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HOY 27 DE JUNIO:

27 DE JUNIO DE 1995. ZARAGOZA. PUBLIO CORDÓN MUNILLA.

Publio Cordón Munilla.


Sobre la siete y media de la mañana del 27 de junio de 1995, el empresario PUBLIO CORDÓN MUNILLA, de 60 años, desaparecía de su domicilio en una urbanización de Zaragoza tras salir el martes a hacer «footing» por las proximidades de su casa en compañía de tres de sus perros.


Ante aquella misteriosa desaparición, el juez ordenó a los buceadores del cuerpo de Bomberos que  explorasen las profundidades del canal Imperial de Aragón, por si Publio Cordón hubiese podido sufrir un accidente. Las tareas de los buzos fueron en vano, y al no encontrar ningún cuerpo, se suspendió  la operación, 


La denuncia de la desaparición fue presentada ante la policía por la familia del empresario, al percatarse de que tardaba en regresar a su domicilio. Cordón era un gran empresario de Zaragoza con un patrimonio saneado y una empresa puntera de seguros y hospitalaria. Por ello, desde el primer momento, se descartó que su hubiese ido por propia voluntad, indicando los familiares, desde un primer momento, el temor a que fuera objeto de un secuestro.


La familia designó al abogado zaragozano, José Antonio Ruiz Galbe como portavoz ante los medios de comunicación, al entender que de esa forma quedaba salvaguardado el derecho a informar de los medios de comunicación y el de la intimidad familiar, quien aseguró, que en los primeros momentos, no se había registrado ninguna llamada de presuntos secuestradores o raptores. Manifestó de igual forma que Publio Cordón, “no había recibido ninguna amenaza”.


La Policía contactó con un vecino, que vio y saludó a Publio, unos minutos antes de su desaparición. Relató que sobre las ocho de la mañana sobre las ocho. Iban en la misma dirección (en sentido contrario a la casa del empresario. Sin pararse, se saludaron, como hacían todas las mañanas desde hacía quince años, y Antonio, que así se llamaba el vecino, siguió su camino montado en su moto Vespino, sorteando a los tres perros que iban tras su amo. Antonio continuó su camino hacia el puente de Valdefierro. Este lugar solía ser el final del recorrido del footing  matinal de Cordón antes de ir a trabajar. Tras realizar unas gestiones, Antonio regresó con su moto, por el mismo camino y ya no vio a Publio ni a nadie, vehículos incluidos, por la zona.


Dos días después de la desaparición de Publio, la familia recibió una llamada de los GRAPO responsabilizándose del secuestro.


El seis de julio  los GRAPOS, envían a los diarios “Heraldo de Aragón” y 'Las Provincias' de Valencia dos cartas fechadas en París el 3 de julio, en las que la banda se atribuye la autoría del secuestro.


Posteriormente los GRAPO exigirían a la familia del empresario  un rescate de 300 millones de pesetas por su liberación, después de que, tras negociación ente familiar4es y terroristas, estos  rebajasen una petición inicial de 1.000 millones, cantidad que la familia consideraba inviable reunir en un corto espacio de tiempo.


El nueve de agosto, Carmen Cordón, hija del secuestrado y su marido, se trasladaron a París, donde efectuaron el pago de 400 millones de pesetas en concepto de rescate, pero Publio Cordón no apareció por ninguna parte a pesar de que los GRAPO informaron a la familia de la liberación del secuestrado, sin precisar el lugar.


En noviembre de ese mismo año, la Policía detenía en España a 15 integrantes del GRAPO, tres de los cuales, Enrique Cuadra Echeandía, Concepción González y José Ortín, admitieron su participación en el secuestro. Cuadra Echeandía declararía ante el juez que su organización liberó a Cordón en Barcelona el 17 de agosto, cerca del estadio de Sarriá, tras cobrar en París los 400 millones de pesetas y después de negarle un DNI falso para ocultarse, hecho que también recordó Ortín.


La Audiencia Nacional condenaría a José Ortín a 32 años de cárcel por detención ilegal y delito continuado de falsedad, y a 27 años a Enrique Cuadra Echeandía y a Concepción González, por el primer delito. La Audiencia no acreditó ni la muerte ni huida del empresario, sino sólo su desaparición.


Con posterioridad seria detenidos y juzgados en Francia, los miembros del GRAPO, Manuel Pérez Martínez, "Camarada Arenas", Fernando Silva Sande, e Isabel Llaquet, por el secuestro de Cordón El Tribunal Correccional de París les condenó a 10 años de prisión.


Tras ser entregados a España, Silva Sande, sería condenado por la Audiencia Nacional a 28 años de cárcel por el secuestro de Cordón. En el mismo juicio el tribunal absolvería al  "Camarada Arenas"  y a  Isabel Llaquet


En 2017, serían condenaos otros miembros de los GRAPO, José Antonio Ramón Teijelo y María Victoria Gómez Méndez. Según el escrito acusatorio del fiscal contra ellos decía textualmente: “a las 7.30 horas del 27 de junio de 1995 el comando de los Grapo integrado por los ya condenados Fernando Silva Sande, José Ortín Martínez y Enrique Cuadra Echeandía interceptaron al empresario mientras hacía deporte en Zaragoza, le introdujeron por la fuerza en un coche y le trasladaron a un polígono industrial. Desde allí, y a bordo de otro vehículo, fue llevado hasta Lyon, como había previsto el comando, integrado también por Concepción González, que realizó labores de vigilancia para ejecutar el secuestro. En esta localidad francesa los miembros de los Grapo José Antonio Ramón Teijelo y María Victoria Gómez Méndez, habían alquilado una vivienda en el número 5 de la Rue de la Batterie con identidad falsa y haciéndose pasar por un matrimonio de profesores españoles de francés.

Allí habilitaron un armario empotrado de dimensiones de 1,71 metros de largo por 1,21 metros de ancho donde escondieron a Publio Cordón durante 16 días, tiempo que el secuestrado marcaba con palotes. Transcurrido ese tiempo, el empresario consiguió salir del armario y trató de huir por una de las ventanas de la buhardilla pero resultó herido de gravedad.

Los Grapo consiguieron rescatarle con vida pero en lugar de trasladarle a un centro médico se pusieron en contacto con la organización terrorista a fin de recibir instrucciones y fue en ese momento cuando el empresario perdió la vida”, según exponía la Fiscalía en su escrito.

“Tanto Teijelo (ya condenado por falsificación con finalidad terrorista del DNI e integración en asociación de malhechores) como Gómez (condenada por el Tribunal Correccional de París por delito de pertenencia a organización terrorista) se volvieron a España bajo el pretexto de que la acusada estaba aquejada de una grave enfermedad.

Una vez en territorio español hicieron creer a la viuda del empresario zaragozano que estaba vivo y le reclamaron 400 millones de pesetas por su rescate, que fueron entregados en París a Enrique Cuadra y Fernando Silva, ambos condenados por estos hechos”.


Fernando Silva Sande, uno de los máximos dirigentes de la banda terrorista, condenado por el caso, se sometió voluntariamente a la prueba de la máquina de la verdad y ofreció la ubicación donde podían enterrados los restos de Publio Cordón, en una zona concreta del Mont Ventoux francés, rastreado por la Guardia Civil y policías galos sin éxito de momento. Y en su momento había enviado una carta al esposa de Publio Cordón en la que relataba la muerte del empresario y se reafirmaba en su versión de los hechos. 


Durante varios años, la familia ofreció 15 millones de las antiguas pesetas, a quien pudiese dar información sobre el paradero de Publio, ni éxito alguno.


Publio Cordón de sesenta años de edad, en el momento de su secuestro, había nacido en Villar de Maya (Soria), estaba casado con Pilar Muro. Dirigía la compañía Previasa y el grupo hospitalario Quirón.


Su cuerpo sigue sin aparecer.

 
 
 

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