25 DE MARZO DE 1980. BILBAO.ENRIQUE ARESTI URIEN. SUBDIRECTOR DE LA UNIÓN Y EL FÉNIX Y CONDE DE ARESTI.
Enrique Aresti Urién. Conde de Aresti.
En la mañana del 25 de marzo de 1980, ETA asesinaba en Bilbao al subdirector de La Unión y El Fénix, gerente de la consignataria Maura y Aresti y conde de Aresti, ENRIQUE ARESTI URIEN.
Enrique Aresti, había llegado al edificio de sus empresas, la de seguros La Unión y el Fénix,y la a consignataria de buques Maura y Aresti, situadas ambas en el paseo de El Arenal. Treinta minutos más tarde tenía pensado acudir a la residencia de los jesuítas para asistir a la misa del quinto aniversario de la muerte de su padre.
El cartel de «No funciona” en la puerta de entrada del ascensor le llevó a subir, a pie, hasta su oficina. Cuando estaba llegando al primer piso del edificio alguien le disparó un único disparo en la nuca.
El conde de Aresti quedó tumbado en el descansillo de la escalera, mientras un casquillo de bala, calibre nueve milímetros Parabellum, marca SF, dejaba la prueba de que la autoría del atentado era obra de ETA. Allí le encontraron varios empleados de Maura y Aresti con la cabeza caída hacia adelante y un agujero en la nuca del que manaba un hilo de sangre. Trasladado al Hospital Civil de Basurto, donde ingresó cadáver.
Nadie vio el asesinato, ni vendedoras de periódicos que, cada mañana, se situaban en las inmediaciones del edificio, ni el portero de la finca, que en ese momento se encontraba en las calderas de calefacción, y que al escuchar un disparo y subió rápidamente al lugar, sin lograr ver a los agresores. Dos policías municipales, con las motocicletas aparcadas frente al portal, tampoco se percataron de los hechos.
ETA en un comunicado informaba que el asesinato del Conde de Aresti “se produjo por tratarse de un representante del gran capital y por haberse negado a contribuir al impuesto revolucionario, poniendo en conocimiento de la Policía el acuse de una carta que la había mandado ETA para hacer efectivo el importe”.
Enrique Aresti Urien, tercer conde Aresti, tenía 62 años de edad. Era natural de Gordejuela (Vizcaya). Tenía cinco hijos de entre 19 y 27 años, y estaba viudo desde 1962. Además de subdirector de La Unión y El Fénix y director gerente de Maura y Aresti, Enrique era presidente del Patronato de Protección de la Mujer y miembro de la Asociación Vizcaína de Caridad.
De acuerdo con el Real Decreto 1404/2000, con fecha 19 de julio de 2000, se le concedió la Gran Cruz de la Real Orden de Reconocimiento Civil a las Víctimas del Terrorismo a título póstumo.
A día de hoy su asesinato continua impune.
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