26 DE DICIEMBRE DE 1984. BERMEO (VIZCAYA) PEDRO PARDO ROMERO.
Pedro Pardo Romero.
MIGUEL CASTELLANOS ESCAMILLAS, propietario de un bar de Bermeo (Vizcaya), era asesinado a tiros en la noche del 26 de diciembre de 1984, cuando se encontraba en su establecimiento.
Los hechos se registraron poco antes de las 19,30 horas. Dos jóvenes penetraron en el bar, donde solamente se encontraban el dueño, su esposa y algunos de sus hijos, pidieron una consumición y seguida mente efectuaron dos disparos de pistola, a bocajarro, contra Miguel Castellanos Escantillas a quien alcanzó en el maxilar inferior y el pómulo derecho. A continuación huyeron a pie. El dueño del bar recibió un impacto de bala en el maxilar inferior y otro en el pómulo. En gravísimo estado, fue recogido y trasladado en ambulancia a un centro sanitario, pero falleció en el trayecto. El bar donde se cometió el atentado era el “Gurea Da” y se encontraba situado en la calle Inchausti, en el casco viejo de la localidad costera vizcaína de Bermeo.
Personadas en el lugar de los hechos fuerzas de la Guardia Civil, que recogieron dos casquillos de bala del calibre 9 milímetros parabellum, comprobaron que el asesinado por el comando etarra utilizaba una identidad falsa, tras la que se escondía PEDRO GARCÍA SUÁREZ, un merchero apodado “El Peleas”, algo que como se comprobaría tampoco era verdad. En realidad se llamaba PEDRO PARDO ROMERO.
El diario de tirada nacional ABC, publicaría en sus páginas, unos días después del asesinato de Pedro, un reportaje, recogiendo fuentes de la policía municipal de Bermeo, que Pardo se dedicaba al tráfico de drogas, algo de que también le acusaría la banda asesina, marxista y antiespañola, en uno de sus mentirosos comunicados, uniendo a eso la condición de soplón de la Guardia Civil a Pedro, algo que negaría tajantemente la familia.
En 1987 la Audiencia Nacional condenaba a un antiguo policía municipal de Bermeo Fernando Uriarte Elorduy a 17 años, 4 meses y un día de prisión por su complicidad en el asesinato de “Pedro García Suarez”. Así figuraría literalmente en la sentencia que condenaba a Uriarte, pues Pedro Pardo, había utilizado durante su estancia en Ciudad Rodrigo (Salamanca) esa otra falsa identidad.
Uriarte, encarcelado en 1986, cumplió solamente 4 años en prisión pese a que en 1995 acumulaba penas que sumaban más de 57 años de condena.
Años después por medio de la revista de la Guardia Civil, que insertó en el número del mes de noviembre de 1997, un artículo firmado por el Subteniente del Cuerpo José Luis Cervero Carrillo, donde afirmaba que tras cotejar las huellas del asesinado por ETA, Miguel Escamilla, se había demostrado que era en realidad el quinqui Pedro Pardo Romero.
En 2009 la revista Interviú publicaba una entrevista con Remedios García Grande, la única hija viva de Pedro, quien manifestaría que su padre, que pegaba a su madre, había estado esos años, involucrado en delitos de robo, abusos sexuales, contrabando, partidas de juego ilegales, tráfico de drogas y prostitución.
Tras instalarse en Bermeo la banda terrorista le envió Pedro alias “Miguel Castellanos Escamilla” una carta donde le conminaba a abandonar Bermeo o le ajusticiaría, como así sucedió. Pedro Pardo Romero había robado el permiso de conducir y el DNI de Miguel Castellanos Escamilla, identidad ésta bajo la que sería enterrado.
Pedro Pardo Romero era, según parece, natural de Cristóbal de la Sierra (Salamanca), pues debido a las falsas identidades que la víctima utilizó durante años, no se puede afirmar con certeza. Tenía 47 años de edad, Estaba casado con Piedad Grande Blanco y tenía seis hijos, cinco chicos y una chica. Tres de ellos morirían de sobredosis de droga, otro atropellado por un vehículo cuando contaba nueve años y otro con meses, tras no poder superar una enfermedad.
A día de hoy, en los listados oficiales del Ministerio del Interior, Pedro figura bajo la identidad falsa de "Miguel Castellanos Escamilla".
El asesinato de Pedro Pardo alias “Miguel Castellanos” “Pedro García” no ha sido juzgado y sus asesinos continúan en libertad.
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