa de cuerpo presente por el alma del teniente coronel de Artillería. Al acto, además de familiares y amigos, asistieron los gobernadores civil y militar, el comandante militar de Marina y distintos jefes y oficiales de la guarnición de Bilbao.


Concluida la misa, el féretro, cubierto con la bandera Nacional, fue introducido en un furgón fúnebre y trasladado al regimiento de Infantería Garellano nº 45, en cuya sala de banderas, fue instalada la capilla ardiente.


Al pie del féretro, colocado sobre una tarima, fueron depositados numerosos ramos de flores con claveles rojos y amarillos.

Hacia la una menos cuarto, el Presidente del Gobierno Leopoldo Calvo-Sotelo llegó al acuartelamiento del regimiento de Garellano.- Le acompañaban el ministro de Defensa, Alberto Oliart, el jefe del Estado Mayor del Ejército, teniente general José Gabeiras y el inspector de la Policía Nacional, general Sáenz de Santamaría, que acudirían junto a la viuda e hijos del teniente coronel y otras autoridades a una Misa en sufragio de su alma.


Al día siguiente, varios miles de personas asistieron al funeral de cuerpo presente oficiado en la basílica de Begoña, en Bilbao, por el alma del teniente corone! Ramón Romeo Rotaeche. En un lugar destacado de! templo, presidieron la ceremonia, además de la viuda y los hijos del teniente coronel, el ministro de Defensa, Alberto 'bUart, el jefe de Estado Mayor del Ejército, teniente general Gabeiras, el delegado general del Gobierno en. el País Vasco, Marcelino Oreja Aguirre, el gobernador civil de Vizcaya, Juan José Izara del Corra!, el capitán general de la VI Región, Luis Polanco Mejorada, el gobernador militar de Vizcaya, general Julián Feliú Bordoy y, en representación del Gobierno Vasco, el consejero de la Presidencia, Javier Caño , otras autoridades civiles y militares y numerosos compañeros de la víctima, así como jefes, oficiales, y suboficiales de los tres ejércitos y de las fuerzas de seguridad.


Procedente del acuartelamiento de Garellano, donde estaba instalada la capilla ardiente, el féretro con los restos mortales del teniente coronel Romeo llegó a la basílica de Begoña poco antes de las dos de la tarde.


A su llegada a la explanada del templo, el público congregado en las inmediaciones aplaudió y dio gritos de vivas a España, mientras una compañía del Regimiento de Infantería de Garellano con Unidad de Música, le rendía honores. El féretro cubierto con la bandera nacional, fue trasladado al Interior del templo, a hombros de com pañeros de armas del teniente coronel Romeo.


A su entrada en la basílica, el público reiteró los gritos de «España, España», mientras aplaudían y lanzaban sobre el féretro claveles rojos y amarillos.


Un  grupo de personas que se hallaba en el pórtico de la basílica dio gritos de «libertad patriotas», «viva Milans» y «Tejero libertad».


Finalizada la Misa, el féretro, a hombros de los compañeros artilleros del teniente coronel Romeo, abandonó el templo seguido por los asistentes a la ceremonia. En ese momento, el público del exterior comenzó a dar gritos de «España, España», «Viva la Guardia Civil», «Viva el Ejército» «ETA asesina», entre aplausos.


El féretro fue colocado en el coche fúnebre, y tras entonarse el himno de Artillería,  el ministro de Defensa, el jefe del Estado Mayor del Ejército y acompañantes se colocaron a ambos lados del mismo, para presenciar el desfile de la compañía de Garellano que había rendido honores.


El desfile de las tropas, fue acompañado por una larga ovación por parte público congregado en las in mediaciones de la basílica, mientras se siguieron escuchando numerosos gritos patrióticos.

A continuación se formó una comitiva fúnebre que, por carretera, se trasladó a Vitoria, donde   en el panteón familiar del cementerio de Santa Isabel,  sería enterrado el Teniente Coronel Romeo.


En 2007 por ese atentado, la Audiencia Nacional condenó  cómplices en las vigilancias a la víctima e infraestructura para cometer el asesinato a los etarras José Antonio Borde Gaztelumendi, Sebastián Echániz Alcorta, alias Sebas, y Enrique Letona Viteri, alias Masillas, A día de hoy se desconoce quiénes fueron los asesinos del Teniente Coronel Romeo.


Enrique Letona Viteri, salió de prisión en 2003, acogiéndose a beneficios penitenciarios tras cumplir algo más de 15 años. En 2018 la Guardia Civil en colaboración con el Servicio Común de Ejecutorias de la Audiencia Nacional, puso en marcha una operación para la intervención de numerosos bienes muebles e inmuebles propiedad de más de 50 personas, entre ellos 10 miembros de ETA condenados por diferentes delitos de terrorismo relacionados con la banda asesina por una deuda que superaría los ocho millones de euros. Entre ellos Enrique Letona Viteri.


En 2020, Sebastián Echániz abandonaba la cárcel saliendo en libertad, había cumplido las tres cuartas partes de la condena en abril de 2019, tras su ingresó en prisión el 21 de diciembre de 2002 y cumplía una condena de 30 años acumulada por su participación en seis asesinatos, atentado, robo con violencia y utilización ilegítima de vehículo a motor. Renunció a la violencia.


En noviembre de 2023 José Antonio Borde Gaztelumendi, vio cómo su tercer grado penitenciario, concedido por el gobierno Vasco, era suspendido por la fiscalía de la Audiencia Nacional.


El Teniente Coronel de Artillería Ramón Romeo Rotaeche había nacido en Burgos, pero vivía en vascongadas  desde su juventud. Tenía 52 años, estaba casado y era padre de seis hijos. Era jefe de la Zona de Reclutamiento del Gobierno Militar de Vizcaya. en 1978 fue víctima de un atentado terrorista, junto con otros jefes militares, del que salió ileso pese a que el vehículo en el que iban hacia el acuartelamiento de Munguía fue ametrallado. Su carrera militar, la compaginaba con su dedicación a  Viviendas de Vizcaya como técnico de la construcción y de cálculo de estructuras.


De acuerdo con el Real Decreto 1404/2000, con fecha 19 de julio de 2000, se le concedió la Gran Cruz de la Real Orden de Reconocimiento Civil a las Víctimas del Terrorismo a título póstumo. Además, en resolución fechada el 18 de marzo de 2005 (Real Decreto 308/2005), el Ministerio del Interior le concedía también el ascenso de empleo, con carácter honorífico y a título póstumo.

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