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HOY 26 DE MARZO: ASESINADOS POR EL TERRORISMO MARXISTA. ¡ESPAÑOL RECUERDA Y NO OLVIDES!

26 DE MARZO DE 1982. SAN SEBASTIÁN. ENRIQUE CUESTA JIMÉNEZ. DELEGADO PROVINCIAL DE LA COMPAÑÍA TELEFÓNICA NACIONAL DE ESPAÑA.


Enrique Cuesta Jiménez.Delegado de la Compañía Telefónica Nacional de España en Guipúzcoa


 A primeras horas de la tarde del día 26 de marzo era asesinado en el barrio de Amara San Sebastián por un comando terrorista de los Comandos Autónomos Anticapitalistas, el delegado la Compañía Telefónica Nacional de España en Guipúzcoa, ENRIQUE CUESTA JIMÉNEZ. En el mismo atentado resultó gravemente herido el Policía Nacional de escolta que acompañaba al delegado vestido de paisano, Antonio Gómez García que moriría cinco días más tarde, el 31 de marzo.


Los hechos se produjeron hacia las tres de la tarde. El señor Cuesta y su acompañante de escolta salieron del edificio de la Compañía Telefónica de la capital donostiarra, situado en la calle Sancho el Sabio. Como en San Sebastián hacía una tarde espléndida, el señor Cuesta decidió dirigirse a pie a su domicilio, dando un paseo. El delegado y su escolta enfilaron la calle Sancho el Sabio, en cuyo número 16 vivía el señor Cuesta con su familia. A la altura de donde se encontraba el cine Rex, a una distancia de un par de manzanas de la Telefónica se acercó a la acera junto a ellos un Seat-850, del que descendieron dos jóvenes armados de pistolas que dispararon contra ellos.


La acción se desarrolló en breves segundos. Los dos terroristas abordaron de frente al delegado de la Telefónica y a su escolta, y comenzaron a disparar sus pistolas sin que mediar palabra. Un proyectil alcanzó en el hemitórax derecho al policía Antonio Gómez García, le perforó el pulmón y salió por el occipital. El Policía Nacional no tuvo tiempo de usar su arma reglamentaria. Otra bala, disparada a quemarropa, destrozó el corazón de Enrique Cuesta. Ambas víctimas cayeron al suelo fulminadas, mientras los dos terroristas cruzaban la avenida de Sancho el Sabio corriendo, acompañados de un tercer individuo, que había cubierto su retirada. Los autores del atentado huyeron en el Seat-850», en el cual se había quedado una cuarta persona al volante con el motor en marcha. El vehículo, matrícula ZA-1 050-A, robado poco antes de consumarse el asesinato del delegado de la Telefónica, fue hallado por la policía junto a la estación de RENFE, a unos 1.500 metros del lugar de los hechos.


En cuanto a los dos individuos que dispararon contra Enrique Cuesta y Antonio Gómez, todos los testimonios coincidían en señalar que se trataba de dos chicos muy jóvenes. En el lugar de los hechos, funcionarios de la policía recogieron varios casquillos de bala, calibre 9 milímetros- parabelium, marca .FN. Inmediatamente se montaron fuertes controles policiales en todos los accesos a San Sebastián y en la provincia de Guipúzcoa.


El atentado fue perpetrado en presencia de gran número de personas, entre ellos muchos niños, que esperaban el paso de autobuses escolares cuyas paradas habituales se encontraban cerca del lugar. En torno a los cuerpos agonizantes, caídos en la acera, se formó un corro de curiosos, mientras un transeúnte prestó auxilio a los heridos. Se produjeron escenas de nerviosismo y ataques histéricos entre algunos de los testigos del atentado. El concejal socialista de San Sebastián, Carlos García, avisó desde un teléfono a la Policía Municipal y requirió la presencia de ambulancias.


El señor Cuesta--fue trasladado en una ambulancia de la DVA a la Residencia de la Seguridad Social, donde fallecería a los pocos minutos de ingresar. En el momento en que Introducían al delegado en la ambulancia, pudo ser contemplada la escena por una de sus hijas que esperaba al autobús para ir al colegio en una parada a pocos metros de donde se produjeron los hechos.


Minutos después el Policía Nacional Antonio Gómez era trasladado en una ambulancia de la Cruz Roja al hospital del barrio del Antiguo donde ingresó de urgencia, presentando herida por arma de fuego con orificio de entrada en la región frontal derecha y salida por región frontal parietal izquierda, con estallido craneal y pérdida de masa encefálica. Una vez intervenido quirúrgicamente, pasaba a Unidad de Cuidados Intensivos con pronóstico gravísimo y donde fallecería el día 31 de marzo, tras haber permanecido hasta su muerte en coma profundo.


Juan Antonio Zurutuza Sarasola, alias 'Capullo', imputado en aquel asesinato escapó a Sudamérica, volvió a Francia, se casó con una rica empresaria de la zona de Hendaya, se le implicó en el blanqueo de dinero de ETA y hasta 2007 no pasó ni un solo minuto en la cárcel. Al ver su rostro en el periódico, una amiga de la familia Cuesta, contó que frecuentaba las marisquerías de la zona. Sus crímenes fueron prescribiendo y el azar y la suerte quiso que, como gerente de una empresa de distribución de productos españoles implicada en dar cobertura económica a ETA, fuera detenido por la Policía francesa.


En el año 2010 la Sección Primera de la Sala de lo Penal de la Audiencia Nacional condenó a 46 años y ocho meses de cárcel al etarra José Antonio Zurutuza Sarasola, alias 'Capullo', por el asesinato en 1982 del delegado de la Compañía Telefónica en Guipúzcoa, Enrique Cuesta Jiménez, y su escolta, el agente de la Policía Nacional Antonio Gómez García.


El tribunal, rebajaba en 14 años la petición realizada por el fiscal y también establecía una indemnización de 500.000 euros para los familiares de cada uno de los asesinados.


La sentencia, que contó con el voto particular discrepante del magistrado Ramón Sáez Valcárcel, consideró probado que Zurutuza era miembro de los 'Comandos Autónomos Anticapitalistas” en 1980 y que planificó y llevó a cabo el asesinato de Cuesta y su escolta. El crimen lo perpetró junto a los ya fallecidos Ramón Agra Alonso -condenado por esos hechos en marzo de 1985- e Ignacio Taberna Arruti.


“Para cometer el atentado”, -decía la sentencia “Zurutuza y Taberna robaron un Seat 850 con matrícula de Zamora y se dirigieron hasta la calle Sancho el Sabio de la capital donostiarra, donde les esperaba Agra a bordo de un Simca 1200 preparado para la huida. Fue entonces cuando 'Capullo' realizó varios disparos de forma rápida e inopinada con una pistola Firebird de fabricación húngara que causó la muerte prácticamente en el acto al directivo de Telefónica y su guardaespaldas el Policía Nacional Antonio Gómez. Zurutuza fue quien materialmente, de propia mano, con pleno conocimiento y voluntad de la significación de su acción, ejecuta el hecho". El tribunal le aplicó el mínimo del grado medio de la pena por dos asesinatos terroristas atendiendo al "tiempo transcurrido desde el atentado y la concurrencia tanto de la alevosía como la premeditación en esta vil acción criminal."


En agosto de 2022, José Antonio Zurutuza Sarasola, fue trasladado  del Centro Penitenciario de Burgos a un centro penitenciario en Vascongadas. Ingresó en prisión el 13 de diciembre de 2007 y cumple una condena de 30 años por asesinatos. Cumplió las 3/4 partes de la condena en enero de 2022.


Enrique Cuesta, de 54 años, era natural de Logroño y residía en la capital donostiarra desde hacía vanos años. Estaba casado, tenía dos hijas, y había ocupado la delegación provincial de la Telefónica en noviembre de 1980, pocos días después de que los Comandos Autónomos anticapitalistas secuestraran a su antecesor, Juan Manuel García Cordero, al que asesinaron de un disparo en la nuca, en el monte Ulía, después de haberle interrogado. Por tal triste motivo el señor Cuesta llevaba escolta. No había recibido amenazas de ETA ni de ningún otro grupo terrorista.


Los restos del señor Cuesta fueron trasladados a la Rioja, de donde era natural en cuya capital Logroño tuvieron lugar las exequias fúnebres.


De acuerdo con el Real Decreto 1404/2000, con fecha 19 de julio de 2000, se le concedió la Gran Cruz de la Real Orden de Reconocimiento Civil a las Víctimas del Terrorismo a título póstumo.

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