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HOY 28 DE JUNIO:ASESINADOS POR EL TERRORISMO MARXISTA. ¡ESPAÑOL RECUERDA Y NO OLVIDES!

28 DE JUNIO DE 1986. ZARAUZ (GUIPÚZCOA) GUARDIA CIVIL FRANCISCO MURIEL MUÑOZ.

Guardia Civil Francisco Muriel Muñoz.


Entre la madrugada y la mañana del sábado 28 de junio de 1986, cuatro artefactos de gran potencia colocados por varios comandos de la siniestra organización terrorista ETA accionados a distancia, hacían explosión de forma escalonada entre las 02,40 y las 8,30 horas en Bilbao y Zarauz (Guipúzcoa), al paso de vehículos de la Guardia Civil y de la Policía Nacional. De resultas de aquellas explosiones, el Guardia Civil FRANCISCO MURIEL MUÑOZ resultaría muerto y otros cinco compañeros heridos de gravedad al estallar uno de aquellos artefactos al paso de un vehículo del Benemeritito instituto, donde viajaban, en Zarauz, cuando se dirigían a comprobar una explosión.


Los hechos se sucedieron, con casi hora y media de diferencia y a una distancia de 8 kilómetros entre los tres atentados, en la carretera San Sebastián-La Coruña, que bordea la cornisa cantábrica. La primera  explosión alcanzó a un Land Rover de la Guardia Civil en el kilómetro 13,500 de esta ruta, término municipal de Orio. En este atentado resultó herido de carácter menos grave el guardia civil José Luis Jiménez Barba.


A las 8,15, una patrulla de reconocimiento perteneciente a los GAR (Grupos Antiterroristas Rurales) se dirigía hacia allí cuando estalló otra bomba colocada a la altura del kilómetro 22,500, en el término municipal de Zarauz. La explosión alcanzó de lleno al coche, y uno de sus ocupantes, el guardia civil Francisco Muriel Muñoz, resultó muerto prácticamente en el acto. Sus otros seis compañeros sufrieron heridas de diversa consideración y fueron trasladados en ambulancias a varios centros sanitarios de la capital guipuzcoana. El Guardias Civil Luis Pérez Bao presentaba «contusiones múltiples, herida en el párpado izquierdo, traumatismo cráneo-encefálico y pérdida de conocimiento. Otro de los Guardias Civiles heridos, Juan Carlos Carballo, sufrió contusiones múltiples. Los otros cuatro heridos, todos ellos graves, fueron trasladados al hospital de la Cruz Roja de San Sebastián, junto a Francisco Muriel quien,  ingresó cadáver. José María Baltasar Gil, de 26 años, resultó con «traumatismo cráneo-encefálico, con múltiples heridas de metralla en extremidad superior derecha y zona parietal derecha, y shock traumático, de pronóstico grave». Carios Marrero Sanabria, sufrió «traumatismo torácico con insuficiencia respiratoria y shock traumático», quedando en estado muy grave. Alonso Vidal Triano, de 29 años, fue atendido de «traumatismo cráneo-encefálico con herida de metralla en párpado», de pronóstico «menos grave», y Manuel Ángel Arcenal Linares, de 31 años, de «traumatismo cráneo-encefálico con fractura de maxilar inferior», de carácter grave.


Tras el atentado, y cuando se procedía a inspeccionar el lugar, estalló un tercer artefacto, sin alcanzar a nadie. La policía autónoma vasca desvió el tráfico en la zona y la Guardia Civil estableció numerosos controles de vigilancia.


Con anterioridad a esos tres atentados en cascada, cinco personas habían resultado heridas leves en un atentado con explosivos perpetrado a las 2,40 horas en el barrio bilbaíno de las Cortes, al paso de dos vehículos «Z» de la Policía Nacional. Los heridos eran cuatro miembros de las dotaciones policiales y un transeúnte que circulaba por la zona a la hora de ocurrir los hechos. El artefacto que hizo explosión contenía 25 kilos de goma-2 y 30 de metralla, Estaba colocado en un contenedor de basura, y fue accionado a distancia por tres jóvenes —dos chicos y una chica— que se encontraban en el interior de un Seat Panda rojo, en el que se dieron a la fuga.


El vehículo empleado por el comando, que apareció horas después del atentado en la calle de Zabala, de Bilbao, había sido robado en la tarde del viernes 27,  a punta de pistola en el aparcamiento de la Universidad de Lejona por dos jóvenes, uno de los cuales retuvo al propietario hasta después del atentado.


A las diez de la mañana del domingo 29, en el acuartelamiento de la zona móvil, de la Guardia Civil de Logroño, tenia lugar el funeral por el guardia civil Francisco Muriel,


El funeral se ofició en el patio del acuartelamiento. Con cientos de personas que quisieron sumarse al acto, así como compañeros del guardia civil asesinado. La familia de la víctima, estuvo acompañada por el director general de la Guardia Civil, Sáenz de Santamaría; que presidió el mismo junto a  Ramón Jáuregui, delegado del Gobierno en el País Vasco; capitán general 'de la VI Región Militar; general jefe de la V Zona de la Guardia Civil y otras autoridades militares y civiles.

La misa-funeral fue  oficiada por dos sacerdotes que en su homilía, tras instar a la convivencia pacífica de todos los españoles  y refiriéndose al guardia civil asesinado, dijo: “Francisco ha, llegado donde llegan los valientes, dando su sangre y su, vida, como; un acto más de su servicio”.


Terminada la misa, la compañía que rendía honores y todos los presentes entonaron  el himno de la Guardia Civil y, seguidamente, el féretro, envuelto en la bandera Nacional,  salió rumbo al aeródromo militar de Recajo, a nueve kilómetros de la capital riojana, desde donde, por vía aérea, junto con sus padres y hermanos, fue trasladado a Málaga donde  recibió cristiana sepultura.


En 1989 la Audiencia Nacional condenó a José María Pérez Díaz y a José Antonio López Ruiz, alias Kubati, a sendas penas de 197 años como autores materiales del atentado. En el mismo fallo fue condenada Begoña Uzcudun Echenagusia, como autora en grado de encubrimiento. En 1993 fue condenado José Ignacio Urdiain Ciriza y en 1999 Miguel Azcue Berasaluce, ambos como autores materiales y a las mismas penas que Pérez Díaz y López Ruiz.


En marzo de 2102, Pérez Díaz, detenido en 1987 y  condenado a 197 años de cárcel por el  atentado que acabó con la vida del guardia civil Muriel, salía en libertad, tras  sufrir en prisión, un infarto el pasado mes de enero.


En noviembre de 2013, al ser derogada por el tribunal europeo de derechos humanos la llamada “doctrina Parot” Juan Antonio López Ruiz, Kubati, que habiz sido condenado a 1.210 años por 13 asesinatos y 16 atentados frustrados, salía en libertad de la cárcel gaditana de Puerto I, en medio de las protestas, insultos y zarandeos de un grupo de familiares de víctimas de la banda terrorista ETA.


La derogación de la “doctrina Parot” serviría también al etarra José Ignacio Urdiain Ciriza para alcanzar la libertad.


En septiembre de 2020, el Tribunal Supremo ratifico otra condena de ocho años al etarra Ignacio Miguel Azcue Berasaluce.


Francisco Muriel Muñoz, había nacido en la localidad malagueña de Archidona. Tenía  30 años, de edad y  estaba soltero. Ingresó en 1979 en la Guardia Civil, y fue el primer miembro de los GAR muerto en acto de servicio desde que se creó esta unidad de élite en 1982. 


De acuerdo con el Real Decreto 1404/2000, con fecha 19 de julio de 2000, se le concedió la Gran Cruz de la Real Orden de Reconocimiento Civil a las Víctimas del Terrorismo a título póstumo. Además, en resolución fechada el 18 de marzo de 2005 (Real Decreto 308/2005), el Ministerio del Interior le concedía también el ascenso de empleo, con carácter honorífico y a título póstumo. 

 
 
 

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