24 DE MARZO DE 1980, DURANGO (VIZCAYA) DÁMASO SÁNCHEZ SOTO. JOYERO.
Dámaso Sánchez Soto.
A las ocho y media de la noche del 24 de marzo de 1980, dos etarras asesinaban a tiros, en la
localidad vizcaína de Durango, al joyero DÁMASO SÁNCHEZ SOTO.
En el instante en que Dámaso Sánchez, acompañado por su esposa y una hija, procedía a cerrar su establecimiento, situado en la calle Santa María, para dirigirse a su domicilio, dos terroristas, que se apearon de un taxi Seat 131 blanco matriculado en Santander, se acercaron a Dámaso y sin mediar palabra, a corta distancia, efectuaron varios disparos contra él, causándole la muerte en el acto.
Minuto antes del asesinato del Dámaso, los dos etarras se habían subido a un Taxi con intención, según dijeron al chófer, de trasladarse a Lemona. En el trascurso del trayecto, obligaron al conductor, a punta de pistola, a desviarse y en un paraje alejado, le dejaron atado en un árbol. Tras hacerse con el vehículo, recogieron a un tercer etarra y se dirigieron a Durango. Después de asesinar a Dámaso, emprendieron en el mismo taxi la huida.
ETA reivindicaría el asesinato del joyero, acusándole, como siempre sin fundamento, de ser confidente de la policía y miembro de la extrema derecha españolista.
En 1983, los etarras Juan José Larrinaga Echevarría, Juan Antonio Urrutia Aurteneche y Fernando Iraculis Albizu eran condenados por la Audiencia Nacional a penas de 26 años de cárcel, respectivamente, por el asesinato de Dámaso Sánchez.
En diciembre de1994, la juez de vigilancia penitenciaria de Bilbao, Ruth Alonso, concedía la libertad condicional al etarra asesino de Dámaso Sánchez, Juan Antonio Urrutia Aurteneche. Había Ingresado en prisión el 28 de noviembre de 1980 y accedió al régimen abierto el 23 de octubre de 1992.
En noviembre de 2002, Fernando Iraculis Albizu salía en libertad, tras cumplir 20 años de prisión de los noventa y nueve a los que fue condenado como autor de diversos delitos terroristas, entre ellos el asesinato de Dámaso Sánchez.
En 2006, Juan José Larrinaga Echevarria quedó en libertad tras haber cumplido 20 años de prisión del total de 221 a los que fue condenado como autor de diversos asesinatos, el de Dámaso Sánchez incluido, y otros delitos terroristas.
Dámaso Sánchez Soto era natural de León. Estaba casado con Julia González y tenía tres hijos, de 24, 21 y 16 años. Residía en Durango desde hacía tiempo y tenía 50 años.
De acuerdo con el Real Decreto 1404/2000, con fecha 19 de julio de 2000, se le concedió la Gran Cruz de la Real Orden de Reconocimiento Civil a las Víctimas del Terrorismo a título póstumo.