HOY 23 DE FEBRERO:ASESINADOS POR EL TERRORISMO MARXISTA. ¡ESPAÑOL RECUERDA Y NO OLVIDES!
- calinfernandezbara
- 22 feb 2024
- 3 Min. de lectura
23 DE FEBRERO DE 1979. DEVA (GUIPÚZCOA). GUARDIA CIVIL BENITO ARROYO GUTIÉRREZ.

Guardia Civil Benito Arroyo Gutiérrez.
A las 8:30 horas del viernes 23 de febrero de 1979, dos miembros de la banda terrorista ETA, armados con metralletas, asesinaban al guardia civil BENITO ARROYO GUTIÉRREZ cuando se desplazaba en su automóvil particular desde su residencia de Icíar al cuartel de la Guardia Civil en Deva (Guipúzcoa)
El hecho ocurrió sobre las nueve de la mañana, cuando el guardia civil se dirigía en un «Mini Morris» de color rojo al cuartel de Deva. A unos 300 metros de su domicilio, en el cruce de la carretera nacional 634, San Sebastián-La Coruña, en la carretera de Iciar a Deva, se detuvo al llegar al «stop».
Después de detenerse, cuando llevaba recorridos unos metros, dos jóvenes que esperaban allí dispararon contra él metralletas. Dos de las balas alcanzaron a Benito Arroyo Gutiérrez en la cabeza y en el tórax, ocasionándole la muerte prácticamente en el acto. En el vehículo se contaron posteriormente hasta 16 impactos de bala y la Policía confirmó que los casquillos encontrados en el lugar del suceso eran del calibre 9 milímetros parabellum, marca SF.
Los autores del atentado se dieron a la fuga a pie, hasta la sala de fiestas «Txitxarro», cercana al lugar de los hechos, donde se subieron a un «Seat» 1430», donde les esperaba otro individuo al volante, y se dieron a la fuga.
El 24 de febrero, ETA militar reivindicaba, el asesinato de Benito Arroyo, a través de un comunicado enviado a los medios informativos, donde acusaba al Guardia Civil Benito Arroyo de tareas de información, seguimiento e infiltración sobre personas de la izquierda “abertzale". Otra nueva mentira de ETA. Benito estaba destinado en la Intervención de Armas y se encargaba de tareas administrativas, como tramitar los permisos de los cazadores para la tenencia de escopetas.
En medio de grandes medidas de seguridad se celebró a la tarde del día siguiente, en el santuario de Nuestra Señora de Itziar, el funeral por Benito Arroyo Gutiérrez.
Asistieron al funeral la esposa del fallecido, Maite Alcíbar, sus dos hijos, Iván y Oscar, de 14 y 12 años de edad, respectivamente, así como el ministro de Asuntos Exteriores Marcelino Oreja; Enrique Múgica, del «PSOE»; los gobernadores civil y militar y otras autoridades civiles y militares
Precedían el féretro siete coronas, portadas por miembros de la Guardia Civil y la Policía Armada. El santuario se encontraba abarrotado de público y un helicóptero sobrevolaría constantemente la zona.
La misa fue concelebrada por ocho sacerdotes y presidida por Eustaquio Elzmendi, párroco de la localidad. La fue realizado en castellano y en vascuence. AL final del misma, ya en el pórtico de la parroquia, grupos de mujeres profirieron vivas a la Guardia Civil y a España, así como los de «ETA asesinos», «muera ETA» y «España unida jamás será vencida».
Cuando Marcelino Oreja penetraba en su automóvil, de nuevo fueron proferidos gritos de reprobación al gobierno de la UCD y cuando lo hizo el miembro del PSOE Enrique Múgica, le gritaron: “no queremos socialistas”, “mueran los socialistas” y “muera Euskalherrla”.
Tras entonarse el Himno de la Guardia Civil, centenares de personas acompañaron posteriormente el féretro al cementerio de la localidad de Iciar, situado a unos 300 metros del santuario, donde se procedió a la cristiana inhumación de los restos de Benito Arroyo, que fue enterrado en el panteón familiar, en medio de un gran silencio.
Benito Arroyo Gutiérrez, había nacido en Salamanca, hacía 41 años. Llevaba veinte destinado en el cuartel del Instituto Armado de Deba. Estaba casado con Maite Alcíbar, guipuzcoana, maestra en una ikastola de Icíar. Tenían dos hijos, de 12 y 14 años.
De acuerdo con el Real Decreto 1404/2000, con fecha 19 de julio de 2000, se le concedió la Gran Cruz de la Real Orden de Reconocimiento Civil a las Víctimas del Terrorismo a título póstumo. Además, en resolución fechada el 18 de marzo de 2005 (Real Decreto 308/2005), el Ministerio del Interior le concedía también el ascenso de empleo, con carácter honorífico y a título póstumo.
A día de hoy el asesinato de Benito Arroyo continúa impune.
コメント