26 DE ENERO DE 2001. SAN SEBASTIÁN. RAMÓN DÍAZ GARCÍA, COCINERO DE LA COMANDANCIA DE MARINA.
Ramón Díaz García.
El 26 de enero de 2001 la banda terrorista ETA asesinaba en San Sebastián, mediante una bomba lapa adosada a los bajos de su coche, a RAMÓN DÍAZ GARCÍA, cocinero de la Comandancia de Marina.
La explosión tuvo lugar a las 7'40 horas en la calle Sierra de Aralar del barrio donostiarra de Loyola, donde el cocinero desayunó con unos amigos, como hacía habitualmente, en el bar “Etxarre”, frente al cual había aparcado su coche.
Tras desayunar, Díaz García, se subió a su vehículo, un Ford Orion y arrancó marcha atrás el automóvil, que había dejado estacionado en batería, y al meter primera el mecanismo de activación de la bomba lapa hizo detonar la carga de dinamita que destrozó completamente el vehículo y a su ocupante. La violencia de la explosión hizo que el cuerpo del cocinero, natural de Salamanca aunque afincado en San Sebastián desde hace 40 años, saliera despedido por el techo del turismo, un Ford Orión blanco, y tras golpear en el segundo piso de una vivienda, donde dejó una gran mancha de sangre, cayera al asfalto, completamente destrozado.
La fuerte explosión, que se escuchó en todo el barrio de Loyola, causó heridas leves a cinco personas que se encontraban en el lugar, en su mayoría con lesiones de oído y erosiones, algunas de las cuales fueron atendidas en un hospital de San Sebastián y dadas de alta poco después.
Los servicios asistenciales que se desplazaron al lugar encontraron el cuerpo mutilado, tendido en el suelo, y nada pudieron hacer por su vida.
Amigos del fallecido explicaron que Díaz García era una persona muy popular y simpática, “siempre dispuesta a ayudar” “el cocinero de toda la vida”, y gran aficionado por el deporte de la pelota vasca, al que dedicaba mucho de su tiempo libre, en el Club Deportivo Loiolatarra, del que había sido presidente en otra época.
En 1991 Ramón Díaz, realizó un torniquete en la pierna a José Ignacio Lago, un joven al que ETA había colocado una bomba en su coche en el mismo barrio de Loyola. Lago, perdió la pierna y el brazo izquierdos. Desangrándose tras el atentado, la única persona que tuvo el valor de acercarse a él fue Ramón, que le hizo un torniquete en un muñón de la rodilla salvándole así a vida.
En 2004 la Audiencia Nacional condenó a Francisco Javier Makazaga Azurmendi a 81 años de prisión mayor por el asesinato de Ramón.
En julio de 2022, Macazaga Arzumendi fue trasladado del Centro Penitenciario de El Dueso (Cantabria) a un penal de Vascongadas. Ingresó en prisión el 27 de agosto de 2001 y cumple una condena acumulada de 30 años por asesinatos, atentados y delitos de colaboración con banda armada, asociación ilícita, conspiración para el homicidio, enaltecimiento del terrorismo, estragos, falsificación, robo con violencia, detención ilegal, lesiones, daños, tenencia y depósito de armas. Cumplirá las 3/4 partes de la condena en febrero de 2024.
Ramón Díaz García, de 51 años de edad, estaba casado con Pilar Gorostegui y tenía dos hijos. Era natural de Salamanca, aunque vivía en Vascongadas desde los once años. Además de cocinero era electricista. Llevaba diecisiete años como cocinero de la Comandancia de Marina.
De acuerdo con el Real Decreto 1404/2000, con fecha 19 de julio de 2000, se le concedió la Gran Cruz de la Real Orden de Reconocimiento Civil a las Víctimas del Terrorismo a título póstumo.
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