22 DE SEPTIEMBRE DE 2008 SANTOÑA (CANTABRIA) BRIGADA DEL EJÉRCITO DE TIERRA LUIS CONDE DE LA CRUZ.
Brigada del Ejército de Tierra Luis Conde de la Cruz.
El 22 de septiembre de 2008, un comando de la banda terrorista ETA colocaba en la localidad santanderina de Santoña, un coche–bomba, en las inmediaciones del Patronato Militar Virgen del Puerto, De resulta de la explosión del mismo, fallecía el Brigada del Ejército de Tierra LUIS CONDE DE LA CRUZ.
La explosión fue tremenda, y dejó un impresionante socavón en el lugar donde estaba aparcado el vehículo utilizado por los terroristas, en la calle Almirante Carrero Blanco del municipio cántabro, cerca del Patronato Militar Virgen del Puerto, academia de formación del Ejército, provocando también importantes desperfectos en la fachada del edificio militar.
La deflagración que provocó la muerte del Brigada Conde, hirió también al capitán del cuerpo sanitario del Ejército destinado en Zaragoza, José Manuel Martín de Andrés, que fue ingresado en el Hospital de Laredo con una fractura abierta de fémur. La onda expansiva también produjo cuantiosos daños materiales en los alrededores. La carga empleada fue de unos 80 a 100 kilogramos de explosivo.
Tanto el Brigada Luis Conde como el capitán Martín se encontraban de vacaciones. La potente explosión le cogió en el momento en que intentaban desalojar el edificio del Patronato Militar, tras haberse recibido una llamada anónima, que decía hablar en nombre de ETA, en la centralita telefónica de la asociación Detente y Ayuda (DYA) de San Sebastián y que avisaba de la próxima explosión de un artefacto en las instalaciones militares de Santoña. Fue tan poco el tiempo que tuvieron de reacción las autoridades cántabras, entre la llamada y la explosión, que fue inútil poner a salvo a todo el personal que ocupaba las instalaciones militares.
El Brigada Luis Conde recibió el impacto de la fuerte explosión en el momento en que trataba de salir por la puerta, seguido de su esposa y aunque llegó a ser trasladado con vida al centro de salud de Santoña, la gravedad de las heridas sufridas provocó su fallecimiento. El coche utilizado para cometer el atentado había sido robado en Francia el 12 de septiembre.
El cuerpo del Brigada asesinado fue trasladado al tanatorio del Hospital de Valdecilla en Santander. La capilla ardiente quedó instalada en la Academia de Artillería de Segovia donde el féretro fue velado durante toda la noche por varios de sus compañeros y cuatro sargentos alumnos de la Escala Básica de Suboficiales a la que pertenecía Iván, hijo del Brigada asesinado. El presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, impuso durante el funeral al militar la Medalla al Mérito Militar con distintivo amarillo, a título póstumo.
A la mañana siguiente en el patio de Armas de la Academia de Artillería de Segovia, antes claustro del viejo convento de San Francisco, tuvo lugar la Misa de cuerpo presente que dio comienzo a las 10.30 horas y congregó a varios cientos de personas entre familiares y amigos de la víctima, comisiones militares de los tres ejércitos, Guardia Civil, Policía Nacional y autoridades,
El presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero presidio el funeral, acompañado por los ministros de Interior y de Defensa, Alfredo Pérez Rubalcaba y Carmen Chacón; el presidente del Congreso, José Bono; el presidente de Castilla y León, Juan Vicente Herrera; los líderes de PP e IU, Mariano Rajoy y Gaspar Llamazares y los jefes de Estado Mayor de la Defensa y de los Ejércitos de Tierra y Aire, que por deseo expreso de la familia fue a puerta cerrada.
El funeral fue oficiado por el obispo de la diócesis de Segovia, Ángel Rubio Castro, quien afirmó que Segovia «se siente estremecida por esta muerte de un ciudadano conocido y estimado por todos».
El féretro, custodiado por cuatro sargentos alumnos de la Escuela Básica de Suboficiales compañeros del hijo de Luis Conde, estaba cubierto por la bandera Nacional y con la gorra del Brigada asesinado encima. Después de la Misa, dos soldados depositaron una corona al pie del ataúd, siendo entonadas la marcha “La muerte no es el final” y el himno de Artillería. En ese instante, la viuda y el hijo de la víctima, que vestía su uniforme de cadete, se abrazaron entre lágrimas.
El presidente del Gobierno se acercó al féretro y depositó sobre él la Cruz del Mérito Militar con distintivo amarillo. Un soldado dobló en forma de triángulo la Bandera que cubría el féretro, y el jefe del Estado Mayor del Ejército, Fulgencio Coll, se la entregó a la viuda, junto con la gorra de su marido y la medalla. Ocho brigadas compañeros de Luis Conde llevaron a hombros los restos del militar hasta el coche fúnebre que los trasladó a Valladolid donde serían incinerados. La salida del ataúd fue recibida en la calle con un largo aplauso, de centenares de vecinos de Segovia, que se habían acercado a las inmediaciones de la Academia de Artillería.
En marzo de 2011 fueron detenidos en Vizcaya los etarras Daniel Pastor Alonso, Iñigo Zapirain Romano, Beatriz Etxebarria Caballero y Lorena López Díaz. De los cuatro, tres de ellos participaron presuntamente en el atentado que acabó con la vida de Luis Conde: Daniel Pastor Alonso -que guardaba en una lonja 200 kilos de explosivos- y la pareja formada por Iñigo Zapirain Romano y Beatriz Etxebarria Caballero, según se desprendió de la documentación que se les incautó y de los interrogatorios a los que fueron sometidos. Los cuatro terroristas eran miembros del grupo Otazua de ETA, llamado así por el etarra Arkaitz Otazua, fallecido en septiembre de 2003, cuando participaba en una emboscada contra una patrulla de la Ertzaintza en el Alto de Herrera (Álava).
En octubre de 2013 la Audiencia Nacional condenaba a un total de 485 años de cárcel a los tres terroristas de ETA, Iñigo Zapirain, Beatriz Etxeberria y Daniel Pastor por asesinar al brigada de Ejército Luis Conde de la Cruz. La sentencia estableció también una indemnización de 250.000 euros a su viuda, Lourdes Rodao, y la misma cantidad a su hijo Iván.
La sección de la Sala de lo Penal de la Audiencia Nacional impuso la pena más elevada posible a los tres asesinos etarras - porque según la sentencia “actuaron con "especial perversidad" y porque la detonación del coche bomba, cargado con 100 kilos de explosivo, se produjo en mitad de la noche, lo que aumentó el pánico y el desvalimiento de las víctimas".
Los magistrados destacaron que la llamada de aviso a la DYA se produjo 35 minutos antes de la hora prevista para la explosión y que el coche bomba estaba colocado en la puerta de salida del Patronato Militar de Santoña, lo que dificultó la evacuación.
"La muerte del brigada fue especialmente cruel, ya que cayó destrozado por la metralla y todavía agonizante ante su esposa", señalaba también la sentencia recogiendo el testimonio de la viuda de Luis Conde. La sentencia continuaba señalando "la intencionalidad de los acusados pues la magnitud de la bomba, era causar la muerte de cualquier persona que se pudiese encontrar en las inmediaciones, especialmente entre el personal del residencia del patronato", en ese momento ocupado por 26 personas, de las que 13 eran militares”.
En octubre de 2022, Beatriz Echebarria Caballero, fue trasladada del Centro Penitenciario de El Dueso en Santoña (Cantabria) a un centro penitenciario de Vascongadas. Ingresó en prisión el 5 de marzo de 2011 y cumple una condena acumulada de 40 años por asesinatos, atentados, estragos, robo, lesiones y depósito de armas. Cumplirá las 3/4 partes de la condena en febrero de 2041.
En diciembre de 2022, el etarra Iñigo Zapirain fue trasladado a la prisión de Zaballa (Álava), Ingresó en prisión el 5 de marzo de 2011 y cumple una condena acumulada de 40 años por asesinatos y delitos de atentado, estragos, incendios y lesiones. Cumplirá las 3/4 partes de la pena en febrero de 2041.
Por su parte, Daniel Pastor Alonso fue trasladado, en diciembre de 2022, desde el penal de Zuera, en Zaragoza a una cárcel de Vascongadas. Daniel Pastor, lejos de arrepentirse, se ha mostrado en varias ocasiones especialmente contrario al perdón, asegurando en varias ocasiones que lo único que desea es venganza y poder castigar a los que les castigan.
Luis Conde de la Cruz de 46 años de edad, era natural de la localidad segoviana de Pinilla de Ambroz, y había ingresado en el Ejército en 1981, ascendiendo a Brigada en el año 2000. Estaba casado y tenía un hijo, Iván, de 24 años, que era alumno de la Academia General Básica de suboficiales, destinado en la Academia de Artillería de Segovia, donde también se encontraba destinado sus padre, el Brigada asesinado. Padre e hijo esperaban ilusionados que en pocos meses Luis Conde hubiese entregado a su único hijo el despacho de sargento. En el momento del atentado, Luis Conde se encontraba en Santoña pasando con su esposa unos días de vacaciones.
De acuerdo con el Real Decreto 1404/2000, con fecha 19 de julio de 2000, se concedió a Luis Conde la Gran Cruz de la Real Orden de Reconocimiento Civil a las Víctimas del Terrorismo a título póstumo. Además, en resolución fechada el 18 de marzo de 2005 (Real Decreto 308/2005), el Ministerio del Interior les concedía también el ascenso de empleo, con carácter honorífico y a título póstumo.
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