23 DE ENERO DE 1980. BARACALDO (VIZCAYA) ALFREDO RAMOS VÁZQUEZ. HOSTELERO.
Alfredo Ramos Vázquez.
El 23 de enero de 1980 fue asesinado, tras ser obligado a abandonar el bar de su propiedad en Baracaldo, ALFREDO RAMOS VÁZQUEZ.
Alfredo Ramos Vázquez,era abatido a tiros, tras haber sido secuestrado por unos encapuchados cuando se encontraba en el bar de su propiedad, en Baracaldo.
Alfredo Ramos recibió cinco disparos en la cabeza y en el lugar de los hechos, en “La Arboleda”, municipio de San Salvador del Valle, en un descampado, la Policía encontró cinco casquillos de bala calibre 9 milímetros, “Parabellum”, marca “Gecco”, munición utilizada habitualmente por ETA.
Poco antes de las tres de la tarde, dos individuos encapuchados entraron en el bar «Stadium» y obligaron a su propietario a que les acompañará, después de intimidar a la esposa, a una hija y a una sobrina con sus armas.
Los autores del secuestro obligaron a Alfredo a subir a un «Chrysler» de color amarillo, donde esperaba al volante un tercer individuo, también encapuchado, y se dieron a la fuga. En el momento del secuestro, se encontraban en el comedor del citado bar el matrimonio, y en la barra una hija de ambos y una sobrina.
Una llamada telefónica recibida en el diario proetarra “Egln”, sobre las 5 de la tarde, comunicó que Alfredo Ramos Vázquez había sido secuestrado y ejecutado y su cadáver se encontraba en la zona de “La Arboleda”.
“¡Ay, mi familia!, ¡ay, mi familia!”, dijo Alfredo Ramos Vázquez en el momento en que dos encapuchados, armados con pistolas, se lo llevaban del bar de su propiedad, según declararía a los medios informativos su hija.
Por su parte, los encapuchados, según la hija de Alfredo Ramos, dijeron, antes de secuestrar al propietario del bar “Stadium”: “Tranquilas, a vosotras no os va a pasar nada”.
Avisada la Policía, logró encontrar el cuerpo sin vida de Alfredo Ramos en el lugar señalado. El cadáver presentaba cinco tiros en la cabeza y junto a él se encontraron otros tantos casquillos de bala. Se encontraba con las manos atadas a la espalda y la cabeza cubierta por una capucha.
El único testigo que consiguió la Policía fue un niño de corta edad, que dijo oír los cinco disparos y, casi a continuación, el ruido de los motores dé dos coches que se alejaban del lugar donde posteriormente fue encontrado el cadáver.
Unos artículos publicados, un mes antes del asesinato de Alfredo Ramos, aparecidos en la revista Interviú, firmados por un despreciable periodista Xavier Vinader con la colaboración de un indigno ex policía Francisco Ros, pusieron en la diana de la muerte a dos hosteleros Alfredo Ramos y Jesús García, a los que acusaban, en aquellos infectos y tendenciosos artículos, llenos de maldad, de ser unos de los líderes de grupos de ultraderecha de Vascongadas, seguidores acérrimos de Fuerza Nueva, confidentes de la Policía y la Guardia Civil. Jesús García seria asesinado por la banda terrorista el cinco de enero de ese año 80. Refiriéndose a Alfredo decía que era "un gallego que se divertía participando en enfrentamientos contra los abertzales". Alfredo, tras la aparición de aquel tendencioso artículo en Interviú, envió cartas a los medios de comunicación negando su pertenencia a ningún grupo político y haber participado en ningún enfrentamiento. También le envió una carta a Interviú solicitando que rectificaran. El semanario no se la publicó.
Por aquellos artículos Vinader y Ros fueron juzgados en la Audiencia Nacional como autores de un delito de imprudencia temeraria y cooperador necesario de los asesinatos, respectivamente de Jesús García y Alfredo Ramos. Vinader sería condenado a 7 años de reclusión mayor y Ros Frutos a 4 de reclusión menor. Los dos condenados recurrieron la sentencia al Tribunal Supremo que en febrero de 1983, confirmaría las penas, dejando muy claro en su sentencia, “que existe una relación de causalidad entre lo publicado por el semanario Interviú y los asesinatos de Jesús García García y Alfredo Ramos Vázquez, teniendo en cuenta, además, que el resultado lesivo producido era sin duda previsible dadas las condiciones reinantes en el País Vasco". “La relación de causalidad existe en ambos asesinatos aunque el periodista no lo hubiera querido hacer de forma intencionada, motivo por el que no fue condenado por inducción o complicidad.”
A día de hoy los únicos condenados por el asesinato de Jesús García fueron Vinader Sánchez y Ros Frutos. Los autores materiales continúan impunes y sin rendir cuentas ante la justicia,
Alfredo Ramos Vázquez, de 58 años, era natural de Borrajeiros (Pontevedra). Estaba casado y tenía dos hijas. Regentaba desde hacía 18 años el bar “Stadium”, de la localidad vizcaína de Baracaldo.
Su cadáver fue trasladado a su pueblo natal donde recibió cristiana sepultura.
De acuerdo con el Real Decreto 1404/2000, con fecha 19 de julio de 2000, se le concedió la Gran Cruz de la Real Orden de Reconocimiento Civil a las Víctimas del Terrorismo a título póstumo.
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