23 DE DICIEMBRE DE 1978. SAN SEBASTIÁN. PEDRO GARRIDO CARO, COMERCIANTE.
Pedro Garrido Caro.
A las 22:50 horas del 23 de diciembre de 1978 la banda terrorista ETA asesinaba en San Sebastián al comerciante PEDRO GARRIDO CARO, hiriendo a su mujer, Filomena González Carrilero, y a su hija de 7 años, María Pilar. Los tres se encontraban en el interior de la tienda de ultramarinos Ana Mari, comercio que regentaba el matrimonio, situado en el paseo de Alza de la capital donostiarra.
Pedro Garrido acababa de regresar de un viaje y, antes de dirigirse a su domicilio, se fue a la tienda a realizar algunas operaciones comerciales.
En ese momento aparecieron varios hombres armados que le dispararon a bocajarro y le alcanzaron en el estómago, abdomen y cuello, seccionándole la yugular, lo que le produjo la muerte por hemorragia.
Los disparos efectuados por los terroristas también alcanzaron a la esposa del señor Garrido, Filomena González, que recibió ocho impactos, dos de los cuales le afectaron el abdomen y los otros a seis diversas partes del cuerpo.
La hija del matrimonio, María Pilar Garrido González, de 7 años de edad, también resultó herida en el muslo derecho, con orificio de entrada y salida, así como en el abdomen. Fue trasladada a la Residencia Sanitaria «Nuestra Señora de Aránzazu», donde fue sometida también a intervención quirúrgica.
En el lugar de los hechos, la Policía encontró al menos una docena de casquillos de bala 9 mm. «Parabellum”
En un comunicado ETA, para justificar el asesinato, acusó a Pedro Garrido de estar relacionado con la Policía.
En febrero de 1982 la Audiencia Nacional condenó a Manuel María Ostolaza Alcocer y Luis María de Marcos Olaizola a sendas penas de 29 años de cárcel por el asesinato, en colaboración con un tercer terrorista no identificado, de Pedro Garrido, y a 4 años, 3 meses y un día por las lesiones provocadas a la esposa e hija de la víctima.
Pedro Garrido Caro tenía 58 años. Era natural de Miajadas (Cáceres). En un primer momento sus restos fueron cristianamente sepultados en San Sebastián, mientras su mujer permanecía en el hospital. Posteriormente serían trasladados a su localidad natal en Cáceres. Pedro Garrido Caro era militante de Falange Española.
De acuerdo con el Real Decreto 1404/2000, con fecha 19 de julio de 2000, se le concedió la Gran Cruz de la Real Orden de Reconocimiento Civil a las Víctimas del Terrorismo a título póstumo.
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