23 DE ENERO DE 1995. SAN SEBASTIÁN. GREGORIO ORDÓÑEZ FENOLLAR, TENIENTE ALCALDE DEL AYUNTAMIENTO DE SAN SEBASTIÁN Y PRESIDENTE DEL PARTIDO POPULAR EN GUIPÚZCOA.
Gregorio Ordóñez Fenollar, teniente alcalde del Ayuntamiento de san Sebastián y presidente del Partido Popular en Guipúzcoa.
Sobre las tres y media de la tarde del jueves 23 de enero de 1995, un miembro encapuchado de la banda terrorista, marxista y antiespañola ETA asesinaba a GREGORIO ORDÓÑEZ FENOLLAR, teniente alcalde del Ayuntamiento de San Sebastián y presidente del Partido Popular en Guipúzcoa, mientras comía en un bar de la parte vieja de la capital donostiarra.
El atentado se produjo en el bar-restaurante La Cepa, donde Ordóñez estaba acompañado por su secretaria personal, María San Gil, el secretario del grupo municipal del PP Enrique Villar y una mujer funcionaria del ayuntamiento donostiarra. Ordóñez cayó muerto prácticamente en el acto.
El asesino salió corriendo del bar, se tropezó con varias personas que entraban en el establecimiento y continuó su rápida fuga, perseguido por María San Gil que salió corriendo detrás del asesino. Sería la propia María San Gil quien comunicaría el asesinato de Gregorio a su mujer, Ana Iribar.
Los empleados del bar La Cepa llamaron inmediatamente a la Ertzaintza para alertar de lo ocurrido, por lo que en pocos minutos acudieron al lugar una ambulancia medicalizada de la Cruz Roja, cuyo facultativo certificó el fallecimiento de Ordóñez, y agentes de la policía autónoma, que acordonaron la zona.
El cadáver permaneció en el lugar durante más de una hora y media, hasta que el médico forense y la juez María Victoria Cinto ordenaron el levanta miento del cuerpo, que fue trasladado al cementerio, acompañado por todos los concejales del Ayuntamiento de San Sebastián, excepto los de Herri Batasuna.
La capilla ardiente quedaría instalada en el salón de plenos del Ayuntamiento de San Sebastián, donde se colocaron las banderas a media asta con un crespón negro y la ciudad decretó tres días de luto oficial. Miles de ciudadanos desfilarían ante la capilla ardiente para manifestar ante el ferretero con los restos de Gregorio, cubierto con la bandera de San Sebastián, su repulsa y condena a tal vil asesinato. La conmoción fue total.
Gregorio Ordóñez, que había entrado en política por el asesinato del padre de un amigo por parte de ETA, había sido el principal artífice de la refundación del PP en Guipúzcoa, liderando el avance de ese partido, especialmente en San Sebastián, donde fue la lista más votada en los comicios vascos del mes de octubre de 1994.
Durante su carrera política, Ordóñez sobresalió por sus continuas condenas al terrorismo y sus duras críticas a Herri Batasuna. Ordóñez, a pesar de que había recibido amenazas mediante pintadas cerca de su domicilio y llamadas telefónicas anónimas, no llevaba escolta policial, pues según sus propias palabras, asumía la posibilidad de ser víctima de un atentado con la valentía que le daban sus profundas creencias religiosas.
Al di siguiente el obispo de San Sebastián oficiaba, junto a otros 27 sacerdotes, el funeral de “corpore insepulto” por el alma de Gregorio Ordoñez en el templo de la Sagrada Familia de la capital guipuzcoana. En las primeras filas se situaron la viuda de Ordóñez, Ana Iribar, los padres de Gregorio, familiares y amigos, así como el ministro de justicia Juan Alberto Belloch, lendakari José Antonio Ardanza, el presidente del partido Popular José María Aznar y otras autoridades civiles militares y gran cantidad de cargos nacionales y regionales del partido Popular.
Al finalizar la Misa a la que asistieron miles de personas, muchos de los asistentes abuchearon y silbaron al ministro de Justicia, despidiéndole con numerosos gritos de ¡Gobierno culpable! ¡ETA al paredón! ¡Eta asesina!, así como aplaudieron la salida de varios miembros de PP y de la Guardia Civil, en especial al coronel Enrique Rodríguez Galindo. En el instante en que el féretro de Gregorio Ordoñez se introducía en un furgón funerario, arreciaron los vivas a España, a Gregorio y gritos de ¡Gregorio valiente!
Ana Iribar, la esposa de Gregorio Ordóñez, a la salida del funeral por su esposo asesinado, declararía a los micrófonos de la cadena COPE: “Solo deseo la muerte al que ha matado a mi marido y espero que se muera. No les perdono ni les perdonaré jamás”
En diciembre de 2006 la Audiencia Nacional condenaba al sanguinario terrorista Javier García Gaztelu “Txapote” a 30 años de cárcel por el asesinato del político popular. Anteriormente, en 1997 había condenado como cooperador necesario a Valentín Lasarte, también a 30 años de reclusión mayor. Lasarte fue quien ese día avisó a Gaztelu y a otro terrorista, Juan Ramón Carasatorre, de que Gregorio estaba comiendo en el Bar La Cepa de la parte vieja de San Sebastián.
Garcia Gaztelu “Txapote” el “amigo” de Pedro Sánchez, se encuentra en prisión desde 2005 cumpliendo una condena acumulada de 30 años por asesinatos, secuestro terrorista, delitos de atentado, de asociación ilícita, depósito de armas, robo, falsificación, estragos, incendios y daños. Actualmente está en la cárcel vasca de Zaballa, donde disfruta en solitario de la celda 43. Su salida de prisión está fijada de forma provisional para 14 de febrero de 2031,
En marzo de 2015, Valentín Lasarte, responsable de una decena de atentados, entre otros, el de Gregorio Ordóñez, tras acogerse a la Vía Nanclares abandonaba la cárcel de Zaballa, tras cumplir casi 19 años de los 400 a los que fue condenado por participar en siete asesinatos.
En julio de 2022, Juan Ramón Carasatorre, condenado por el crimen de Gregorio Ordóñez. Fue trasladado desde la prisión de El Dueso, en Cantabria a una prisión de Vascongadas.
Nacido en Caracas (Venezuela) el 21 de julio de 1958, y vecino de San Sebastián desde los tres años, Ordóñez estaba casado con Ana Iribar y tenía un hijo de pocos meses de edad. Obtuvo la licenciatura de Ciencias de la Información en la Universidad de Navarra Además de presidente del Partido Popular de Guipúzcoa, Ordóñez era portavoz del partido en Vascongadas y vocal en la junta directiva nacional del PP. Teniente de alcalde del Ayunta miento de San Sebastián desde 1991 y concejal delegado de urbanismo desde 1983, El presidente del PP, José María Aznar, le había proclamado, unos días antes de su asesinato, candidato a la alcaldía de la capital donostiarra en las elecciones municipales del mes de mayo de ese año 95.
Ana Iríbar, al igual que la hermana del concejal, Consuelo, se irían de Vascongadas debido a las amenazas que tuvieron que soportar tras el asesinato de Gregorio. En 2007, dos adolescentes profanaron la tumba de Gregorio.
De acuerdo con el Real Decreto 1404/2000, con fecha 19 de julio de 2000, se le concedió a ambos la Gran Cruz de la Real Orden de Reconocimiento Civil a las Víctimas del Terrorismo a título póstumo.
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