23 DE OCTUBRE DE 1980. SAN SEBASTIÁN. JUAN MANUEL GARCÍA CORDERO, DELEGADO DE TELEFÓNICA.
Juan Manuel García Cordero, delegado de la Compaña Telefónica en San Sebastián.
El delegado de Telefónica en San Sebastián JUAN MANUEL GARCÍA CORDERO, era secuestrado por un grupo de terroristas pertenecientes Comandos Autónomos Anticapitalistas que posteriormente le asesinarían.
El delgado de la telefónica había salido de su domicilio sobre la siete de la mañana, había tomado su coche y se disponía a acudir a su trabajo, al que llegaba de forma habitual antes de las ocho de la mañana. Sn embargo no llegaría nunca.
Ante su inusual tardanza, el subdelegado de la Telefónica llamó personalmente al domicilio de García Cordero. Uno de sus siete hijos le aseguró que su padre había salido a la hora de costumbre. Convinieron en no comunicar nada a la esposa, Concepción Arrizabalaga, mientras desde las oficinas se llamaba a todos los centros hospitalarios de San Sebastián, con resultado negativo sobre el paradero del dirigente de la empresa. En ese momento se presentó denuncia de desaparición en la Comisaría de la Policía Nacional.
Sobre las nueve y cuarto de la mañana, una llamada telefónica anónima había advertido al diario proetarra «Egin» que en el monte Ulia, perteneciente al propio municipio de San Sebastián se hallaba muerto el delegado de la Telefónica en Guipúzcoa, Juan Manuel García Cordero.
Inmediatamente fuerzas de la Policía Nacional y de la Guardia Civil comenzaron a batir el monte Ulia. Y otros miembros de las ¡fuerzas del orden rastreaban la ciudad en busca del coche de García Cordero que aparecería estacionado en la Avenida de Navarra, del barrio de Gros, no lejos del domicilio de la víctima.
El cadáver fue hallado poco después de las dos de la tarde, en un pinar. Se hallaba como sentado contra un tronco, inclinado hacia la derecha. Un hilo de sangre se le había secado desde encima de la oreja. Presentaba una herida con entrada y salida de proyectil, que le causó la muerte en el acto, quizá hacia las ocho de la mañana.
Tres días el diario proetarra Egin publicaba un comunicado de los Comandos Autónomos Anticapitalistas donde se hacían responsables del asesinato del delegado de la Telefónica, “ que tras ser sometido a un minucioso y extenso interrogatorio, y debido a su papel en las escuchas telefónicas, fue ejecutado". García Cordero, según los asesinos terroristas “era el encargado de tener las listas de los teléfonos controlados, así como de mantener contactos con la Guardia Civil para el mejor funcionamiento del control telefónico", advirtiendo también en su comunicado “que esa acción no pretende ser aislada, sino un aviso a todos los que colaboran con la Policía, tanto en controles telefónicos como postales".
Juan Manuel García Cordero, delegado provincial de la Compañía Telefónica Nacional de España (CTNE), tenía 53 años y era natural de San Sebastián, donde fue enterrado en la más estricta intimidad. Estaba casado con María Concepción Arrizabalaga Arechavaleta y era padre de siete hijos.
De acuerdo con el Real Decreto 1404/2000, con fecha 19 de julio de 2000, se le concedió la Gran Cruz de la Real Orden de Reconocimiento Civil a las Víctimas del Terrorismo a título póstumo.
A día de hoy el asesinato de Juan Manuel García no ha sido juzgado.
Comments