23 DE MARZO DE 1992 MADRID. JUAN JOSÉ CARRASCO GUERRERO.
Juan José Carrasco Guerrero.
En la mañana del 23 de marzo de 1992 un comando d la banda terrorista ETA acababa en Madrid con la vida del joven JUAN JOSÉ CARRASCO GUERRERO, hijo del coronel de Infantería en la reserva Félix Carrasco Pérez-Machado.
El atentado tuvo lugar al filo de las 9.05 horas, cuando Juan José Carrasco se disponía a poner en marcha el vehículo, que tenía aparcado en las inmediaciones de su domicilio. En el momento de activar el contacto, la bomba adosada en los bajos del coche explosionó inmediatamente y el vehículo quedó completamente destrozado. La víctima sufrió graves heridas, fundamentalmente en el abdomen y en las piernas, que fueron seccionadas, aunque mantenía la consciencia en el momento de ser trasladado al hospital, donde falleció a los pocos minutos.
La explosión provocó el desconcierto y la incertidumbre en la zona donde se produjo el atentado, especialmente en el edificio donde residía la víctima, ya que estaba ocupado en su totalidad por miembros de las Fuerzas Armadas.
Minutos después de que estallara la bomba, el padre de la víctima, el coronel retirado del Ejército de Tierra Félix Carrasco, recibió aterrado la confirmación del asesinato de su hijo que su hijo. El coronel Carrasco, al oír la explosión, se asomó al exterior desde la ventana de su vivienda, desde donde observó claramente el vehículo destrozado, e interrogó angustiado y a voz en grito al portero del inmueble, que se acercó al lugar del atentado, si se trataba de su hijo. El portero del edificio sólo pudo asentir dramáticamente con la cabeza y decir: «Sí, sí, es tu hijo».
Juan José Carrasco había abandonado minutos antes su domicilio para dirigirse a trabajar en la empresa de informática donde trabajaba. Juan José era quien habitualmente utilizaba el vehículo, propiedad de su padre, y en esta ocasión aparcó cerca de la puerta de su casa. Su padre, a quien iba dirigido el atentado, no usaba habitualmente el coche.
La explosión del artefacto, compuesto por dos kilos de amosal (nitratos, amonio y cloruro) y activado por un mecanismo de imanes, colocado bajo el asiento del conductor, pudo producir una masacre, pues segundos antes de su deflagración pasó junto al vehículo una furgoneta del ejército que transportaba a un grupo de diez o doce militares.
Al día siguiente, el sacerdote Carlos Carrasco, hermano de Juan José Carrasco, concelebró el funeral por su hermano, en la capilla del hospital militar «Gómez Ulla», de Madrid. Tras el acto fúnebre, que fue oficiado por el vicario general castrense, José Manuel Estepa, los restos del hijo del coronel Félix Carrasco fueron trasladados al cementerio de la Almudena para ser incinerados.
Junto a numerosos familiares y amigos de joven fallecido que abarrotaban la capilla del hospital, al funeral asistieron el secretario de Estado de Administración Militar, Gustavo Suárez Pertierra y el jefe del Estado Mayor del Ejército de Tierra, Ramón Porgueres. También estuvieron presentes su antecesor en el cargo, Miguel Iñiguez del Moral y el capitán general de la Primera Región Militar, José Rodrigo Rodrigo, así como el alcalde de Madrid, José María Álvarez del Manzano.
En la ceremonia fúnebre, a la que no se permitió la entrada de periodistas por expreso deseo de la familia, resultó muy emotiva, sobre todo en el momento de darse los fieles la paz, cuando el sacerdote concelebrarte, hermano del fallecido bajó desde el altar a dar la paz a su padre, Félix Carrasco, quien tras abrazar a su hijo, miró hacia los asistentes y esbozó entre lágrimas una triste sonrisa.
En 2003 la Audiencia Nacional condenó el etarra Ignacio Echevarría Martín, alias Mortadelo a 30 años de prisión “como autor que, en compañía de otros, no identificados, colocó una bomba-lapa en los bajos del automóvil Citroën AX del que era propietario el coronel Carrasco, produciendo las muerte de su hijo Juan Jose”
Mortadelo fue detenido en Pontivy en febrero de 1996 y extraditado a España en 2001. En diciembre de 2021, Echevarria Martin salió en libertad del penal cántabro del Dueso.
Juan José Carrasco, de 26 años de edad y soltero, era el menor de los seis hijos del coronel Félix Carrasco y había cursado la carrera de Económicas.
De acuerdo con el Real Decreto 1404/2000, con fecha 19 de julio de 2000, se le concedió la Gran Cruz de la Real Orden de Reconocimiento Civil a las Víctimas del Terrorismo a título póstumo.