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HOY 23 DE SEPTIEMBRE:

23 DE SEPTIEMBRE DE 1979: EL FERROL. CAPITÁN DE INFANTERÍA DE MARINA CARLOS SEIJAS FERNÁNDEZ.


Capitán de Infantería de Marina Carlos Seijas Fernández.


En la noche del 23  de septiembre de 1979, en el Cuartel de Instrucción de la Zona Marítima del Cantábrico en el  Ferrol, el capitán de Infantería de Marina CARLOS SEIJAS FERNÁNDEZ resultaba muerto por los disparos que hizo sobre él un marinero.


La oficina de Prensa de la Capitanía General de la Zona Marítima facilitó un comunicado en el que se especificaba; “A las 21,45 horas del pasado domingo, día 23, estando cenando en el comedor de oficiales del Cuartel de Instrucción de esta Zona Marítima, el oficial comandante de la guardia, capitán de Infantería de Marina, D. Carlos Seijas Fernández en compañía del oficial subalterno, teniente de Infantería de Marina D. Mariano Álvarez González, entró en el comedor inesperadamente el marinero de la dotación de dicho Cuartel Antonio Cabanillas Cabreras armado con un fusil Cetme de reglamento, haciendo fuego sobre ellos, resultando herido el capitán Seijas que falleció al ser trasladado al. Hospital de Marina. El marinero Antonio Cabanillas Cabreras, fue detenido ingresando seguidamente en la Prisión Naval Militar, de Caranza, a disposición del juez instructor nombrado”.


El cabo Antonio Cabanillas, natural de San Sebastián, fue detenido e ingresado en la prisión de Carranza, a disposición del juez militar.


El funeral por el eterno descanso de su alma tuvo lugar en el Cuartel de Instrucción, oficiado por el capellán titular del cuartel, asistido por varios capellanes castrenses.


A continuación desfilaron ante el féretro, cubierto con la bandera nacional llevado a hombros por oficiales de Marina, una brigada del Cuartel de Instrucción, con la unidad de música del Tercio Norte de Infantería de Marina  que rindió honores, así como comisiones de jefes, oficiales y suboficiales, marinería y personal civil de los buques y dependencias de la capital de la Zona Marítima.


Luego los restos mortales del capitán Seijas Fernández fueron trasladados a Sillobre - Fene para recibir cristiana sepultura en el cementerio parroquial. La viuda del capitán era natural del propio Sillobre.


Pasadas las cinco de la tarde la comitiva llegó al atrio parroquial de la iglesia de Santa Marina de Sillobre. Allí esperaban, junto al párroco con familiares y más de un millar de vecinos. El féretro fue conducido al cementerio de Sillobre a hombros de familiares del capitán asesinado.


Sobre el coche fúnebre iban nueve coronas de flores enviadas por Capitanía General, compañeros del oficial asesinado, familiares y amigos- Los actos fúnebres fueron presididos el vicealmirante Hermida Guerra-Mondragón, en representación, por ausencia, del capitán general, acompañado por los almirantes del mando de escoltas, jefe de Estado Mayor de la Zona y el comandante del Cuartel de Instrucción de Marinería.


El capitán Seijas tenía 42 años de edad, Era natural de la parroquia de Eerines perteneciente al municipio coruñés  de Cabañas. Estaba casado y era padre de un hijo. Llevaba destinado en El Ferrol desde hacía diez días. Era su primera guardia en el cuartel de Instrucción.


El cabo Antonio Cabanillas, sería  condenado en un consejo de guerra a treinta años de cárcel. Ante el tribunal que le juzgaba Antonio Cabanillas, aseguró que se vio obligado a atentar para evitar que su familia sufriera las amenazas de ETA. A través de unos anónimos, la banda terrorista habría dado un ultimátum al cabo para que atentara contra autoridades militares de la plaza de Ferrol.

La viuda del capitán Seijas intentó que su marido fuera considerado como víctima de terrorismo, a lo que se opuso en 2008 el Consejo de Ministros presidido por el malvado Rodríguez Zapotero, atendiendo a un informe elaborado por el Ministerio del Interior que indicaba que no había sido acreditada “la contingencia de terrorismo en el asesinato”.


Sin caer en el desánimo la familia continuó su lucha y llevó su petición  hasta el Tribunal Supremo, que en febrero de 2010 falló a su favor.


De acuerdo con aquel fallo al capitán de Infantería de Marina Carlos Seijas, se le concedió la Real Orden de Reconocimiento Civil a las Víctimas del Terrorismo a título póstumo. Además, en resolución fechada el 18 de marzo de 2005 (Real Decreto 308/2005), el Ministerio del Interior le concedía también el ascenso de empleo, con carácter honorífico y a título póstumo.


En 2020, el Arsenal militar de Ferrol, realizó un acto de homenaje a Carlos Seijas, presidido por el almirante jefe del Arsenal, Antonio Duelo Menor, de otras autoridades militares y de las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado, así como del alcalde de Ferrol, Ángel Mato, la viuda del capitán Seijas, su hijo, su nuera, María Victoria Yáñez; la nieta, Ana María Seijas, y amigos de la familia y compañeros del capitán asesinado.


El almirante y el hijo del capitán, Carlos Seijas Permuy, colocaron una placa de bronce en la antesala del Patio de Levante de la Sala de Armas con la leyenda: “A la memoria del capitán D. Carlos Seijas Fernández, asesinado en este lugar por la banda terrorista ETA el 23 de septiembre de 1979 mientras ejercía de comandante de la guardia del Cuartel de Instrucción de Marinería”.

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