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HOY 27 DE MARZO: ASESINADOS POR EL TERRORISMO MARXISTA. ¡ESPAÑOL RECUERDA Y NO OLVIDES!

27 DE MARZO DE 1987. BARCELONA. GUARDIA CIVIL ANTONIO GONZÁLEZ. HERRERA.


Guardia Civil Antonio González Herrera.


Faltaban diez minutos para la una y media de la tarde del 27 de marzo de 1987, cuando en el puerto de Barcelona, la organización terrorista, marxista y anti española Eta, hacia estallar una furgoneta,. De resultas de la onda expansiva de la potente  explosión fallecía el Guardia Civil ANTONIO GONZALEZ HERRERA. 


La explosión se produjo sobre las 13.20 horas, junto a la caseta de control de la Guardia Civil en la entrada al muelle España, del puerto de Barcelona. La carga explosiva, entre 25 y 30 kilos de amonal, se encontraba en el interior de una furgoneta Mercedes de color azul, Un camión articulado con matrícula alemana cargado con grandes bobinas de papel y que pasaba en ese momento por delante de la furgoneta cargada con el explosivo evitó, según la Policía, que se produjera una «auténtica matanza».


La furgoneta se encontraba estacionada a menos de dos metros de la caseta de la Guardia Civil, que quedó semidestruida a consecuencia de la explosión. Restos de la chapa de ese vehículo aparecieron a más de treinta metros del lugar, lo que denotaba la gran violencia de la explosión. En la caseta se encontraban cinco miembros de la Benemérita Institución: Antonio González Herrera, que resultó alcanzado de lleno por la metralla, que le afectó al cerebro al impactarle en la cabeza un gran trozo de metralla y que le provocó pérdida de masa encefálica. Falleció mientras era sometido a una intervención de urgencia.


Los otros cuatro Guardias Civiles  Juan José Álvarez Pardo, José Estrada Rayero, Francisco Javier Laparra Pérez, que afortunadamente sufrieron heridas d  carácter leve, y Luis Lobato Ledesma, que tuvo que ser intervenido en la sección de Traumatología del Hospital del Mar. Otras dieciséis personas resultaron heridas de diversa consideración, entre ellas el conductor alemán que conducía el camión articulado que evitó actuando de pantalla, evitando en parte que la onda expansiva alcanzase a los edificios del paseo de Bajo Muralla, en donde se encontraban ubicados numerosos bazares de pequeños electrodomésticos, muy populares en la ciudad condal. La fuerte explosión destrozó varios vehículos estacionados, que quedaron totalmente calcinados, y abrió en el asfalto un socavón. Los cristales de los edificios colindantes también sufrieron las consecuencias de la onda expansiva.


El tipo de explosivo químico empleado en el atentado era similar, según artificieros de la Policía Nacional al empleado por la organización terrorista ETA en el atentado perpetrado en enero contra un autobús de transporte de militares en Zaragoza.  El artefacto, compuesto por varias ollas a presión llenas de tornillos, fue accionado a distancia mediante un dispositivo de control remoto.

El gobernador civil, Ferrán Cardenal, el alcalde de Barcelona, Pascual Maragall, el capitán general de Cataluña, Baldomero Hernández Carreras, y el jefe superior de Policía, Enrique de Federico, visitaron a los heridos en diversos hospitales.


Al día siguiente, el ministro de defensa Narcís Serra presidia el funeral por el alma del Guardia Civil Antonio González. El ministro estuvo acompañando a la familia de la víctima, junto al director general de la Guardia Civil, Luis Roldán, el presidente de la Generalidad, Jordi Pujol, el alcalde de Barcelona, Pascual Maragall; el gobernador civil d Barcelona, Ferrán Cardenal; el delegado del Gobierno, Francesc Martí Jusmet; el capitán general, Teniente General Baldomero Hernández; el general jefe de la Cuarta Zona dé la Guardia Civil, Fermín Moriano y otras autoridades civiles y militares, así como una amplia representación de miembros de la Guardia Civil, Policía Nacional y Ejército.


El féretro, cubierto con la bandera Nacional y el tricornio de Antonio González, fue trasladado a hombros por miembros de la Guardia Civil y de la Policía Nacional desde el salón Carlos III, donde estaba instalada la capilla ardiente, hasta el patio interior del Gobierno Civil de Barcelona, donde se ofició el funeral. La banda del Gobierno Militar y una compañía de la comandancia móvil de la Guardia Civil, rindieron honores al féretro entre los sollozos de los familiares del fallecido.


La madre de la víctima tuvo que ser atendida durante el funeral, al sufrir un desmayo. El capellán de la Guardia Civil destacó en su homilía el carácter de entrega a la sociedad de la Guardia Civil y animó a los presentes a cumplir con su labor “estando muy alerta y sin bajar la guardia”. ”Los desestabilizadores de la sociedad tienen la sinrazón de la fuerza, pero vosotros contáis con la fuerza de la razón”


Una vez finalizada la Misa y tras ser interpretada la marcha “La Muerte no es el final” e interpretado el himno de la guardia Civil, un numeroso grupo de personas que se habían concentrado ante las puertas del gobierno civil lanzaron gritos contra ETA y el Gobierno, y vivas a la Guardia Civil cuando el féretro era trasladado al cementerio de Montjuic, donde recibió cristiana sepultura.


En 1991 la Audiencia Nacional condenaba a los etarras Domingo Troitiño Arranz y Josefa Mercedes Ernaga Esnoz, que fue quien aparcó la furgoneta el día antes del atentado, a 30 años de prisión por la muerte de Antonio y 20 años por cada uno de los cinco delitos de asesinato en grado de frustración de sus cuatro compañeros. En 2001, fue condenado por el mismo atentado, y a las mismas penas que los anteriores, Rafael Caride Simón. Según la sentencia, Caride fue el que, desde un lugar próximo, accionó el telemando que provocó el estallido de la furgoneta.


En 2013, Domingo Troitiño, condenado a un total de 1.118 años de cárcel por más de 20 asesinatos, tras pasar 26 años en la cárcel salía en  libertad al ser derogada la doctrina Parot por el Tribunal Europeo de derechos Humanos de  Estrasburgo.


En 2014, la terrorista de ETA Josefa Mercedes Ernaga Esnoz, salía en libertad  de la prisión de Jaén donde se encontraba internada, beneficiándose de la sentencia del Tribunal Europeo de Derechos Humanos sobre la doctrina Parot. Solamente  cumplió 27 años de prisión de los más de 2.000 años a los que fue condenada por los tribunales.


En agosto de 2019, el etarra Rafael Caride Simón, acogido a la llamada "vía Nanclares" por su arrepentimiento, tras haber permanecido 26 años en prisión (19 en España y 7 en Francia) por ser uno de los autores materiales del atentado de Hipercor, el más sangriento de la organización terrorista, por el cual sería condenado a 790 años de cárcel, salía en libertad definitiva.


Antonio González Herrera había nacido en Ciudad Real hacía 27 años. Estaba casado desde hacía tres meses con María Nieves Bajo. Ingresó en la Guardia Civil en 1981. Llevaba destinado en Barcelona desde agosto de 1986. Anteriormente, durante cinco años había estado destinado en los GAR (Grupo de Acción Rural) en Logroño y Vascongadas. Era el mayor de ocho hermanos. Su padre también era Guardia Civil.


De acuerdo con el Real Decreto 1404/2000, con fecha 19 de julio de 2000, se le concedió a Antonio González la Gran Cruz de la Real Orden de Reconocimiento Civil a las Víctimas del Terrorismo a título póstumo. Además, en resolución fechada el 18 de marzo de 2005 (Real Decreto 308/2005), el Ministerio del Interior le concedía también el ascenso de empleo, con carácter honorífico y a título póstumo.

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